Epílogo

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*Dos años después* 

Narra Javiera 

Sonreí mientras caminaba al patio, el día esta tranquilo, el poco viento que corre hace que el calor sea soportable. 

Rodeé la piscina y tomé una de las copas de la mesa de jardín, avance los últimos pasos hasta quedar bajo la sombra del árbol y me quedé unos segundos ahí parada. 

Las cosas siempre se salen de nuestras manos cuando intentamos que salgan perfectas. Italia realmente es un lugar lindo, tranquilo y el clima es diferente, diferente de Chile. 

Cierro los ojos unos segundos, hace bastante que no piso mi hermoso Chile, el traslado realmente fue beneficioso en mi vida como ninguna otra cosa lo había sido en mucho tiempo. Todo cambia, las personas lo hacen, si te dicen que no, es mentira, las personas cambian después de que las hirieron, después de que les arrebataron todo, en ese momento es cuando una persona cambia y no vuelve a ser la misma. 

Bebo un trago del vino mientras cierro los ojos, dos años ya desde ese día en que decidí irme de Chile y cambiar, una herida si cambia a las personas. 


*Flashback* 

Miró en mi mano la dirección y el nombre del hotel en el que tengo que hospedarme, Gonzalo me llamo en cuanto aterricé para asegurarse de que había llegado bien y dije que si, aunque no se que tan cierto es. 

– Aquí empieza tu nueva vida Cáceres– logre que un taxi parará 

– Dove ti sto portando, signorina?– cerré unos segundos los ojos recordando el italiano que Flavia me enseñó hace tantos años, okey, cálmate y fórmula una respuesta aceptable. 

– A questo indirizzo per favore– le paso el papel para que pueda leer la dirección del hotel. 

Las promesas se rompen más fáciles de lo que uno cree, pero yo le prometí a Flavia darle espacio, tiempo y es lo que estoy haciendo aquí. 

Un nuevo lugar, intento recordar las calles por las que nos vamos moviendo pero es difícil. 

¿Italia será mi salvación o no? 

*Fin del flashback* 

Hay días en los que me gustaría volver el tiempo atrás y hacer las cosas distintas, pero ese pensamiento sale rápido de mi cuando la veo a ella a mi lado. 

Nuestra vida se volvió más fácil y tranquila aquí, fue una decisión de las dos quedarnos en Italia, aún cada tanto volvemos a Chile, pero ambas cambiamos con el tiempo. 

– Brindo por tus pensamientos– escuché su voz a un lado mío y gire levemente para verla 

– Solo estoy acordándome de todo lo que vivimos– le pase mi copa para que tomara un poco del vino que habíamos abierto

– ¡Mamás!– ella me miró unos segundos antes de cerrar los ojos y negar levemente 

– Nunca debimos darle el juego de llaves– sonreí mientras me separó de ella 

– No digas eso Betancourt 

– Betancourt-Caceres– camina detrás mío y las dos nos acercamos a Miranda 

– ¡Feliz aniversario mamitas!– nos abrazo a las dos

– Gracias Miri– deje un pequeño beso en su frente y Flavia hizo lo mismo

– Gracias hijita 

Miranda y Pascal acaban de llegar del aeropuerto, ellos se ofrecieron para buscar a la familia y llevarlos al hotel. Realmente serían demasiadas personas para que estén en la casa.

No se si es amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora