Capítulo 19

172 13 3
                                    

Narra Javiera 

La pista que habíamos conseguido no nos llevó muy lejos, parecía que terminamos caminando en círculos, Salfate estaba muerto y con él nuestra pista más fuerte de dónde está Mateo. 

– Cáceres– Gonzalo entró en la sala de juntas, teníamos una reunión en poco– quieren hablar con usted 

– ¿Conmigo?, ¿quién? 

– Miranda Covarrubias, dice que solo hablara contigo– caminé hasta él y desde la puerta vi a Miranda que me saludó– ¿qué está pasando Javiera?, no quiero que te metas en líos 

– Te juro que no se que hace aquí

– Voy a creer en ti– deje mi libreta sobre la mesa y salí de la sala, camine hasta donde estaba Miranda 

– Miranda, ¿pasó algo? 

– Quisiera hablar contigo Javiera, ¿es posible? 

– Claro– camine com ella hasta la puerta de mi oficina cuando estaba por entrar escuché que alguien me llamó 

– Inspectora– reconocía la voz de Flavia, gire y la vi en la entrada 

– Entra Miranda, voy a hablar con tu madre 

– Esta bien– entró en mi oficina y volví sobre mis pasos hasta Flavia

– Flavia, ¿pasó algo?, ¿por qué Miranda está aquí? 

– Dijo que quería hablar contigo, ¿es problema eso? 

– No, está bien 

– La voy a esperar aquí– asentí y caminé hasta mi oficina. 

En cuanto entré vi a Miranda revisando la única foto que había conservado sobre mi escritorio, era la de los dijes, sonreí levemente a verla, es muy parecida a Flavia cuando tenía su edad. Gira hacia mí cuando escucho el ruido de la puerta, tenía la foto en sus manos. 

– Tu tienes la otra parte del dije 

– ¿Qué?– retrocedí un paso cuando vi que se acercó 

– Mi madre toda su vida tuvo un dije de una luna, ella me contó que era muy importante para ella, que la otra mitad la tiene  una persona muy especial para ella, eres tu 

– Creo que sobre eso no deberías hablar conmigo– le indique que se sentara y yo la imite quedando frente a ella– ¿pasó algo que viniste a hablar conmigo? 

– Bueno, quería hablar contigo, por lo del otro día en la casa 

– Yo no quería… molestarte

– No me molesto, está bien, pero quería saber si… ¿te estai comiendo a mi mamá? 

Me quedé callada viendo a Miranda, ¿qué se supone que le contestó a eso?, mi relación con Flavia es algo que ninguna de las dos sabe que es. 

Narra Flavia 

Vi a Miranda desaparecer junto con Javiera en la oficina, me quedé sentada en la recepción esperándola. Pasaron cerca de 10 minutos cuando vi a Maira entrar en la brigada, tenía una remera blanca junto con unos jeans celestes y unos lentes de sol, me pasó de largo y se acercó al hombre en la entrada. 

– Quisiera hablar con la inspectora Cáceres 

– En este momento la inspectora está ocupada– desde donde estaba sentada se podía escuchar perfectamente lo que hablaban 

– Dígale que soy yo, se va a poder hacer un tiempo

– Lo siento señorita Sanchéz pero dudo mucho que la inspectora se haga un tiempo ahora, está resolviendo algo importante 

– ¿Se puede saber qué es eso tan importante? 

– Maira– la llame mientras me acerque a ella– la inspectora está hablando con mi hija 

– Flavia… – avanzó un paso hacia mí 

– ¿Qué haces aquí? 

– Creo que yo debería hacer esa pregunta 

– Miranda tenía que hablar algo con la inspectora Cáceres 

– ¿La inspectora?– asiento algunas veces- ya veo 

– ¿Y tú?, por lo que se ya no están juntas 

– Veo que estás informada 

– Solo de lo que me interesa– tome el dije en mi mano asegurándome de que lo viera, frunce el ceño unos segundos y puedo notar el odio cruzar por ella, está furiosa conmigo, solo sonrió en respuesta, no me importa ella realmente, solo me gusta molestarla si eso la aleja de Javiera definitivamente. 

– La inspectora Cáceres es… una buena amiga 

– ¿Eres la dueña de ese collar? 

– Solo de una parte, la otra la tiene alguien muy importante, sabes… creo que la conoces 

– Eres una perra– avanzó una vez más, quedando mucho más cerca mío, analizó rápido el lugar, nadie nos está prestando atención 

– Me parece que tu lo eres más, se muy bien lo que le hiciste a Javiera y yo me voy a encargar de que nunca te perdone, no la mereces 

– ¿Y tu si?, tengo entendido que estas casada y que tienes una hija, ¿qué van a pensar de ti?, dejar todo por una simple calentura 

– Javiera no es una simple calentura, que te quede claro niñita, si tengo que luchar por ella, lo voy a hacer 

– ¿Y crees que vas a ganar? 

– Tengo confianza en mí, bueno por algo Javiera lleva todavía ese collar que le regale

Bastaron solo esas palabras para que ella no solo me miraba con furia, cargo su mano hacia atrás e intento golpearme pero no la deje, sostuve su brazo por la muñeca impidiéndole cualquier movimiento. 

– ¡Suéltame!– solté su brazo despacio y retrocedí para alejarme. En ese momento la puerta de la oficina se abrió dejando salir a Miranda. 

– Mamá, la inspectora quiere hablar contigo

– Está bien Miri, esperame en el auto por favor– tendió su mano hacia mi y le pase las llaves. 

Mire a Maira sonriendo y camine hasta la oficina de Javiera, abro la puerta y la veo sentada en su escritorio, tiene un pequeño cuadro en las manos. Alza su mirada hacia mí sonriendo, hace una seña para indicarme que entre. 

– ¿Está todo bien? 

– Creo que debes hablar con Miranda– me pasa la foto que tiene en sus manos y veo que es de los dijes, puedo reconocerla, la saco Emiliano hace años para ayudarme a comprar el collar 

– Y yo creo que debes hablar con Maira

– ¿Hmm? 

– Puede que le haya dicho que yo tengo la otra parte del collar 

– Y puede que tu hija lo haya descubierto por su cuenta

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

N/A: Buenas, como están?, aquí un nuevo capítulo, espero que lo disfruten.

No se si es amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora