Capítulo 20

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*Días después*

Narra Javiera

Evite a toda costa hablar con Maira era lo que menos tenía ganas de hacer, pero por lo visto ella necesitaba justificarse con alguien y había decidido hacerlo con Gonzalo, lo que nos llevó a una nueva discusión.

*Flashback*

– Cáceres– Gonzalo acaba de entrar en la brigada, camina hasta mi, toma mi brazo y me lleva hacia su oficina– tu y yo tenemos que hablar

– ¿Qué pasa?– me suelto de su agarre y el se aleja un poco de mi

– Tienes que alejarte de Flavia Betancourt

– ¿De qué hablas?

– Ella te está cegando

– No se de que hablas

– Maira ya me dijo que Flavia es la dueña de la otra parte de ese collar– puso un dedo en mi pecho sobre el dije haciendo que retrocediera– aléjate de ella

– Tu no puedes decirme qué hacer

– Soy tu jefe

– Eres mi jefe en el trabajo, pero fuera de él se supone que eres mi amigo pero esto que haces– negué algunas veces– Esto no lo hace un amigo– tome mi arma junto con mi placa y las deje en el escritorio– es mejor que me aleje un poco de esto

– No puedes hacerlo

– Creo que si

*Fin del Flashback*

Mi celular sonó mientras entraba en la habitación del hotel, aún no había tenido tiempo de buscar un nuevo lugar y la verdad, no se si tengo muchas ganas de hacerlo, una mudanza implica mucho, cajas que llevar, ropa, encontrar un lugar, mierda de solo pensarlo, se que no tengo ganas de hacerlo.

El sonido de mi celular hace que salga de mis pensamientos, lo tomo y veo el nombre de Flavia, sonrió levemente y atiendo.

*Llamada*

– Hola Flavia

– Javiera, ¿cómo estás?, Teresa me dijo que fue a la brigada y que Gonzalo está molesto contigo, ¿pasó algo?

– Tuvimos una discusión, nada grave, pero…

– ¿Pero?– suspire mientras me sentaba en uno de los sillones

– Me tome un tiempo de caso

– ¿Qué?

– Es largo de explicar– cierro los ojos a la vez que me apoyo en el respaldar, necesito que mi cabeza deje de pensar un minuto

– ¿Por qué no te vienes a la casa?

– No se si sea buen idea

– Dante salió hace un rato– me quedo en silencio solo escuchando su respiración y decido que hacer

– Esta bien, tomo una ducha y voy, más o menos en 30 minutos estoy

– Perfecto, te espero

– Nos vemos

*Fin de la llamada*.

Hago lo que le dije, dejó el celular en la mesa de luz y tomó mi ropa, caminó hacia el baño para poder ducharme.

Entró en la ducha y siento las gotas de agua repiquetear en mi cuerpo, cierro los ojos mientras me coloco debajo de esta levantando la cabeza, el agua se siente fresca y tranquila en mi, es un momento para simplemente dejar de pensar. El olor a jazmines con un poco de menta me envuelve por completo al momento de lavar mi pelo, siento como poco a poco el jabón se desliza por mi cuerpo y me relajo ante eso.
Me tomó 10 minutos bajo el agua hasta que decido salir, me pongo mi ropa y después de asegurarme de agarrar todas mis cosas salgo de la habitación.

No se si es amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora