capitulo 1

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Narrador omnisciente

Han pasado dos meses desde que los ninjas y los maestros elementales lograron vencer al Maestro Chen junto a su ejército anacondrai. La paz en Ninjago no tardo en llegar, por lo que todo iba avanzando de maravilla, a excepción de cierta castaña que sentía que cada día se estancaba más mientras se hundía en un poso profundo que le quitaba el aliento, dejándola inofensiva y sin su poder.

Desde que logro controlar su poder elemental se había adaptado demasiado bien a ellos, por lo cual ahora no se veía sin estos, además creía que este la hacía ser quien era, que necesitaba de ellos para ser una ninja y lo más importante, para ser alguien valiosa en el equipo. Sus amigos, los ninjas, comenzaron a entrenar junto a ella bajo la autoría del Sensei Wu quien mostraba cierto interés por investigar sobre el poder de la castaña y del porqué ya no podía controlar su elemental del todo. Cada mañana los hacía entrenar a primera hora y ahora no era la excepción, por lo que estaban todos juntos teniendo un combate a la par, sin ocupar sus elementos, para reforzar agilidad, defensa y reflejos.

Sensei Wu: bien estudiantes— comenta de pie frente a los nombrados, quienes se detuvieron al instante al escucharlo, puesto que estaba por darles órdenes nuevas— es todo por hoy— les comenta dejándolos sorprendidos, pero felices, ya estaban agotados, puesto que los entrenamientos que habían tenido últimamente eran más atroces que los anteriores— pueden descansar— les dice finalmente haciendo que los chicos celebren— menos tu _— le ordena a la chica quien asiente un poco nerviosa.

_: si Sensei— le responde al instante, no muy segura de seguir con su entrenamiento. Los ninjas miraron con inseguridad y preocupación a la chica, ya que sabían lo que vendría ahora. Su Sensei había estado dándole un entrenamiento más personal para llevar a la chica a sus límites e intentar dominar una vez más su elemento.

Los ninjas caminaron lentamente haciendo rechinar la madera del suelo mientras le daban una mirada de apoyo a la castaña quien sonrió forzosamente, los chicos se pusieron detrás de su maestro en silencio para poder observar lo que ocurriría aunque habían estado en todos los entrenamientos de esta quien intentaba controlar su poder nuevamente sin mucho éxito.

Sensei Wu: hoy solo debes manifestar a tu dragón— le dijo de forma calmada, pero sería a la de ojos color miel quien asintió suspirando de forma pesada mientras su maestro rogaba por ver algún avance de parte de su estudiante quien había estado entrenando con más entusiasmo que los demás, era tanto lo que entrenaba que la había encontrado a mitad de la noche más de una vez entrenando sola en la cubierta del bounty hasta gastar todas sus energías haciéndole recordar a cierto pelinegro de mechón verde quien entrenaba hasta que sus nudillos sangraran dándolo todo de él para llegar a ser alguien que nunca estuvo destinado a ser y al tener a la chica con el mismo mechón de cabello verde frente a él se le hacía imposible no recordar el pasado con melancolía— puedes empezar— le dijo carraspeando volviendo a la realidad.

La chica cerro sus ojos para sentir el viento que la golpeaba de forma suave en su rostro, pero que de igual forma hacía flamear su bello cabello que le llegaba casi a la cintura nuevamente, igual a como lo tenía cuando conoció a los ninjas. Respiro de forma profunda para dejar que el aire se expandiera por su cuerpo y le llenara sus pulmones, extendió ambas manos a sus costados para comenzar a intentar conectarse con su elemental y poder dominarlo. Sintió el viento correr de una forma más pesada que le dio aliento a seguir intentando dominar este elemento, mientras sentía como este mismo pasaba a través de sus dedos y como crecía una ventisca refrescante de las palmas de sus manos, logrando que el viento soplara más fuerte haciendo que los presentes le miraran entusiasmados, puesto que estaba logrando dominarlo, pero de un momento a otro, la castaña comenzó a tener dificultad para seguir por lo que comenzó a exigirse de más comenzando a crecer un dolor de cabeza que la hizo fruncir el ceño.

Tú en Ninjago (Libro 3 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora