capitulo 13

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Narrador omnisciente

En la tienda de té, después de que se fuera el ninja verde, hace unos instantes, aún estaban los demás hablando de la repartición de volantes.

Sensei Wu: recuerden ninjas— les habla con un tono serio, que era dirigido especialmente a los muchachos— nada de poderes— les recuerda, con un tono de voz serio y autoritario, mientras acariciaba su larga barba blanca. Sus palabras provocan que los chicos se quejen en voz alta, más que disgustados, ante las palabras de su maestro. En ese momento llega la pelinegra de ojos color avellana, a la tienda, de forma apresurada.

Alice: ¡Sensei!— le llama al mayor captando la atención de todos quienes la miraron curiosos por su entrada repentina. Antes de que el mencionado pueda contestarle, esta vuelve a hablar con un tono alarmado y nervioso— ¡debo volver a mi aldea!— le informa realizando una leve inclinación de disculpa al anciano, quien le miro alzando una ceja por la actitud preocupada de su nueva estudiante.

Sensei Wu: ¿ha ocurrido algo?— le cuestiona curioso, pero manteniendo la calma, mientras observaba a la chica, quien se enderezó y asintió un par de veces, ante la pregunta, para finalmente suspirar.

Alice: hubo un problema en uno de los hospitales— responde, con un tono de voz preocupado, mirando al Sensei para apoyar una mano en su cuello, pata masajearlo, ya que lo sentía tenso y cerró los ojos para resoplar tratando de mantener la calma. Esos hospitales pudieron ser construidos con el diamante que le había dado Skylor, hace unos meses, después de derrotar a Chen— como estoy encargada, debo volver para solucionarlo— comenta para observar al anciano de forma preocupada. Ella al ser la portadora del elemental de la sanación era la líder ideal para dirigir aquellos centros de salud, sobre todo porque estaba estudiando para ser una doctora y porque había heredado el legado de su abuela quien era más que conocida y querida en su aldea— pero no sé cuanto me tarde en ello— le confiesa un tanto insegura por irse y dejar a los demás con todo el ajetreo de abrir el salón de té.

Sensei Wu: está bien, ve con cuidado— le responde de forma calmada. La pelinegra asiente agradecía por la comprensión para voltear y ver a los demás percatándose de sus vestimentas, que tenían el logotipo de la tienda, dándose cuenta de que eran los nuevos uniformes de trabajo.

Alice: ¿a dónde van?— les cuestiona alzando una ceja mientras los apuntaba curiosa y presintió que debían de hacer algo importante para la tienda por lo que se sintiera presionada por quedarse, pero no podía abandonar a su aldea y su gente— ¿está seguro de que puedo irme, Sensei?— le cuestiona nuevamente un tanto insegura, por su partida, pero el mayor simplemente asiente.

_: iremos a repartir volantes a la ciudad— le informa a la ninja de la sanación quien le mira para asentir comprendiendo y sintiéndose culpable por no poder acompañarlos— pero no te preocupes, nosotros podremos solos— le dice al instante dándole una sonrisa que tranquiliza a la chica— yo haré tu parte— finaliza de decirle de forma amistosa a la pelinegra quien asiente agradecida para mirar en varias direcciones buscando a cierto ninja con cabellera rubia.

Zane: Lloyd fue solicitado en el museo— le informa al darse cuenta de que buscaba la chica, lo que provocó un leve sonrojo en esta cuando escucho el nombre del ninja verde y al sentir vergüenza por ser tan obvia. Ese sonrojo no paso desapercibido por los presentes, quienes sonrieron entre burlones y felices de ver su interés por el ninja verde— hubo un allanamiento y su presencia fue requerida— finaliza su explicación de forma tranquila.

Alice: ya veo— comenta casi en un susurro, lamentándose el no haber podido despedirse de él antes de partir a su aldea, pues iba a extrañar verlo en esos días y como no sabía cuanto tiempo le tomaría estar en su aldea, quería ver la sonrisa del rubio antes de irse. Finalmente, suspira resignada para levantar una mano, comenzando a caminar fuera del local— ¡volveré apenas pueda y suerte con los volantes!— les dice a sus amigos quienes le devuelven el gesto para despedirse de ella.

Tú en Ninjago (Libro 3 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora