Tú en Ninjago (Libro 3 de 3)

capitulo 5

Narrador omnisciente

Después de que terminaran de limpiar el lugar, Alice y _ le comentaron al Sensei que necesitaban salir unas horas con la excusa de que la pelinegra necesitaba la ayuda de la castaña para resolver algo en la aldea donde ella vivía. Claramente, ante esto, los ninjas se ofrecieron a ayudar, pero la de ojos color avellana de forma amable y agradecida les dijo que con la ayuda de _ estaría bien, por lo que los chicos simplemente les pidieron que se cuidaran y volvieran antes del anochecer porque se preocupaban por ambas.

Cole: Alice— le llamo mientras la castaña hablaba con los demás chicos prometiéndoles que no se esforzaría de más. La pelinegra le miro esperando sus palabras, aunque ya se imaginaba lo que le diría— por favor cuídala— le pidió con preocupación causándole ternura a la chica, ya que se daba cuenta de cuanto quería el de ojos negros a su amiga— últimamente no se ve bien y me preocupa— le informo con pesadez.

Alice: no te preocupes— le respondió con una sonrisa que tranquilizo al chico puesto que podía confiar en esta para pedirle aquella misión importante para él— yo la cuidaré y volveremos al anochecer— le comunico al pelinegro quien sonrió asintiendo para irse al lado de la chica que hacía su corazón latir fuerte para pedirle de igual forma que se cuidara y para darle un beso cálido en la frente que la hizo sonrojar de forma violenta haciendo reír a los presentes.

Ambas ninjas se fueron en el dragón elemental de la pelinegra en el cual volaron un par de horas hasta llegar a la casa del padre de la castaña, quien se bajó al instante de un solo salto del dragón para correr hasta la puerta, la cual toco frenéticamente esperando al fin poder ver a su progenitor al cual había extraño toda la semana. Ante la insistencia de los golpes en la puerta, el de cabellera café oscura casi color negro abre la puerta con el ceño fruncido, ya que lo estaban molestando en su rutina de ejercicio, pero al ver de quién se trataba todo rastro de molestia desapareció de su rostro y fue reemplazado por una amplia sonrisa que parecía brillar.

Cliff: ¡hija mía!— le dice más que emocionado abrazando con fuerza, siendo correspondido al instante por su hija quien sintió su corazón cálido— te extrañe— comento con sinceridad dándole más alegría a su hija quien sintió emoción por estar con él.

_: yo igual te extrañé, papá— confeso con cariño separándose del abrazo de su padre para verlo con una sonrisa la cual fue devuelta. El hombre miró detrás de su querida hija dándose cuenta de que había una muchacha viéndolos, por lo cual supuso que era amiga de su hija.

Cliff: ¿quién es ella?— le cuestiono a la castaña casi en un susurro. La de ojos color miel se acercó a la pelinegra para llevarla frente a su padre con el cual estrecho su mano— un placer conocerte, mi nombre es Cliff Gordon— se presentó con una sonrisa amistosa, la cual cambia a una orgullosa y arrogante— actor que interpreta al personaje Fritz Donnegan.

Alice: es un placer señor Cliff— le responde con amabilidad y cortesía dejando de estrechar su mano— soy Alice, amiga de _— se presenta mientras apuntaba a la castaña quien asintió.

Cliff: si eres amiga de mi hija, eres más que bienvenida— le comenta mientras largaba una carcajada alegre para posteriormente darles el paso al interior de su casa— ¡pasen, les daré unas galletas que hice ayer!— les ofrece haciendo que ambas chicas sonrían y entren entusiasmadas por querer probar de aquellas galletas.

Ambas se sentaron en los sofás de la sala de estar mientras la pelinegra miraba maravillada el lugar, pues jamás había visto una casa tan linda y con tantos adornos del personaje de Fritz Donnegan.

Alice: qué linda casa tiene señor— le comenta al padre de la castaña cuando estaba llegando al lugar con las galletas— me gusta la estética que implemento— dice tomando una galleta al mismo tiempo que su amiga, las cuales degustaron al instante comprobando que estaban deliciosas y que podrían comerlas todo el día.