so what if you taste just like heaven?
advertencia: contenido +18
Seungmin estaba frustrado, la paciencia se le escapaba como la arena de un reloj. No sabía que era posible estar tan físicamente atraído hacia alguien al punto de tener que necesitar el contacto de esa persona para poder seguir funcionando correctamente.
Seungmin estaba asustado de ser consciente del terrible poder que poseía Hyunjin sobre de él cuando con sus varoniles manos trazaba su rostro hasta llegar a sus labios mientras dormía por las mañanas. La manía que tenía Hyunjin de hacerlo caminar a su lado poniendo una mano en su espalda baja mientras discutían a manera de broma por la cosa más insípida posible.
El olor de Hyunjin que parecía ser desprendido naturalmente de su pecho y al que se había vuelto prácticamente un adicto cuando recostaba su cabeza en él, incluso en sesiones diurnas cuando el mayor no salía de su oficina. Seungmin se aburría del silencio entre los dos, le incomodaba no ser el centro de su atención. Cuando Hyunjin lo notaba tan solo extendía la mano y con dos dedos hacía una señal que le indicaba acercarse. Seungmin amaba hacerlo, sentir el brazo del hombre apretar su cintura mientras dejaba un beso en sus hombros.
La cercanía que mantenían era apenas contenida frente a ajenos, el pudor no existía para Hyunjin. Tan solo paraban su acto adolescente cuando escuchaban renegar a Christopher o, de lo contrario, a Minho. El último nunca interiorizaba sus pensamientos y les hacía saber lo repulsivo que encontraba verlos juntos. Seungmin tan solo reía.
Hyunjin no paraba de marcar su cuello cada mañana mientras cepillaban sus dientes y se alistaban para el día. La parte del armario pertenecía a Seungmin en al menos una buena mitad ahora, Hyunjin le había comprado mucha ropa a su gusto. Él también lo cargaba y lo ponía sobre el lavabo de mármol y jugueteaba con sus muslos expuestos mientras limpiaba restos de espuma de afeitar de su afilada mandíbula. Seungmin sentía un calor en su vientre cada vez que tenía el privilegio de ver a tan magnífico hombre alistarse por las mañanas.
Seungmin había intentado de todo a ese punto para lograr que Hyunjin lo deseara de la misma manera en la que él lo hacía. Podían llamarlo un ridículo desesperado (lo cual Minho hacía en repetidas ocasiones) pero simplemente no le importaba.
Las miradas de Hyunjin lo alimentaban de seguridad cada que lograba obtener una reacción en el hombre pelinegro al ver la forma tan deliberada que tenía de exponer sus clavículas, usar ropa ajustada en zonas particulares que no representaban un gran reto a su seguridad pero que definitivamente llamaban la atención. Ni Wonho ni Inseong tenían ya permitido escoltarlo desde hacia una semana por orden directa de Hyunjin cuando éste estuviera cerca, lo cual era prácticamente todo el tiempo.
"No necesitas a nadie más protegiendo tu vida cuando estoy yo." Había explicado Hyunjin cuando Seungmin preguntó del por qué Wonho no estaba más con él.
Minho no estuvo de acuerdo. Dijo que era una evidente advertencia de que en cualquier momento Hyunjin aprovecharía para matarlo y que lo haría en cuanto bajara la guardia. Seungmin tan solo asentía y le prometía que tendría más cuidado mientras pensaba en lo siguiente que podría hacer para provocar a la persona con la que compartía sus noches.
La rutina era la misma cada que la luna vigilaba el cielo. Hyunjin y Seungmin hablaban de cosas que les hacía darse cuenta de gustos similares, distintos o completamente nuevos que tan solo se puede saber con la convivencia diaria. Después, hablaban de distintas variantes para su posible futuro juntos que los hacía reír y preocuparse al mismo tiempo. Terminaban con anécdotas que los hacían reír y, la mayoría de las veces, discutir con tal de llegar a saber quien era capaz de luchar más por tener la razón. Seungmin siempre ganaba. Hyunjin era persistente con la idea de tatuarle su apellido en su cuello, a lo que Seungmin respondía que lo hablarían después de volver a ver a Changbin.
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filled with poison || hyunmin
Fanfiction[ 𝗲𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗰𝗲𝘀𝗼 ] las dos organizaciones delincuentes más poderosas de seúl habían mantenido la paz por varios años para evitar conflictos innecesarios. sin embargo, un chico de rostro precioso ha roto ese acuerdo de paz tras sus noches de di...