Familia errante -COMPLETO-

Capítulo 6: Un día entre un niño y una niña

Capítulo 6:

Durante la semana siguiente, la alianza Loki Familia se solidificó. Lefiya se unió a Elwin, Haruhime, Otohime y Ryuu en sus viajes diarios a la mazmorra. Mientras tanto, Mikoto y Urashima comenzaron a entrenar con los gemelos amazónicos por la noche. Lily comenzó a tomar lecciones de táctica de Finn, y Welf estaba en conversaciones para comenzar a hacer espadas mágicas para Loki Familia. Estas agrupaciones fueron notadas pronto por el resto de Orario. La imagen pública de ambas Familias se levantó, y la gente pronto se dio cuenta de que interactuar con uno significaba interactuar con el otro. La única pregunta era, ¿dónde estaba la princesa espada o el pie de conejo? Estas fueron las preguntas en boca de todos, ya que incluso Hestia y Loki, que se sabía que se odiaban, habían empezado a salir a la ciudad con sus compañeros dioses y diosas.

Bell estaba preocupado porque Ais seguía esquivando la cuestión de cuándo comenzarían a entrenar. Ella seguía diciendo que había asuntos que atender, pero Bell estaba preocupada. Pensó que habían pasado la incomodidad. Pensó que finalmente iban a tratar de trabajar juntos de nuevo. Debido a su preocupación, siguió molestando a la Princesa Espada para cuándo. Finalmente, Ais cedió y acordó establecer su primera sesión de entrenamiento desde el regreso de Bell. Sucedió temprano en la mañana como solían hacerlo. Ambos esperaban jugar a la normalidad. Bell se encontró con Ais en la parte superior de la pared que rodea a Orario. Estaba parada con lo que parecía ser una canasta de picnic en la mano.

"Supongo que por eso me querías aquí antes del desayuno?" le preguntó a Bell, que ya estaba empezando a ponerse un tenue tono rojo. Tenía que recordarse a sí mismo que ella no entendía lo que esto podría significar para ellos como un par de aventureros.

Ais asintió antes de abrir la canasta y sacar una manta. Ella lo desarrolló y lo extendió para que los dos lo compartieran. Para el desayuno, había traído hojaldres de papa, agua, y eso fue todo. Bell se rió levemente de la determinación de Ais, pero Ais se dio cuenta rápidamente de él. Ella le informó a Bell que estos eran todos los sabores únicos que se había perdido en el último año. Aparentemente, por eso su entrenamiento tuvo que esperar una semana. No había querido comenzar hasta que los encontró a todos. Para el primero, hizo un punto particular de ofrecer darle de comer a Bell. Ella era bastante incesante al respecto, diciendo que Riveria dijo que era lo mejor que podía hacer. Después de alimentar a Bell, ella procedió a tomar su propio bocado. Esta acción fue casi demasiado para Bell. El pobre muchacho estaba a punto de desmayarse.

"Señorita Ais", Bell de repente dejó de hablar cuando Ais lo miró. Él tosió: "Quiero decir, Ais", que recibió una pequeña sonrisa, "¿qué planeabas entrenar?" Las hojaldres de papa eran encantadoras, pero no quería desperdiciar todo el día. Tenía que hacerse más fuerte; eso era lo que importaba.

"Deberíamos comenzar con el combate. Necesito ver cuánto has cambiado en el último año ", respondió Ais, hablando en torno a un bocado de hojaldre de papa. Riveria siempre dijo que era de mala educación hacerlo, pero a Bell no parecía importarle.

"No me vas a noquear por almohadas, ¿verdad?"

Ais miró hacia otro lado. En lugar de responder, se levantó y sacó su espada de su vaina, colocándola en el suelo. Luego giró la vaina en círculos perezosos para aflojarse.

Bell se unió a ella de pie y comenzó a girar su Hestia Knife entre sus dedos. Solo había venido con una espada hoy desde que olvidó su otro cuchillo en casa. Los dos tomaron posiciones listas uno frente al otro, esperando que uno hiciera un movimiento.

Bell tomó la iniciativa, bajando con su cuerpo. Su espada trazó un arco apretado, no para cortar sino para interceptar la vaina entrante. Usó su mano libre para lanzarse y golpear el abdomen de Ais. La princesa espada gruñó por el ataque sorpresa. No había esperado que Bell peleara tan bien. Mientras se movían de un lado a otro en la pared, ella vio que él usaba más su cuerpo entero. Combinó golpes de cuchillo con patadas y golpes. Sin embargo, había más que eso. Era como si cada una de sus huelgas tuviera algún tipo de ira o resentimiento. Fue una tormenta viciosa.