Familia errante -COMPLETO-

Capítulo 26: Amor, necesidad y deseo

Capítulo 26:

Lili estaba sola en Altena. En el momento en que Mikoto entró en el coliseo de Nike y la puerta cayó detrás de ella, el ciruelo no tenía a nadie a quien recurrir. Armada con solo una carta para la Diosa Atenea, Lili se vio obligada a abrirse camino a través de la ciudad. Ella vino a la Casa del Búho, donde residía el gobierno de la ciudad y fue excluida en la puerta.

"Lili dijo que está aquí para ver a Lady Athena!" Agitó su carta de un lado a otro. "Ella tiene las presentaciones necesarias; ¡ahora déjame pasar!"

"No se puede hacer, erizo callejero", respondió un guardia. Llevaba una capa blanca, sujeta con el sigilo de la rama de olivo.

Lili miró su ropa y maldijo su ineptitud. Su camisa estaba irregular y llena de parches. Sus pantalones cortos, que nunca encajan en primer lugar, solo se habían vuelto más raros en los últimos meses. Ella frunció el ceño, miró al guardia y luego regresó a la ciudad.

Tenía algo de moneda, pero no lo suficiente para un juego de ropa adecuado. Ella consideró sus opciones. Hubo carteristas y robo general, pero ahora era mejor que eso. Ella vagó por las calles, buscando oportunidades. Luego vino al mercado. Los comerciantes gritaban por mercancías, y ella veía a la gente intercambiar y intercambiar armas y armaduras. El ciruelo miró la única espada mágica que había traído consigo para defenderse y sonrió.

Una docena de intercambios después, y Lili tenía la espada mágica y la mitad vale en valis. También había adquirido un nuevo juego de ropa. La blusa estaba perfectamente adaptada y sus pantalones nuevos se sentían bien y limpios. Pasó la noche en un exclusivo Inn donde el ciruelo se bañaba en caliente y comía en caliente. Lili estaba orgullosa de lo que había logrado. También entendió que tenía suficiente dinero para escapar. Haz esto por el resto de su vida y retírate feliz. Pero eso nunca fue realmente una opción.

Al día siguiente, Lili se acercó a las puertas, sintiéndose mucho más segura. Los guardias no sentían lo mismo. De nuevo, rechazaron sus intentos. Pero Lili solo sonrió.

"Cuál es el problema?" Lili sacó una bolsa de monedas, "¿Me dejará entrar?"

Ahora los guardias estaban frunciendo el ceño.

"Crees que seremos influenciados por pequeños sobornos?"

"Lili sabe que lo harás. Fuiste sobornado la semana pasada por el líder del gremio de comerciantes."

Ser pequeño y tener acceso a la magia de transformación tenía sus ventajas. Lili había descubierto muchos secretos con un par de preguntas puntiagudas.

"Ahora, toma el valis que Lili está proporcionando, o haz que tus secretos se revelen a tu preciosa Lady Athena."

Los guardias suspiraron y se alejaron. Dejaron entrar a Lili, y el ciruelo siguió mintiendo y amenazando mientras caminaba. A veces no sabía si las amenazas eran reales, pero todas las personas eran iguales. Tenían sus secretos y contaban sus mentiras. Finalmente, Lili se encontró cara a cara con el guardia principal. Esto fue cuando ella presentó su carta. Solo pasó un minuto antes de que la dejaran entrar en la sala del trono. Entonces, ella comenzó a aprender.

En el presente:

Con la fiesta, Lili se había detenido a sentarse sola. Habían llegado al piso treinta y cuatro y se habían reunido con los otros Xenos, pero ahora estaban descansando. Los otros le habían dado algo de espacio, pero ella sabía que todos estaban preocupados. Sin embargo, a Lili no le importaba eso; estaba demasiado ocupada pateándose por su ineptitud. Nuevamente, ella había fallado, y ahora Bell y Ryuu habían sido barridos.