Familia errante -COMPLETO-

Capítulo 7: Todo lo que queda es luchar

Capítulo 7:

Solo quedaban un par de días antes de que comenzara el torneo. Todos los miembros de Hestia Familia que participaron en el concurso ya se habían registrado, y la ciudad estaba comenzando a hacer preparativos. Cada día entraban más viajeros por las puertas; algunos de ellos eran turistas, aquí para el espectáculo, mientras que otros eran comerciantes con la esperanza de capitalizar las festividades.

Sin embargo, a Ryuu no le importó nada de eso. Lo único que le importaba era asegurarse de que su Familia recibiera todas las herramientas que necesitaban para tener éxito. En este momento, eso significaba entrenar a Mikoto. En el patio de la anfitriona de la fertilidad, el elfo y el samurai se doblaron. Actualmente, Mikoto estaba usando un par de plumeros que le había prestado a Lunoire. Sin embargo, eran solo ellos dos, las camareras tenían que hacer su trabajo y Aisha tenía negocios con su Familia para atender.

Cuando Ryuu balanceó su hoja de madera, observó el juego de pies de Mikoto. La joven de cabello negro lo había hecho bien, cambiando a una postura de lucha a puñetazos. Sus golpes fueron rápidos, pero la llevaron de seguimiento. Era evidente que Mikoto estaba poniendo todo en la pelea. Dicho...

"OW!"

Ryuu había visto a través de la postura de Mikoto y la golpeó sin protección abdominal. La joven se había extendido demasiado, dejándola abierta para el ataque. Mientras Mikoto retrocedía y se preparaba para continuar, Ryuu le pidió que se detuviera.

"Eso es suficiente para hoy Mikoto", dijo el elfo.

"No, lady Ryuu! ¡Debo seguir entrenando!" Había luz desesperada en los ojos de Mikoto, para probar algo.

Ryuu sacudió la cabeza, "Estamos a solo unos días de distancia ahora. Descansa Mikoto, tu cuerpo necesita tiempo para prepararse ", sonrió Ryuu," Esa es una orden de tu vice-capitán, ¿entiendes?"

Parecía que Mikoto iba a discutir, pero Ryuu se salvó del dolor de cabeza cuando Helun salió con sándwiches.

"Aquí van, ustedes dos, hice el desayuno!" dijo la chica de canas.

Ryuu casi pensó que era su vieja mejor amiga con su uniforme y su cabello recogido. Ahora, sin embargo, no vio nada de la alegría en los ojos ni la boca hacia arriba que siempre estaba sonriendo. Helun se parecía a su vieja amiga Syr, pero no eran lo mismo. Pensar en ello todavía puso a Ryuu increíblemente triste. Una de las únicas personas en las que había aprendido a confiar, y había estado mintiendo durante años. La sensación de traición de Ryuu a Freya, Syr y Helun fue más profunda de lo que podía describir. Incluso más profundo que eso entre Bell y Ais. El joven elfo no solo había perdido a su mejor amiga; ella había perdido a la persona que la ayudó a levantarse de su oscuridad hace tanto tiempo.

La noche en que habían festejado después de su expedición, partes de las cuales Ryuu todavía no recuerda, el elfo y no-Syr se habían sentado para hablar. Helun, que prefería llamarse Syr, le contó a Ryuu la historia de su vida. Ella también explicó los efectos de su magia. Todos esos años, había sentido las emociones de Freya hacia todos en la posada, incluido Ryuu. Helun había comenzado a sentir que eran su familia, y ella había llegado a amarlos, a pesar de que no los había conocido. Después del ataque de Freya Familia en el vuelo posterior de Xenos y Hestia Familia desde Orario, la joven descubrió que no tenía a dónde llamar hogar. Freya Familia se negó a dejarla volver, ya que su secreto había sido expuesto. Fue entonces cuando Mamma vino y le ofreció un nuevo comienzo como verdadera camarera. Ahora, Helun, a quien Ryuu no podía llamar Syr,estaba tratando de recuperar su lugar con su familia. Fue lento.

Ryuu y Helun tuvieron una larga conversación esa noche. Helun se disculpó, rogó perdón y dijo que quería ser amiga de Ryuu de verdad. Ryuu acordó tentativamente intentarlo. En realidad, Ryuu amaba a su Familia con cada fibra de su ser, pero extrañaba a la mejor amiga que había sido como una hermana para ella. Tal vez fue una mala idea confiar en Helun, pero Ryuu decidió ser egoísta, solo por esta vez.