Lisa
Berlín
Ignoro la hora y mi humor tomando la taza de té sobre la mesa , tomo los panecillos empezando a desayunar mientras acomodo mi bata sintiéndome cansada aun, a pesar de las pocas de horas de sueño que tuve .
La empleada del hotel deja todo lo que trajo sobre la mesa antes de marcharse dejándome sola en medio del comedor , como a pequeños bocados recordándome mentalmente todo lo que tengo que hacer hoy , mañana por fin volveré a Italia.
Tomo otro panecillo cuando escucho sonidos en el pasillo logrando que mi movimiento se congelan al ver la figura que entra en el comedor , el frota su rostro antes de dedicarme una mirada al captar mi presencia , trato de ignorarlo pero no puedo evitar verle el pecho descubierto el cual es adornado por los tatuajes de su brazo izquierdo que llegan hasta una parte de su pecho , incluyendo la pequeña frase que le adorna las costillas .
-¿Disfrutas la vista? - siento que mis mejillas se calientan cuando su mirada se topa con la mía .
-¿Qué tal tu noche? – lo irrito queriendo desviar la conversación.
- Fue mala ,pero me mantiene en pie el saber que peor será tu castigo – trato de ocultar mi sonrisa pero no tengo éxito.
- Si me tocas romperás el mano a mano – amenazo mientras el se acerca más de lo que debería tomando un panecillo de la mesa .
- Olvide decírtelo, me gusta lanzar el último golpe – Sonríe llevándose el panecillo a la boca con la mirada fija en mi .
- ¿No se supone que ya te deberías de haber ido? – trato de desviar la conversación al sentir un ligero cambio en la habitación.
Trato de no actuar nerviosa cuando su mirada se desvía hacia mi pecho llevando mi mirada hacia el mismo lugar donde noto que la bata se abierto revelando el pijama que muestra más de lo que debería, me arreglo la bata logrando que el vuelva a mirarme a los ojos con algo distinto en su mirada .
-¿Tienes algún problema en que siga aquí? – su carácter cambia de manera abrupta .
- No claro que no, simplemente creí que tu….
- No creas nada sobre mi .En primer lugar tu no me conoces y te recuerdo que este sigue siendo mi departamento. Puedo permanecer aquí el tiempo que quiera - Aprieto el agarre sobre la taza en mi mano escuchando cada una de sus palabras .
- Recuerdo muy bien que este es tu departamento y créeme que si por mi fuera me habría ido desde hace mucho – Me levanto de la mesa sin ganas de seguir comiendo .
El no responde y eso me enfurece más, Primero actúa bien y luego se comporta como un idiota de un momento a otro, No entiendo sus cambios de humor. Dejo todo aun lado tomando mi teléfono para marcharme de camino a la habitación pasando por su lado de manera obligatoria.
-¿Dónde crees que vas? – me detengo a un lado de el .
- Lograste que se me quitara el apetito – sigo mi camino dejándolo solo en el comedor. Entro a la habitación cerrando de un gran golpe.
Me despojo de la bata amarrando mi cabello con unas pinzas antes de dirigirme al baño mientras susurro lo idiota que es el hombre dentro del departamento. Duro pocas horas en la ducha pero al salir vuelvo a la cocina que para mi Paz mental esta vacía, tomo algunas cosas para comer y vuelvo a entrar a mi habitación donde me dedico la mitad del tiempo en comer y trabajar.
Luego de dos horas me siento sobre la cama desarmando el arma que mi padre me dio , Me encargo de limpiarlo según lo aprendido mientras observo las noticias , El reporte sobre el día importante para los Ferguson empieza cuando termino de armarla antes de introducir el cartucho y cargarla apagando la televisión al ver la hora .
Falta un cuarto para las tres y debo empezar a arreglarme si quiero estar lista a tiempo para el evento de esta tarde.
Me veo al espejo mientras me arreglo preguntándome aun como esta Álvaro, No debo de pensar en el pero no puedo evitar preocuparme, ya paso una noche y no hay noticias ni buenas , ni malas y eso me preocupa porque una noticia es mejor que estar en la duda .
El arreglarse para el evento se siente como algo de mi vida diaria. Termino con el vestido y me interrumpe una llamada que para mi alegría resulta ser Leo.
- ¿Como esta la amiga más Sexy que tengo? – No puedo evitar la sonrisa que se forma en mis labios. El tiene un don a la hora de alegrar mis días.
- Triste y aburrida sin su coqueto amigo – le sigo el juego .
- Para tu suerte tu mujeriego favorito está más cerca de lo que crees – Escucho toques en la puerta del departamento y mi boca se abre con sorpresa.
- ¡Debe ser una broma! – Camino a pasos rápidos hacia la puerta sin ni siquiera cerrar el vestido.
- Habré rápido o puede que decidan raptarme al ver a un chico tan sexy como yo en medio del pasillo – Abro la puerta de un tirón yéndome encima del castaño que me recibe al igual que siempre. No sabe cuanto me alegra saber que tendré su compañía toda la tarde.
- Pensé que no vendrías – susurro mientras me alejo viendo la elegancia con la que viste realzando sus atractivos.
- Mi madre decidió venir a último minuto, Esto es importante para mi Tío al igual que para Alex. El faltar significaría romper el pacto familiar – Me hago aun lado dejando que su presencia tome el departamento que observa muy curioso.
Camina viendo entre los estantes en busca de algo pero no encuentra mas que arte costoso y botellas de alcohol de cada país.
- Me imagino que viniste a escoltarme .
- Es mi deber cuidar tu imagen y que mejor llegada al evento que conmigo. Serás la envidia de todo Berlín – toma camino hacia las habitaciones hasta llegara la principal.
Lo sigo de cerca terminando de ajustarme el vestido y colocándome los tacones para estar lista mientras el espera paciente observando todo solo unos minutos porque luego se deja caer sobre la cama.
- ¿Cómo es que nunca has estado aquí? – Es fácil deducirlo por la forma en la que observa el lugar.
- Alex es un amargado que no deja subir a nadie aquí. Una vez trate de colarme, pero la alarma alerto a todo el hotel y creyeron que estaba robando. Nunca más volví a intentarlo después de eso.
- Perdiste tu tiempo, no hay nada interesante aquí – Era un simple departamento.
- Lo dice la chica que durmió en la cama de mi primo – Su sonrisa es maliciosa – Aun me pregunto si ¿Alex vino incluido en el paquete de la habitación? o ¿Tu lograste incluirlo? –
- No empieces – Amenazo, pero su sonrisa no se elimina si no que crece al sentir la textura de las sábanas.
- Vamos, Admítelo. Son sabanas suaves apostaría lo que sea a que disfrutaste acurrucarte en ellas -La Almohada que lanzo se estrella sobre su cara logrando que estalle en una carcajada ronca mientras a mi no me hace gracia su chiste.
- Si vuelves a insinuar algo te lanzare un zapato – su risa se detiene, pero sus ojos siguen iluminados con diversión.
- Solo digo que entendería si el frio de Berlín te hizo buscar…calor extra – La risotada se le escapa rápidamente, a la misma velocidad que me agacho para tomar el zapato que le lanzo con fuerza pero lamentablemente esquiva quedando pasmado al ver que golpea la pared .
- ¿Acabas de lanzarme un tacón? – me encojo de hombros al ver su sorpresa.
- El zapato estaba muy lejos – su mandíbula cae.
- ¡Pudiste matarme!
- ¡Te dije que te callaras! – le apunto – no hiciste caso –
- Porque nunca creí que lo harías y menos con maldito tacón – señala la pequeña grieta que dejo el zapato en la pared y puede que lo haya lanzado con mucha fuerza.
- Estas exagerando – susurro sin mirarlo
- ¡Exagerando! Si no lo hubiera esquivado estaríamos de camino al hospital con tu tacón en mi cuello. No creo verme bien con una herida en el cuello y me niego a tener que usar bufanda el resto de mi vida para cubrir la espantosa cicatriz – estaba delirando, su mente se estaba yendo más allá del problema.
- Estas dramatizando. sabía que lo esquivarías.
- ¿Enserio? – se cruza de brazos al verme y yo lucho para que no se me escape una risa nerviosa al verlo a la cara mientras asiento.
- Claro que sí, tienes buenos reflejos – Al menos el cincuenta por ciento lo era. Parece que lo convenzo lo suficiente para que una sonrisa de orgullo aparezca.
El parece no querer hablar de tema lo que agradezco y aprovecho dándome los últimos retoques a mi vestuario. rodeo la habitación tomando mi tacón. Arreglo la pequeña bolsa diseñador que llevare promocionando una marca y camino hacia el .
-Estoy lista – me da un retoque con la mirada antes de ponerse de pie.
- Ya era hora – Sonríe complacido acercándose al control remoto. la Noticia aún está puesta y el anuncio de última hora llama mi atención.
- Espera – la habitación empieza a volverse fría.
Una reportera joven aparece frente a la cámara reportando el hallazgo de un cadáver de pocas horas de muerto, No me muevo sintiendo un nudo en el estómago con anticipación , informan que el cuerpo fue encontrado sin manos y con múltiples fracturas en el cuerpo.
Cuando la pantalla muestra la imagen borrosa de Álvaro, mi corazón se detiene. Era él, no había duda. La identificación encontrada en el cadáver confirmaba mis peores temores. El aire se escapó de mis pulmones, y un sentimiento abrumador de culpa me inunda. Había creído que estaría a salvo, ¿Que solo querían hablar con él?, creí en la palabra de un asesino, fui una tonta.
Mis rodillas flaquean y no puedo evitar caer sobre la cama mientras lucho porque las lágrimas de culpa no toquen mi rostro. ¿Cómo pude haber sido tan ingenua? Creí en blanco en un mundo donde sol existe el negro. La realidad de mis acciones me golpea con fuerza, Había sido cómplice de su asesinato.
Leo se acerca rápidamente a mi hablando mientras yo lucho por controlar mi respiración y esconder la culpa que me oprime más cada segundo pensando en lo que hice , Manche mi conciencia , Lo entregue . Las palabras de Leo se vuelven lejanas, me llevo las manos al rostro queriendo retroceder el tiempo y ver la forma de hacer algo más.
El era un padre, Un Esposo y por mi culpa no lo volverán a ver. Es mi culpa que este muerto, Yo lo entregue a manos del diablo sabiendo en el fondo cuál sería su destino.
Me toman el rostro, Leo me susurra las palabras entrenadas mientras me alza las manos pidiéndome respirar con la mirada fija. Estoy sufriendo un ataque, imito su respiración llevándome una mano al pecho para sentir mi acelerado corazón.
Vuelvo a regular mi respiración y el no me suelta la mano mientras sus palabras vuelven a llegar a mis oídos nuevamente.
- El agua esta calmada, la brisa es fresca, el sol se pone y los pájaros cantan. Todo esta bien, Lisa. Estas a salvo – habla con voz suave llevándome a cerrar los ojos donde visualizo las imágenes que me dan la tranquilidad suficiente para soltar sus manos.
- Estoy bien
- ¿Qué fue lo que paso? Pensé que no tenías ataques desde los quince años – involuntariamente mi mirada va a la televisión. Él lo nota apagándola al instante.
- Necesito un minuto sola – Duda al escucharme – por favor –
Su mirada es de duda, una duda que deseo calmar poniéndome en pie para que note el regreso de mi fuerza. Su duda se disipa y al final de su guerra interna cede asintiendo.
- Bien te daré diez minutos. Pero no me alejare mucho.
Nunca espere que lo hiciera, Su instinto protector no se lo permito y me gusta saber que le importo a alguien. Sale dejándome a solas, espero un minuto para calmar mi mente y apagar mi culpa antes de tomar el teléfono en el que se refleja el nombre del hombre con el cual deseo cobrar mi rabia. Hago la llamada y con cada tono siento el picor en mi palma crecer hasta que me manda a buzón. Vuelvo a intentarlo dos veces mas recibiendo la misma respuesta.
Los diez minutos terminan y mi mejor amigo parece tener un cronometro en la cabeza porque abre la puerta asomándose levemente.
-¿Estas lista o necesitas más tiempo? – la llamada vuelve a entrar a buzón y mi mano cae cansada de esto. Damien puede esperar necesito un día de paz.
- Estoy lista.
Camino hacia el que me tiende el bolso que tomo al dirigirnos a la salida. El elevador privado lleva a la salida donde el noto la belleza de la tarde, Esperamos el auto viendo los reporteros que rodean aun taxi recién llegado que se niega abrir sus puertas. Traen el auto y sigo a Leo que se pone en marcha.
- Puedo preguntar: ¿De donde sacaste el auto? – El Rolls-Royce Phantom no es algo que le haya visto antes.
- ¿Te gusta? Forma parte de la gran colección de mi tío. Es una belleza – Si lo era, pero era aún más sorprendente que Jean se lo haya dado.
Su música es puesta en la radio y da un sonido de aprobación antes de intensificar el volumen cantando las mejores partes, acelera el paso alborotándome el cabello con la brisa.
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Makler
Teen FictionLisa Makler es una universitaria con un gran imperio por heredar gracias a su padre , su vida toma un giro inesperado cuando su padre es arrestado y le toca a ella hacerse cargo de los negocios de su padre no solos los legales si no también los que...