Pov Jennifer
Hoy cumplo veintiséis años, y la única fiesta que voy a tener es un montón de gente quejándose en la sala de urgencias en el hospital. Cuando te haces médico acabas acostumbrándote a tener guardia en días como tu cumpleaños o Navidad, así que está bien. De todas maneras, todas mis amigas también tienen guardia, así que será... una guardia de cumpleaños. Llena de gente quejándose.
Han habido muchos cambios para mí en los últimos años. Me puse las pilas en el instituto, y acabé entrando en la universidad de medicina. Sí, quién lo diría. Mis deseos de irme del pueblo donde siempre había vivido se hicieron realidad, y hace un año que vivo en Nueva York, trabajando en uno de los mejores hospitales del país. Mi vida transcurre en el hospital, mis amigas están en el hospital, mi trabajo, mis horas del día. Aquellos que dicen que los médicos no tienen vida fuera del hospital, tienen razón. Al menos conmigo.
-¡Feliz cumpleaños! - Amanda me abraza por detrás fuertemente y me da un beso en la mejilla mientras camino por los pasillos del gran hospital. Amanda también habla español, y es mi mejor amiga. Antes trabajaba en un hospital en España, pero hace poco se mudó aquí, y ahora somos inseparables.
-¡Y tan feliz! Me han asignado urgencias, y voy a pasarme todo el día cosiendo cortes. - Digo, con desgana. - Happy birthday to me...
-Después de la guardia nos vamos de copas, ya lo he hablado con las demás. - Dice Amanda, tan sonriente como siempre, ignorando mi comentario negativo. - Ánimo con esos cortes Jenn - dice, burlándose.
-Fuck you. - Le digo en voz alta, mientras cada una se va por su camino. Yo me dirijo a la zona este del Hospital.
-You love me. - Es lo último que me dice antes de desaparecer. Bostezo y le doy un trago a mi café, preparándome para el día.
Veintiséis años. Vaya, el tiempo pasa muy rápido. Si la Jennifer de hace ocho años me viera ahora, no me reconocería. Me he independizado, tengo un buen trabajo, dejé de fumar. Hasta tengo un gato en mi apartamento que se llama Riley. Salgo de mis divagaciones cuando entro por las puertas de la sala de urgencia. Vaya, hoy parece que está bastante movido.
-Jennifer - dice una voz masculina, mi jefe Jack. - La cama seis y la trece necesitan suturas, cuando acabes avísame. Hoy estamos hasta arriba. - Me dice en inglés, que ahora entiendo perfectamente y hablo con mucha fluidez. Yo me limito a asentir.
-No problem. - Le digo, y me dirijo hacia la cama seis. Agito la mano un poco, parece que voy a pasar la mañana cosiendo.
Corro la cortina que separa el pequeño cubículo del resto de la sala, y dirijo mi mirada al papel que tengo delante, el historial del paciente. Ninguna operación anterior, ninguna alergia...
-Okay... - Empiezo, y dirijo la vista hacia arriba del papel para leer el nombre del paciente - Emma García.
Emma García, me resulta bastante familiar. Me recuerda a... No puede ser. Abro los ojos como platos y me topo con unos ojos marrones mirándome fijamente. Unos ojos demasiado familiares, que hacen que no sienta los pies y que mi mente se nuble un poco. No puede ser. ¿Emma?
-¿Jennifer? - Me dice, con un tono de sorpresa. Aunque no está tan sorprendida como yo, que no puedo pensar con claridad. - ¿Ahora eres médico?
-Eh... sí, supongo que sí - digo, soltando una carcajada nerviosa y sin saber qué hacer. Entonces noto el corte que le recorre casi media frente, y el labio roto sangrando. - ¿Q-qué te ha pasado?
En seguida me acerco para examinar las heridas, y la de la frente necesita indudablemente suturas. Ella duda en contestar, y noto cómo se pone nerviosa mientras le aguanto la cabeza para mirar mejor la herida.
-Yo... me caí por las escaleras y mi frente aterrizó sobre la esquina de una mesa - Dice, con tanta credibilidad como la de un niño cuando ha hecho algo mal. Yo simplemente asiento y me pongo a limpiar la herida, a lo que ella hace una mueca de dolor.
-Y, ¿Qué haces aquí en Nueva York? - Intento hacer conversación mientras paso el desinfectante por la herida.
-Mi novio... él se quería mudar aquí por un tiempo, y supongo que aquí estoy - Dice, con voz insegura. - Es empresario, y le han trasladado... ay! - Dice cuando empiezo cosiendo el corte.
-Tenías que golpearte la cabeza como escusa para verme otra vez, ¿eh? - Digo, soltando una carcajada y ella también se ríe, haciendo una mueca de dolor por el labio roto. - Irónico, no es la primera vez que te curo un labio roto.
Nos ponemos serias otra vez, y ella me mira fijamente, como si estuviera mirando justo dentro de mi alma. Estamos así un momento, y luego ella vuelve a sonreír irónicamente.
-Doctora Jennifer González. -Dice, y yo pongo los ojos en blanco mientras ella se ríe un poco - Me alegro de volver a verte.
-Yo también, Em - Me sale el apodo sin pensarlo, pero no parece haberle molestado. Cuando termino cosiendo la herida estamos totalmente en silencio. - Ya está hecho. Tienes que venir de aquí cinco días para que te quite los puntos y para comprobar bien la herida.
-Entendido. Estás hecha toda una profesional. - Dice, bromeando otra vez, y yo le doy un ligero empujón en el hombro. Ella hace una mueca de dolor a eso, y yo frunzo el ceño. Ni siquiera le he rozado.
-¿Qué te pasa en el hombro, Emma? - Pregunto con preocupación, pero ella niega con la cabeza y se levanta rápidamente de la camilla.
-Nada, supongo que será de la caída.
-Pero... - Empiezo, queriendo examinar lo que sea que le pase en el hombro.
-Vendré en cinco días, Doctora González. - Dice con una media sonrisa, finalizando nuestro encuentro. Se queda plantada mirándome fijamente, otra vez, con esa media sonrisa y ese labio cortado, creando sensaciones extrañas dentro de mí.
-¿Te vas a quedar mucho tiempo por aquí? - Pregunto, no queriendo despedirme de esta chica que tanto significó un día para mí.
-Quizá. Si no, ya me inventaré otra escusa menos dolorosa para volver a verte, supongo. - Dice, y yo sonrío prepotentemente mientras veo cómo se da la vuelta hacia la salida de urgencias.
-Entonces deberías evitar las escaleras. - DIgo, soltando una carcajada. Este encuentro me acaba de alegrar el día.
-Ah - Dice, cuando ya está a unos pasos de mí. Se gira y anda directamente hacia mi oreja - Feliz cumpleaños - Susurra con una sonrisa, y a mi me recorre un escalofrío por todo el cuerpo al tenerla tan cerca.
Después de eso se va, y yo me quedo ahí parada con una sonrisa tonta plasmada en la cara. Quiero que pasen ya esos cinco días para poder volver a ver a esta chica.
__________________________
JEMMA IS BACK BITCHEEEEEEEEEEEEEEEEES.
(Este es un capítulo recordatorio antes de adentrarnos en lo bueno)
ESTÁS LEYENDO
The way I'm feeling again (Parte 3)
Teen FictionHan pasado ocho años. Jennifer acaba de cumplir veintiséis años, y las cosas han cambiado mucho para ella. Consiguió sacarse la licenciatura de medicina, y ahora trabaja en un prestigioso hospital en Nueva York, dejando atrás su pueblo y lengua nata...