El tercer pitido de la línea suena en mi oído, dos minutos después de despedirme de Emma. Respiro hondo.
Me habrá dado el número correcto, ¿verdad?
Mi corazón da un brinco cuando el receptor coge el teléfono. "Por favor, que sea ella", me digo para mí misma.
-Restaurante chino liu chan, ¿qué desea? - dice justo la voz que deseaba oír, y una gran sonrisa se extiende por toda mi cara.
-Eres lo peor - digo, y escucho sus carcajadas en la otra parte de la línea. Amo escuchar su risa. - ¡Me ha dado un mini infarto!
-Lo siento - dice, sus palabras poco creíbles y rompiéndose en otra carcajada. Yo me río entre dientes, negando con la cabeza.
-El sábado por la tarde te recojo. - cambio el tema repentinamente, y oigo su silencio en el otro lado de la línea. - Que, ¿el sábado no puedes?
-Eh... sí, el sábado es perfecto, pero mejor si quedamos en el sitio - dice con voz insegura, y rápidamente lo relaciono con su novio. Quizá no quiere que su novio me vea.
-Te mandaré un mensaje con los detalles.
-Genial.
-Adiós, preciosa. - digo, y cuelgo antes de esperar una respuesta. Resoplo con el móvil en la mano, e intento calmar mi órgano palpitante. Una mano aparece de la nada y me quita el móvil de la mano. Me giro y veo a Amanda, poniéndose mi móvil en la oreja.
-Jennifer no deja de hablar de ti y está toda enamorada. Más te vale darle una buena noche de sexo desenfrenado porque... - deja de hablar para mirar a la apagada pantalla, y yo rompo a reír a carcajadas. - ¡Ya habías colgado!
-Sí, ya había colgado, sólo quería ver hasta dónde llegaban tus divagaciones sexuales lésbicas. - digo, riéndome.
- Hasta donde tú quieras amor, grr - intenta poner una cara sexy acompañada de una patita de gata, lo que hace que me ría aún más. - ¿Has conseguido quedar con ella?
-Sí, el sábado por la tarde, pero no quiere que la recoja. Yo creo que pasa algo raro con ese novio suyo...
-Los hombres son imbéciles - interrumpe una voz, y aparecen Summer, Kate y Stephanie a nuestro lado. Es hora de comer, y las cinco vamos todos los días a la cafetería de al lado del hospital. Amanda me dedica una mirada preocupada antes de que las dos nos unamos a las chicas.
-Buen resumen, Steph. - Digo, antes de inundarme en las típicas conversaciones nuestras que tenemos a diario. Pero hoy no presto la atención de todos los días, pues mi mente vaga por otros mundos. ¿Puede que me enamore otra vez de Emma, después de ocho años? Al fin y al cabo ya no somos adolescentes, ahora somos independientes y más maduras.
Sería interesante explorar nuestros sentimientos ahora.
Nos sentamos en los familiares sillones de la cafetería, la calefacción resultando un alivio en el frío invierno de Nueva York. En la otra punta del local, hay una mesa con una pareja de ancianos. La mujer lee una revista de cotilleos con su café, mientras el hombre lee distraídamente el periódico. Y entonces se me pasa por la mente una imagen que me sorprende a mí misma. Se me cambia la cara, y vuelvo a la realidad cuando kate me da un codazo.
-Eh... ¿qué? - murmuro. Todas las chicas me miran con expresión divertida.
-Te has ido completamente, y tienes la cara pálida. ¿Has soñado con quedarte embarazada? - dice la morena, y todas se ríen.
-No... peor. - digo, y le doy un sorbo a mi café, deseando que fuera alguna bebida alcohólica muy fuerte. Ahora mis amigas me miran con expectación. - ¿Veis esos ancianos de ahí? - señalo con la cabeza.
-A saber lo que se le pasa por la cabeza a esta... - dice Ami, y yo le dedico una mirada de odio.
-Acabo de tener una imagen agradable en mi cabeza que trataba de mí siendo así dentro de muchos años.- Todas me miran con expresiones divertidas - Y lo peor es que me he imaginado a Emma siendo la otra persona.
Amanda hace un sonido de sorpresa y me pone la mano en la frente como si me estuviera midiendo la temperatura. Summer empieza a reírse, y las demás se miran extrañadas.
- No me lo creo, Jenn es la persona menos comprometida del mundo cuando llega a relaciones. Admítelo Jenn, nadie te ha atado emocionalmente. - dice Kate.
- Sí me ataron, y luego me rompieron el corazón yéndose del pueblo a la otra punta del mundo.
-¿Quién? - dice Steph, y yo le lanzo una mirada significativa.
-No puede ser... - dice Amanda, con su tono teatral habitual. - Esto es demasiado bueno como para ser verdad.
-¿Emma? - Exclaman Summer y Kate a la vez, y yo asiento ligeramente. Todas empiezan a hablar sorprendidas de que realmente tenga un corazón enamorable, y no les culpo, pues hasta ahora no he dado señales de ello.
Mi vida se ha basado en muchos rollos de una noche y, tal vez, relaciones poco serias de no mucho más de un mes. Esa es la Jennifer que mis amigas conocen y, es la Jenn que me había acostumbrado a ser. Hasta hace unos días.
-Juro que cuando volvamos al hospital te voy a tomar la temperatura - dice Amanda, y todas nos reímos ligeramente.
-Aún no me lo creo... Jennifer enamorada. - Dice Summer con una sonrisa.
-No estoy enamorada - replico, aunque sé que mis palabras no van a ser tomadas en serio, y menos después de lo de los ancianos.
-Ya, ya... - dicen todas a la vez, antes de continuar riéndose. Yo pongo los ojos en blanco, y maldigo a mis amigas a la vez que doy gracias por ellas.
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The way I'm feeling again (Parte 3)
Teen FictionHan pasado ocho años. Jennifer acaba de cumplir veintiséis años, y las cosas han cambiado mucho para ella. Consiguió sacarse la licenciatura de medicina, y ahora trabaja en un prestigioso hospital en Nueva York, dejando atrás su pueblo y lengua nata...