UR BEST FRIEND ━━━ JEONG JAEHYUN

O5. borrachos de un juego

Yuri no podía estar más abajo. Jaehyun y ella pasaban el mayor tiempo posible juntos, habían encontrado un escondite bajo unas escaleras de emergencia en el edificio del gimnasio donde minutos caían sobre arena porque sus labios se entrelazaban y sus lenguas se enredaban. Entre descansos desaparecían de la vista de los demás (aunque solo en algunos días, para no levantar sospechas) y violaban el reglamento estudiantil para meterse a la piscina deportiva, ya tenían dos multas por ser descubiertos. Por las noches, se escapaban de sus habitaciones para caminar por los andadores con las manos entrelazadas. Los fines de semanas evitaban hacer visitas, y si lo necesitaban fingían que lo hacían, únicamente para quedarse en la habitación de uno acurrucados en los brazos del otro. Incluso había noches en las que las cosas habían escalado de nivel y ella debía taparse las marcas con maquillaje. Jaehyun se sentía pleno, lleno de vida, el aire que respiraba era puro. Estaba emocionado porque de nuevo era el lunes, se sentaría a su lado como siempre y por debajo de la mesa se atrevería a tomar su mano para sostenerla el resto de las dos horas. Yuri y él acordaron no ir juntos a clase más para evitar cuestionamientos por parte de sus amigos.

Jaehyun sonreía como tonto caminando por los pasillos, a veces dejaba salir pequeñas risillas, ignorando las miradas extrañadas de Jungwoo, Johnny y Doyoung. El más alto le dio un codazo a Doyoung para incitarlo a preguntarle por su extraño comportamiento.

―Jaehyun, ¿te encuentras bien?

―De maravilla ―contestó, embobado en sus pensamientos.

―¿Podemos saber por qué? ―preguntó con cautela― ¿Tiene que ver con Yuri?

―Sí, muchas cosas han cambiado.

Doyoung ya no pudo seguir preguntando porque Jaehyun entró con entusiasmo al salón, ignorando el saludo de Yuta (que por fin había llegado temprano después de su primera clase), y pasando de largo hasta su lugar en la mesa, saludó efusivo a Yuri y sus amigas, logrando por fin su cometido, tomar su mano bajo la mesa y acariciarla. La clase pasó en un abrir y cerrar de ojos, durante el resto de las demás a pesar de que las puntas de sus dedos presionaban el teclado de su computadora, no era capaz de olvidar su suave tacto, el corazón se le aceleraba. Ahora consistían en eso: esperar a poder llegar al auditorio para tomar su mano y esperar a que el timbre sonara para salir corriendo a la cafetería junto a Yuri, y sentarse lado a lado. Sus hombros se rozaban y sus dedos jugueteaban entre sí cuando sujetaban el borde de sus sillas.

―Así que no podré ver a mis padres éste fin de semana, se supone que la convención dura los dos días y solo es para odontólogos certificados, es decir, mi hermana y yo no podemos acompañarlos ―dijo Jungwoo, desanimado por no tener nada qué hacer en esos días ya que sus padres le habían avisado su ausencia.

―Ya que, al parecer, ninguno tomará permiso para salir el fin de semana, ¿por qué no hacemos un picnic y hacemos algunos juegos? ―sugirió Yuri.

―¿Habrá alcohol? ―preguntó Yuta.