Timeless | Tom*Loki

Capítulo 11

Mientras Loki, es decir Tom, y Adaline se encontraban enamorándose del otro en un universo paralelo, Hela se encontraba arrasando con todo en Asgard. Se había encargado de enviar a Odín lo más lejos posible, mientras el reino de Asgard se doblaba ante su presencia. Finalmente su padre había obtenido su merecido, y finalmente era la reina que el castillo merecía. 

Claro que, ¿quién podría detenerla? El Dios del engaño y la magia había sido enviado a la peor de las realidades.

─Sabes perfectamente que ella podría descubirlo. No podré hacer que se desmaye, él querrá llevarla al médico y eso podría terminar bastante mal. 

─¿Por qué terminaría mal? Dijimos que lo cambiaríamos para darle una lección, creo que podríamos hacer que su hermosa novia muera, ¿cierto?

─¿Y entonces cómo regresarían a Asgard? 

─¿Realmente crees que este par de idiotas va a regresar? Están encerrados en el mundo real para siempre, sin ningún conocimiento sobre sus poderes.

─Mi reina, con su debido respeto... si descubren de donde vienen... si descubren los sueños.. serán capaces de comunicarse y-

─¡lo sé! No necesito que me lo aclares.. 

─Quiero que sepa sobre los peligros

─Sé sobre los peligros, sé que corrimos un gran riesgo, así como sé que este par de complicados no podrán ser capaces de admitir lo que sienten por el otro tan sencillamente. 

─Le recuerdo que estaban a punto de besarse, y que- 

─¡BASTA! ¿puedes dejar de recordarme todo como si no hubiera sido mi plan inicial? Vé a hacer otras cosas, si necesito de tu magia serás el primero en enterarte. Ahora, déjame ver un momento a ese par de idiotas. 

────

─¿Me dices que estuviste a punto de besarlo?

─No puedo tener tanta mala suerte. 

─¿¡Por qué te desmayaste!? ─ exclamaba Bia

─Creo que su perfume hizo que me desmayara, es tan fuerte, sus manos ¡bia, sus manos! 

─Ya, ya, guardalo en tus pantalones, Gredcher. 

─Oh, te juro que lo haré. 

─¡Lina! ¿En qué te has convertido? Eres una jovencita toda hormonal ahora...

─Por favor ─ soltó entre risas ─ Solo digo que es un hombre increíblemente apuesto, y que es... ¡Dios! Es pariente de Dios, tiene que serlo. 

─Es el rey de Inglaterra, te lo he dicho. Es increíblemente apuesto, Adeline; y te lo dice una lesbiana.

─Además no lo has escuchado hablar ─ suspiró la chica ─ Te juro que.. hemos hablado de demasiadas cosas, tiene una forma de pensar... y de actuar... y sus manos

─¡Para con sus manos!

─¡Su perfume! ─exclamó la chica ─ ¿Has notado que es.. muy  alto? es decir, no le falta nada ¡Sus pómulos! podría cortarme... tiene una cara tan linda..

─Esto se está transformando casi en una conversación sexual, ¿podemos hablar de otra cosa? 

─Si, cuéntame que tal tu cita con Diana.

─¿Cómo sabes su nombre? 

─Es la dueña del local donde está el restaurante, y trabaja allí. Thomas me ha contado todo.