Determinación Color Jade (Colega)🌸

6.

Era una mañana demasiado calurosa en el país del viento. El equipo Taka estaba esperando pacientemente en la recepción de la posada ya que en el exterior se manifestaba una desagradable tormenta de arena que les impedía continuar con sus planes. Debían llegar al pequeño pueblo del Oasis, ya que ahí llevarían a cabo su siguiente trabajo. Pasaron un par de horas hasta que la tormenta de arena desapareció. Prosiguieron caminando hacia su destino con paso moderado y firme hasta llegar a la entrada principal de la pequeña aldea. Parecía un pueblo fantasma, no había nadie en los alrededores. Negocios vacíos y cosas abandonadas era todo lo que observaban. De la nada apareció una niña pasando velozmente por el lugar, por su aspecto podría decirse que era alguna huérfana. Sakura se acercó gentilmente pero la niña se veía muy apurada, como si quisiese desaparecer rápidamente.

-Hola pequeña, ¿cómo te llamas? Dijo una pelirrosa tratando de ser lo más gentil posible.
-Señorita ... debo apurarme, solo salí unos segundos del refugio para conseguir un poco de comida.... si tardo más de 20 minutos el demonio de las marionetas vendrá y me matará, a él no le gusta oír ni el más mínimo ruido en el pueblo. Lo siento.... debo regresar con mi mamá y mi hermanito. Dijo la niña que llevaba en su mano un par de manzanas que quien sabe donde había encontrado.

-Aquí me huele muy raro, dijo Suigetsu
-Bravo! Ya te diste cuenta de lo apestoso que hueles, te felicito! Dijo Karin sonando sarcástica
-Jugo, sigue a la niña sin que se dé cuenta. Debemos obtener información. Dijo Sasuke con su típico tono autoritario.
-Suigetsu tiene razón, percibo cierto tipo de aromas en el aire, quizá la evaporación de sustancias nocivas, dijo Sakura, -no es seguro estar aquí tanto tiempo, el aire no está limpio. Quizá el refugio que mencionó la niña tenga antiséptico en el ambiente. Hay que ir ahí mientras busco la manera de purificar el aire o encontrar la causa o mejor dicho, quien es el responsable de dicha contaminación.

-Ves zanahoria, la lindura me dio la razón, no soy tan idiota como tú crees.
-Ja! Corriste con suerte sabandija, debemos confiar en Sakura-chan y hacerle caso, Sasuke, dijo Karin observando al pelinegro pero este no dijo nada.
-Sasuke es inmune a muchos venenos, no es necesario que se vaya de aquí, puede quedarse a investigar el área. Dijo Jugo
-Desde cuando das órdenes, Jugo, dijo Suigetsu levantando una ceja.
-Hmp, voy a explorar el área. Sakura y el resto vayan al refugio.
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Siguieron cautelosamente a la niña hasta dar con el refugio, mejor dicho, los refugios, eran 2 enormes molinos de viento, en la parte frontal tenían una puerta enorme como de 2 metros de alto y todavía se observaba el abanico muchísimo más arriba. En fin, la niña entró a uno, ellos se infiltraron también con éxito y lo que observaron no fue nada agradable a la vista. Había muchas personas tiradas en el suelo sobre sábanas simulando camillas, muy delicadas de salud, delirando, llenas de llagas de color rojo vivo por toda la cara y brazos. Era una especie de peste, de virus. Sakura como médico que es no tardo en buscar quien era el encargado de ellos, a lo que una señora respondió que solo había un curandero pero que no era de mucha ayuda, no se veía mejoría. Cada familiar se encargaba de su ser querido herido.

-Karin, necesito que me acompañes al pueblo, debo conseguir unas cosas, algo puedo hacer para ayudar a esta gente.
-Sakura pero son muchos, seria más eficiente matarlos a todos para que su sufrimiento termine.
-No digas tonterías Karin! Dijo Sakura frustrada, tratando de analizar toda la situación observando atentamente a su alrededor, necesitaba hacer hasta lo imposible por salvar a esa gente.
-Está bien, veremos si podemos cambiar la situación, estamos bajo tus órdenes, Sakura.
-Si si, si es por ayudar a la lindura con gusto lo haré, dijo Suigetsu ya que había escuchado toda la conversación.
-El que dudo que haga algo es Sasuke, él ayudará pero a su manera, dijo Jugo.
-Bien! Karin y Suigetsu necesito que consigan todo lo de esta lista, dijo la pelirrosa escribiendo velozmente en una libreta pequeña, sino encuentran eso pueden buscar algo similar, igual será de ayuda. Jugo-san, tú con ayuda del contacto con los animales buscarás ciertas plantas medicinales, lo más seguro es que haya cerca del oasis que se encuentra del otro extremo del pueblo, ya que el agua ayudaría a su crecimiento. Sino, tendré que pedir la ayuda del herbolario de la aldea de la arena, ellos me ayudaron una vez. Aunque no estaría mal irla solicitando de una vez. Sacó rápidamente un pergamino de su bolsillo, escribió rápidamente algunos detalles y la solicitud de varias plantas, omitiendo que estaba con Sasuke por supuesto. Jugo, consigue un ave mensajera, te lo encargo.
-Lo que tú digas, Sakura.

Los 3 individuos salieron del lugar, obedeciendo las órdenes de Sakura. La medic-nin puso manos a la obra, empezó a curar con su ninjustu médico a las personas con situaciones más críticas, dejándolos estables. Empezaba a quedarse sin chakra. Había pasado una hora y no había parado. Una voz que provenía de la puerta la detuvo un instante.

-Y todavía te falta la gente del otro molino, espeto Sasuke con su típico tono indiferente.
-Sakura, acaso intentas robarte a mi equipo, pude percatarme que le diste órdenes. Dijo el pelinegro alzando una cena y cruzando sus brazos. En uno de los negocios encontré un libro, al parecer de pócimas venenosas para marionetas.
Sakura chasqueo los dientes, todo tenia sentido. Los síntomas de los pacientes, lo que había mencionado la niña, todo coincide, pero ¿quién era el desgraciado que atentó contra la vida de seres inocentes? Algún loco tratando de probar sus experimentos como cierta serpiente que conocen.
Paso otra media hora, el equipo Taka era demasiado eficiente. Consiguieron los insumos o eso creían, la pelirrosa vio al fin esperanza y les sonrió como agradecimiento. Ambos ayudantes se sonrojaron, pues no estaban acostumbrados a trabajar con un líder tan gentil.
-Deberías aprender de ella, Sasuke, dijo Karin como si escupiera sus palabras.
-¿Ahora que más necesitas, lindura?
-Les daré unas clases muy rápidas y breves del ninjutsu médico. Es necesario para que atiendan al resto de personas aquí, no están tan graves así que será pan comido. Iré al otro molino.
-Iré contigo, dijo Sasuke
-Ok, dijo Sakura

En el otro molino por suerte no había tanta gente herida, tenían pocas llagas pues apenas empezaban a contagiarse, así que Sakura intento interrogar a un señor.
-¿Quien es el demonio de las marionetas? Dijo la cerezo directa al grano
-Los rumores dicen que es un ninja renegado, que huyó de Suna buscando su hogar ideal. Es un sujeto que adora jugar con sustancias tóxicas, mezclarlas y crear nubes de vapor en el aire, también líquidos que introduce en las marionetas que utiliza. Dicen que detesta el ruido ya que pierde su concentración, si ve a alguien en el pueblo no duda en capturarlo para usarlo como conejillo de indias, el cual termina dejándolo libre cuando ya no es útil o si no, lo asesina.
-Que horror... dijo Sakura asustada
-Yo encontré una pista de él, el libro de pócimas. Lo mejor será cortar el problema de raíz. Dijo Sasuke. Veamos quién es el mejor.
-Sasuke-kun, es peligroso, deja que regrese Jugo y te acompañe....
-No! Dijo el azabache, tú quédate aquí, eres más útil aquí, este es mi modo de ayudarte. Mataré al bastardo de una buena vez para que deje de estar jugando al hechicero de quinta.
Sasuke salió del molino dirigiéndose a la calle principal de pueblo. Hizo un amaterasu en un cactus con la finalidad de hacer ruido y captar la atención del susodicho demonio.