Alfa Estúpido // Adaptación Emiliaco Omegaverse

19

Little things

1 mes después.

1 mes había pasado muy rápido, Jorge y Diego ya eran novios y Joaquín realmente estaba feliz por ello, al inicio sí había sido algo incómodo verlos besándose y ser tan cariñosos, pero con el tiempo se acostumbró e incluso había retomado su amistad con Diego, lo cuál agradecía mucho.

Por otro lado Roy se había convertido en su amigo ó algo por el estilo, ya no le incomodaba su presencia, hasta había encontrado agradable la compañía del alfa y se sentía más seguro, aunque sí había notado a Mauricio mirarlo durante el almuerzo y entre clases cuándo chocaban en los pasillos, pero el alfa no se atrevía a acercarse a él y se sentía muy aliviado por ello.

El que no había estado muy feliz con todo ésto es Emilio; Joaquín había notado al rizado contener sus actos de celos y era algo que se le hacía muy tierno. Adorable.

Otra cosa que había cambiado en ese mes es su cuerpo ó por lo menos así lo siente él, se siente que ha engordado mucho, siente sus muslos más gordos y su trasero un poco más grande y odia eso, se siente muy inseguro de su cuerpo últimamente y rogaba porque nadie se diera cuenta que había engordado y que se sentía inseguro, porque eso sólo lo haría sentir peor.

Era un domingo por la mañana, la casa estaba silenciosa, muy pacífica. Joaquín se levantó y lo primero que hizo fué mirarse en el espejo, sus grandes muslos debajo del suéter tejido de color blanco con el que había dormido, no pudo evitar tocar su barriga, cada mañana se sentía más gordo, hizo un puchero de tristeza por eso.

¿Cómo Emilio iba a estar con él, si estaba tan gordo?

Suspiró tratando de quitar esos pensamientos depresivos sobre su cuerpo y decidió ir a comer algo.

Salió de su habitación y comenzó a bajar las escaleras, al ir bajando las escaleras escuchó los sonidos de una guitarra siendo afinada.

Cuándo bajó por completo las escaleras y caminó hacía aquel sonido se encontró con Emilio en el sofá de la sala con su guitarra, junto con un cuaderno y una pluma.

- ¿Jorge no está? - fué lo primero que preguntó al ver la casa muy silenciosa.

Emilio sólo negó con la cabeza sin dejar de mirar su guitarra e intentar afinarla.

- ¿Y qué haces alfa? - preguntó Joaquín sentándose en el otro extremo del sofá y en el momento en el que se sentó miró su estómago y lo escondió de inmediato, se sentía patético.

- Estoy tratando de componer una canción.

"¿Para quién?", pensó su omega, pero en lugar de eso preguntó curioso - ¿Para qué?

- En la escuela hay un concurso de talento y me gustaría participar, aunque no lo sé. No creo poder hacerlo - dijo dejando de mirar la guitarra para mirar a su omega.

- ¿Ya tienes la letra?

- Sí, la letra fué lo más fácil, pero el sonido es lo que me está costando, no sé que sonido quiero.

- ¿Puedo leer la letra? - preguntó Joaquín mirando el cuaderno que estaba junto al alfa.

- No - negó, tomando el cuaderno y cerrándolo.

- ¿Porqué no?

El alfa se puso nervioso y miró al omega, no podía mentirle, pero no quería arruinar nada.

- Es una sorpresa.

- ¿Una sorpresa?, ¿Para quién? - preguntó celoso cruzándose de brazos mirando al alfa haciendo puchero.