29 - Epílogo

631 46 31
                                    



5 años después.

- ¡Emilio!, joder - jadeó Joaquín, sintiendo cómo el alfa lo embestía con fuerza.

El alfa gruñó, viajó sus manos por toda la suave, húmeda y delicada piel del omega y lo tomó de la cintura y comenzó a embestirlo con fuerza.

El agua de la regadera caía por sus cuerpos, haciendo que los sonidos de sus pieles chocando fueran más fuertes.

Joaquín mordía su labio inferior, intentando callar sus gemidos, pero no podía, el placer hacía que se escaparan de su boca.

Sus piernas estaban débiles y se sostenía con fuerza de la pared, sintiéndose abrumado por tener a su alfa follándolo con fuerza por detrás.

- Siempre estás tan estrecho - gruñó Emilio embistiéndolo más fuerza.

Joaquín dejó caer su frente en la pared y cerró los ojos, sin dejar de jadear en ningún momento.

- Voy a... - gimió ronco Emilio.

- Mierda - jadeó el omega sitiendo al alfa llenándolo por completo con su semilla, caliente y espesa dentro de él.

Emilio jadeó ronco el nombre de su omega y Joaquín no necesitó nada más que eso y sentir el nudo crecer en su interior, para llegar a su orgasmo.

- ¿Estás bien? - preguntó el alfa cerrando la regadera, sujetando firmemente al castaño de las caderas.

Joaquín sonrió y asintió.

- Creo que me costará ir a la Universidad - bromeó el omega.

Emilio rió y comenzó a besar su cuello con delicadeza.

- No tienes que ir - susurró el alfa.

Joaquín sonrió enternecido.

- Ya hablamos de ésto Emi - susurró despacio, controlando su errática respiración, jadeando levemente al sentir el nudo en su interior

Emilio ronroneó en su cuello.

- ¿Te duele? - preguntó refiriéndose al nudo, acariciando el cuerpo del omega.

- No - respondió, negando con la cabeza y una sonrisa en su rostro  - Me gusta. Siempre te lo digo - susurró riendo.

Emilio rió igual.

- Lo sé, sólo me gusta escucharlo.

Joaquín se sonrojó.

- ¿Sigues en tratamiento anticonceptivo? - preguntó Emilio pasando su mano por el vientre de Joaquín.

- Sí, ¿Porqué? - preguntó.

- Por nada - susurró con la voz vacilante.

El omega sonrió. 

Emilio quería un bebé.

Joaquín jadeó una vez que el nudo comenzó a bajar.

- Me encantaría quedarme así todo el día. - habló el alfa.

Joaquín rió.

- Creo que alguien está ansioso porque sea su celo - dijo con burla el omega.

- Estando contigo, ¿Quién no quisiera estar en celo? - bromeó Emilio - Lástima que sólo eres mío - gruñó y besó la marca en el cuello del omega.

Joaquín jadeó, amaba aquel punto en su cuello, siempre que Emilio besaba su marca sentía su cuerpo temblar de placer y a su omega ronronear feliz.

- Siempre tuyo - susurró el omega.

Alfa Estúpido // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora