28 - Final

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Aviso: contenido explícito 🔥🔥🔥🔥🔥🔥









¿Alguna vez han leído la obra "Corazón delator de Edgar Allan Poe"?






Aquella escena en la que el asesino puede escuchar y sentir los fuertes latidos del corazón de su víctima debajo de él.

Pues, justamente Joaquín se siente así en ese momento, incluso se podría decir que peor.

Todo era cómo en cámara lenta, sólo podía escuchar gruñidos, gritos y la música proveniente de la planta baja, pero los sonidos eran muy lejanos a sus sentidos, cómo si estuvieran muy distantes de él, lo único que podía escuchar con claridad era el latir de su propio corazón, cómo éste latía con fuerza contra su pecho y su respiración era irregular, sentía la sangre de las heridas de sus muslos caer en las sábanas y las lágrimas salir de sus ojos mieles.

Cuándo abrió los ojos, tragó en seco el nudo que se había formado en su garganta, su corazón se aceleró más al ver lo que estaba pasando frente a sus ojos.

Sangre y gruñidos de alfas.

- Emilio... - susurró inseguro y asustado.

- ¿Eso.. eso es todo lo qué tienes Osorio? - preguntó burlón Mauricio, escupiendo la sangre acumulada en su boca.

- ¡Voy a hacer que no te queden ganas de volver a tocar a mi omega! - gruñó dándole otro golpe en el rostro al ojiazul.

- No... - habló débil el otro alfa - No creo que... que lo logres - escupió de nuevo.

Mauricio estaba debajo de Osorio, con el rostro lleno de moretones, heridas y sangre.

- ¡NO VAS A VOLVER A TOCARLO! - gritó furioso con su voz de alfa.

Joaquín tembló.

Ese no era Emilio, estaba seguro.

El que estaba golpeando a Mauricio con intención de matarlo no era Emilio, era cómo una bestia, Joaquín podía ver las garras de Emilio y podía sentir a su alfa molesto.

Era el alfa de Emilio el que lo estaba defendiendo.

Los sonidos de los golpes de los alfas lo estaban asustando más, quería gritar y hacer que Emilio se detuviera, pero siempre que intentaba hablar sentía su garganta cerrarse, estaba muy asustado y el ver la sangre de Mauricio no lo estaba ayudando.

Joaquín vió a Mauricio estirar su brazo hacía sus pantalones buscando algo en la prenda.

- Nunca has podido defender a tu omega Osorio, me das vergüenza - dijo Mauricio antes de sacar lo que parecía que era una navaja de sus pantalones.

Emilio gruñó.

El alfa ojiazul en un ágil y rápido movimiento pasó la navaja por el rostro de Emilio.

Osorio gruñó desorientado.

Mauricio sonrió victorioso antes de hacer su siguiente acto.

La afilada navaja bajó hacía las costillas de Emilio.

- Voy a tomar a tu omega y tú vas a verlo - susurró Mauricio antes de enterrar el arma en el cuerpo del rizado.

Emilio rugió adolorido.

Mauricio sonrió.

- ¡NO, EMILIO! - gritó Joaquín asustado, llorando.

La navaja se enterraba profundamente en sus costillas, Emilio podía sentir la sangre salir de la herida.

Alfa Estúpido // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora