Capitulo diez: Rebelión (Primera parte)

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En la cámara del senado, los senadores representantes se debatían los distintos proyectos legislativos pendientes para el siguiente año fiscal, uno de estos era un nuevo aumento en el presupuesto destinado para el funcionamiento del Batallón de la Justicia, al igual que el reclutamiento y entrenamiento de posibles candidatos para su expansión.

- creo que no es necesario discutir al respecto, con el aumento de Rebeldes metahumanos es necesario reforzar al Batallón en lo que más sea posible, mi voto es a favor del aumento de su presupuesto – decía uno de los senadores de Texas.

- opino lo mismo, si no mantenemos la fortaleza del Batallón, podríamos arriesgar incluso la formación de grupos de insurgencia por parte de estos Rebeldes – dijo la senadora de Nuevo México, pareciera que todo iba a su favor hasta que el senador de California alzo la voz.

- los vigilantes y metahumanos que ustedes llaman "Rebeldes" lo son solamente porque nosotros como poder legislativo decidimos darles la espalda -

- concuerdo con él - dijo el Senador de Arizona. - ¿Por qué debemos seguir persiguiendo a quienes buscan proteger la ley y el orden como si fueran los criminales que ambas partes combatimos? -

- sin control, esos vigilantes son tan peligrosos como un criminal cualquiera – dijo el Senador de Florida.

- ¿lo dice usted o lo dice Amanda Waller? - protesto el Senador de Kansas.

- ¡es por decisión del presidente de este país que este proyecto presupuestario está en orden! - dijo uno de los Senadores de nueva York.

- ¡y el presidente no hace más que darle el gusto a esa mujer! - dijo el Senador de Washington, dando inicio a un álgido debate que el presidente de la cámara no parecía poder controlar, sin embargo, basto un solo golpe de un muy distinguido bastón contra el suelo, cuyo sonido retumbo en toda la cámara, para que todos guardaran silencio, y todos se quedaran mirando al hombre que todos ellos, inclusos sus más álgidos rivales, tenían en gran respeto, el segundo senador de Nueva York, el Senador Bruce Wayne.

- estoy de acuerdo con quienes de ustedes piensan que, sin el debido control, muchos vigilantes pueden ser peligrosos, en Gotham eh sido testigo de cómo incluso quienes tienen buenas intenciones pueden dar un giro para peor – la seria voz de Bruce se podía escuchar por toda la cámara, y por un momento todos le prestaron atención. - pero hubo un hombre que nos mostró que podemos ser mejor de lo que somos, que incluso quienes pierden el camino pueden volver a la luz si se les ofrecía una mano, no una amenaza, gracias a eso un escudo fue creado que no solo nos protegió de muchos peligros, sino que también mostraron que el sueño de un mundo justo es posible, tras su muerte nos preocupamos tanto por nosotros mismos que olvidamos y desmantelamos todo por lo que él y otros trabajaron tan duro en conseguir, señores, es hora que volvamos a retomar el camino que Superman una vez nos mostró – la sala quedo en silencio, muchos veían a Bruce como un soñador rogando por una época ya pasada, y aun así cada que él se expresaba la cámara se quedaba en silencio y escuchaba aquel sueño que se sentía distante.

- admirable Senador Wayne, pero si me lo permite ¿Cómo pretende que hagamos eso? - le pregunto el Senador de Texas. - ¿pretende que permitamos que los vigilantes Rebeldes actúen como se les dé la gana? ¿fuera de las leyes de nuestro país? ¿desmantelar al Batallón de la Justicia como lo propuso al predecesor del presidente? -

- no – respondió Bruce seriamente. - pero podemos guiar al Batallón para que sea más que se acople a esos ideales, que sea no un cuerpo de este gobierno que ejerza solo la fuerza de las leyes, sino una organización que dé el ejemplo de lo que ser héroes realmente significa, una organización voluntaria -

Hija de SupermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora