Hija de Superman

Capitulo catorce: Un amigo desde las estrellas.

Un año ha transcurrido desde la batalla contra Magog, la disolución del Batallón de la justicia y el establecimiento de la Brigada de Superhéroes, la vida en Metrópolis ha continuado con una relativa noción de normalidad.

En el verano de Gotham, Bruce se retiraba de la sala de reuniones del edificio central de Wayne Enterprise, tras haber dejado su puesto como senador y regresado como CEO de su compañía, esta había visto sus ganancias dispararse, más con el apoyo mediático que reciben al ser los principales benefactores de la Brigada de Superhéroes, sus accionistas y jefes de departamento lo seguían de cerca hasta que este llego al ascensor, solo entonces se volteo para dirigirse a ellos con una simpática sonrisa.

- caballeros me gustaría seguir charlando con ustedes, pero me temo que tengo otros compromisos que atender -

- señor Wayne aún tenemos que considerar la propuesta de inversión en materias de energía... – dijo uno de los accionistas.

- eso lo veremos en la siguiente reunión – dijo Bruce subiendo rápidamente al ascensor y apretando el botón del primer piso, solo cuando la puerta se cerró y comenzó a descender pudo finalmente respirar algo más tranquilo, se tomó un momento de ver una de sus manos, abriéndola y cerrándola mientras sostenía su bastón con la otra, era su forma de evaluar si su condición degenerativa avanzaba o se mantenía letárgica pese a que su último informe médico indicaba que estaba estable, aun así no bajaba su guardia ante esta, todavía había mucho trabajo por delante y no podía dejarse vencer ni siquiera por esa enfermedad.

Momentos después, Bruce salió del edificio, en donde lo esperaba Alfred junto a su auto de lujo, abriéndole este la puerta.

- ¿Largo día lidiando con los buitres maestro Bruce? -

- nada que no pueda manejar – comento Bruce al subir al asiento trasero de su auto mientras que Alfred subió al asiento del conductor, encendiendo el motor y así ponerse en marcha - ¿alguna novedad con la Brigada? -

- nada que el maestro Dick y John no puedan manejar en su ausencia – comento Alfred conduciendo a moderada velocidad – quizás pueda aprovechar la oportunidad para descansar un momento maestro Bruce -

- aún hay mucho en que trabajar Alfred – Bruce se puso a revisar una Tablet que saco de la ranura entre los asientos traseros, la cual contenía una serie de actividades a cargo de la Brigada de Superhéroes – descansar tendrá que ser después -

- supongo que no se le puede enseñar nuevos trucos a un murciélago viejo – comento Alfred logrando llamar la atención de Bruce unos momentos.

- ¿fue eso sarcasmo Alfred? -

- broma inofensiva a lo mucho, estoy siendo bastante suave con usted, considerando su actual estado laboral y que ya no tengo que limpiar su sangre del piso de la mansión – en ese momento, una luz comenzó a parpadear en el tablero de Alfred, indicándole que es una llamada importante de la Brigada – hablando de no descansar nunca -

- ponlo en pantalla – indico Bruce dejando la Tablet de vuelta en la ranura entre los asientos, acto seguido una pantalla holográfica surgió del techo, revelando que se trataba de Barbara, ahora jefa de comunicaciones de la Brigada de Superhéroes, regresando a su rol como Oráculo - ¿Qué sucede? -

- tenemos un objeto no identificado entrando en órbita descendente a la atmosfera, aún estamos determinando el tiempo y lugar de impacto – respondió ella con calma mientras revisaba los datos que recibía de los satélites.

- ¿asteroide? - pregunto Bruce mirando la pantalla con seriedad.

- no al menos que los asteroides comiencen a desacelerar – bromeo Barbara como de costumbre, pero manteniendo su profesionalismo – el objeto es pequeño en tamaño, pero dado lo que ocurrió la última vez que algo cayó del cielo pensé que querrías saberlo -