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Riki se encontraba a unos metros de la salida del instituto, apoyado tranquilamente en un muro y dándole una calada a su cigarrillo. Se suponía que debía esperar a que el dúo de fracasados llegara para escuchar sus condiciones respecto al trío.

Ya comenzaba a hartarse al ver que cada vez salía menos gente de la institución y por ningún lado visualizaba a la pareja. Si lo llegaban a dejar plantado, mañana a primera hora se encontraría en la oficina del director a relatar lo que había presenciado con sus propios ojos sobre el inocente Kim Sunoo.
Se decidió por largarse, arrojando el cigarrillo con furia al suelo y pisotéandolo con la misma intensidad; como si éste tuviera la culpa de su mal humor.

De repente, sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver unos rostros conocidos a lo lejos. Éstos iban tomados de las manos y compartiendo ligeras miradas coquetas, encontrándose en su propio mundo. Ellos se acercaban cada vez más a él, y observó que SungHoon levantaba su mano y la sacudía energéticamente, para que los viera a ambos. El mayor rodó los ojos y alzó un poco su mano, de alguna forma devolviéndole el saludo.

Entendía lo feliz que era Sunoo con él, si Park SungHoon era la perfección en persona. Nunca lo admitiría pero, a veces lo envidiaba por tenerlo de novio.

-Hasta que deciden aparecer, seguramente estaban entretenidos en el baño -habla el rubio, con desdén.

SungHoon rió un poco, con las intenciones de mantener su agradable imágen, pero se sentía un poco incómodo.

-No, debía entregar unos papeles al director y Sunnie me acompañó, disculpa la tardanza -trató de ser lo más amable posible con Riki. No le caía mal, pero la noticia del trío lo tenía descolocado. -Soy SungHoon, el novio de Sunoo.

El mayor de los tres hizo una cara de asco al escuchar el apodo (Sunnie) que el castaño había empleado con su pareja.

-Soy Riki, ya saben quién soy. ¿Acaso estamos aquí para presentaciones o para hablar de lo que realmente importa?

El japones estaba de muy mal humor, primero tuvo que esperarlos durante un siglo y luego verlos montar su escena de tórtolos enamorados.

-Ni se te ocurra hablarle a mi novio así. Sí alguien merece tu trato soy yo, no él -habló Sunoo por primera vez; importándole poco o nada las formalidades. Habían quedado en segundo plano.

SungHoon observó sorprendido a su novio, y prefirió mantenerse callado hasta que el mayor de todos dijera algo.

-Como tú digas -Riki rodó los ojos y pudo percatarse de un pequeño destello de rabia en los orbes a SungHoon. Su novio notó lo mismo, y trataba de tranquilizarlo con suaves caricias en las manos. Decidió cambiar de tema: -¿Acaso Min dijo algo?

Lo último casi lo murmuró, para encubrir al idiota de Sunoo.

-No -contestaron los coreanos al unísono, lográndoles sacar una carcajada al ver que contestaron al mismo tiempo. Una escena repugnante.

-Mi tío me contó sobre eso y dijo que estaba seguro que debía ser alguno de los estudiantes del turno noche. Él sabía de algunos que estaban furiosos con él por las últimas notas de los exámenes -relató SungHoon, en un tono igual de moderado que el del japones. Parecían estar en riesgo de ser atrapados por algún agente del FBI.

-Entiendo. De todos modos tardarán en descubrirlo, tu novio fue bastante inteligente al usar guantes y un cúter descartable.

Sunoo notó como sus mejillas se colorearon de un leve tono carmín por lo que escuchó, ni en un millón de años se imaginaba a Riki alagándolo.

-Gra... Gracias -moduló el de cabellos blancos, carraspeando.

El mayor se sintió extraño, hasta podía decir que encontró tierna la repentina timidez de Kim.

*°• ᴘᴜᴢᴢʟᴇ ᴘɪᴇᴄᴇ - ꜱᴜɴꜱᴜɴᴋɪ •°* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora