*°• ᴘᴜᴢᴢʟᴇ ᴘɪᴇᴄᴇ - ꜱᴜɴꜱᴜɴᴋɪ •°*

⭒𝟷𝟸⭒

SungHoon, quien se encontraba agachado en el angosto pasillo, se tensó al escuchar a su novio decir aquello. Espero a que comenzara, tratando de hacer el mínimo ruido posible para seguir manteniendo su presencia en incógnito para el japones.

-Te escucho- Contestó simplemente el mayor, acomodándose en el sofá donde ambos yacían sentados.

Sunoo observó el suelo por unos segundos, luego al muchacho en frente suyo, y mantuvo su mirada fija en él.

Las palabras de SungHoon le resonaban en su cabeza: ''En algún momento se va a enterar'' no tenía sentido mantenerlo en secreto. Su novio y él nunca se dieron cuenta que había algo que les hacía falta en su relación, hasta que Riki llegó a su vida.

-No quiero que te asustes por lo que te voy a decir- Dijo tomando las manos del contrario entre las suyas, ahora observando éstas. Solamente escúchame hasta el final.

El rubio asintió, con una pizca de curiosidad pero al mismo tiempo, confusión.

-Luego del trío, SungHoon y yo comenzamos a sentirnos extraños. Nunca nos había pasado algo así, y hasta habíamos llegado a pensar que nos estábamos sintiendo incómodos por culpa del otro, pero no era nada de eso. Mi novio es todo lo que pude haber soñado alguna vez e incluso más, pero con tu llegada, ambos empezamos a notar cosas realmente nuevas para nosotros.

Nishimura no comprendía a que quería llegar el coreano, se sentía algo aturdido de repente.

-Te extrañábamos con nosotros. Podrías decir que es ridículo pensar de esta manera porque ni siquiera pasamos tanto tiempo contigo, pero así era. Por esto, decidimos decirte que vuelvas a hacer un trío con nosotros, pensando que solamente se trataba de una atracción sexual o algo por el estilo.

SungHoon salió de su escondite. Debía hablar, quería hablar. Necesitaba dejar que sus sentimientos salieran a la luz, y que su novio y Riki supieran de ellos.

Caminó por el pasillo hasta llegar al sofá donde ellos se encontraban sentados y permaneció parado mirando hacia el suelo. Algo que sorprendió un poco al rubio ya que de un momento para el otro SungHoon se encontraba con ellos.

-Con el paso de las semanas, nosotros conversábamos sobre que sentíamos por ti. Llegando a la conclusión de que todo esto era algo más que un simple deseo sexual.

El mayor de todos notó que había entrado en una especie de transe a causa de las palabras ajenas, y cuando pudo recuperarse, se zafó del agarre que el peliblanco mantenía en sus manos. Cómo si estas quemaran.

-¿Qué están queriendo decir?

La pareja se miró de reojo, algo bastante común entre ellos. Riki hasta había llegado a pensar que de aquella manera se comunicaban telepáticamente.

-Nunca habíamos sentido que nos hiciera falta algo en esta relación. Siempre todo fue perfecto, tanto que no parecía real, hasta tu llegada- Ahora fue Sunoo el que habló.

-Nos hacías extrañarte, queríamos que te despertaras con nosotros y que nos cocinaras el desayuno como los días que te quedas a dormir, verte apenas despierto y con los cabellos desordenados, que hablemos de temas triviales durante el desayuno- El castaño volvió a hablar.

-Es gracioso porque parecen palabras de alguien que está enamorado, y eso queremos decir.

-Estoy enamorado de ti, Nishimura Riki- Dijo Park, tomando de la mano a su novio.

-Estamos enamorados de ti, Nishimura Riki- Completó el de blancos cabellos.

SungHoon se agachó para estar la misma altura que el extranjero, ya que se encontraba sentado en el ya mencionado sofá. Sintió una casi superficial caricia en su mejilla, acompañada de una pequeña sonrisa del castaño a su lado.

Riki le sostuvo la mirada, perdido.

-Eres algo así como nuestra pieza faltante. Sin ti, nuestro rompecabezas no está completo.

Se podría decir que era una escena agradable de observar. Sunoo y Riki sentados en el sofá, mientras que SungHoon estaba arrodillado al lado del último nombrado, y entrelazaba una de sus manos con la de su novio.

-¿Están enamorados de mí?- Preguntó finalmente el japones, sin creerse lo que salía de su boca-. ¿Acaso es eso posible?

Escuchó una pequeña risa por parte de Sunoo, quien de repente, se puso tímido.

-Hasta a nosotros nos sigue pareciendo algo difícil de digerir- Admitió-. Pero, es una experiencia nueva que podemos afrontar entre los tres, ¿No les parece?

Dicho aquello, su novio asintió y seguido de ello, dejó un pequeño beso en sus labios. Se sentían algo inquietos, Riki no decía nada y parecía petrificado.

¿Todo se había arruinado?

Nishimura se sentía confundido. No sabía que responderles, ya que nunca se había preguntado acerca de sus sentimientos. Aquello no era nada nuevo, nunca lo hacía. Quiso dar por sentado que lo único que sentía por ellos era interés sexual, pero ahora, no estaba seguro de aquello.

Los observó a ambos al mismo tiempo, aún perdido, casi congelado.

-¿Qué?- Espetó Riki, exaltado-. ¿Enamorados de mí? Creo que acaban de perder la cabeza.

Se levantó con velocidad del mullido almohadón, tratando de alejarse de aquella pareja.

-Nunca me enamoré en mi vida- Volvió a exclamar-. Tampoco tuve una relación antes. ¿Por qué la tendría en este momento, y además, con dos chicos?

Recogió sus cosas con rapidez, bajo la atenta mirada de los contrarios, quienes prefirieron no intervenir. No querían ponerlo peor.

-Tienen una jodida relación perfecta, todos los envidian- El rubio no podía controlar su tono de voz. Parecía enojado, aunque en realidad, ni siquiera sabía como se encontraba anímicamente-. ¿Por qué arruinarían eso, por mí?

Sunoo se levantó también de dónde estaba sentado. Su novio quiso detenerlo, pero le rogó en susurros que lo dejara hablar.

El peliblanco se apresuró a llegar a su lado, apoyó sus manos en los hombros ajenos para girarlo y encontrarse frente a frente. El otro lo miró espantado, como si su menor lo fuera a matar o algo por el estilo.

-No arruinamos nada por ti- Le dijo seriamente, sosteniendo su mirada-. Eres lo mejor que nos pudo haber pasado, y somos felices contigo, nos sentimos completos contigo.

El japones simplemente le dedicó una mirada triste. No sabía que decir, no sabía como se sentía, no sabía nada. Necesitaba pensar.

Ahora dirigió su mirada fugazmente a SungHoon, quién observaba la escena con una expresión de angustia. Suspiró y observó el suelo, evitando ambos pares de ojos.

-Adiós- Murmuró entre labios, separándose del coreano y tomando sus pertenencias.

Se dirigió a la entrada, abrió la puerta y salió de aquel lugar sin pensarlo dos veces. Ni siquiera miró atrás.

Necesitaba mucho a tiempo a solas con él mismo y sus pensamientos.