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Era muy temprano en la mañana, aproximadamente las siete y media. Sus clases no tardarían en iniciar y estaba desesperándose al notar que, otra vez, la pareja tardaba en llegar.
Estaba sentado en medio de ese asqueroso y abandonado baño, esperando por ambos para poder escuchar lo que tanto deseaban decirle, y no hacían acto de presencia. Comenzó a pensar que era una especie de marca registrada de ellos llegar tarde a todos lados, o simplemente les gustaba tomarle el pelo.

Se sobresaltó al escuchar ruido y ver como el dúo llegaba tomado de las manos, sonriéndose de manera cómplice. Parecían más contentos que de costumbre a pesar de ser un lunes a la mañana.

-¿Hola? -alzó la voz para llamarles la atención. Seguían en su propio mundo, seguramente ni siquiera notaron su presencia.

Detuvieron su típica escena de pareja ideal para observarlo atentamente, sonriéndole con amabilidad en forma de saludo.

-Hola -devolvió el saludo el menor de los tres, seguido de su novio.

-¿Estuviste esperando mucho? -preguntó SungHoon, sentándose junto al menor en frente del extranjero.

Estaba con ellos, después de no haber cruzado palabras por semanas. No podía caer en que finalmente los tenía en frente suyo.

-Sí, par de inútiles -contestó, tratando de sonar agresivo. aunque internamente se encontrara saltando de alegría. -¿Acaso lo hacen a propósito? La última vez hasta pensé que me iban a dejar plantado.

Los dos menores rieron. Era bonito haber llegado a tener al menos algo de confianza entre ellos para decirse cosas de ese estilo, se sentía un ambiente cómodo de ese modo.

-Lo lamento, culpa mía -comentó Sunnie, sin sacarle los ojos de encima a Nishimura. -SungHoon vino a mi casa a desayunar y las tostadas se quemaron, tuvimos que pasar por una cafetería para comprar algunas cosas. Por cierto, trajimos algo para ti.

Observó al de cabellos blancos sacarse las correas de la mochila de su espalda, para luego abrir la misma y comenzar a buscar algo: un paquete de galletas. Riki percibió como su corazón volvía a darle un vuelco; el sentimiento era bastante extraño, pero agradable al mismo tiempo.

-Gracias, eso es lindo de tu parte -Riki se sintió un imbécil nuevamente, por decirle algo tan dulce a Sunoo. -Digo, dame eso, hoy no desayuné.

SungHoon, al darse cuenta que su mayor entró en pánico al haber tratado de esa manera a su novio, rió entre dientes para susurrarle algo al susodicho. Sunoo también ríe al escuchar lo que dijo el mayor, y le entregó la comida al extranjero.

-¿De qué tanto se ríen? -Espetó el Rubio.

-Eres muy tierno -logró decir Park, finalmente explotando en carcajadas.

-Te quieres hacer el malo pero en realidad eres un bebé -siguió Sunoo, riendo con su pareja.

Al sentirse tan atacado repentinamente, Riki pudo notar como su rostro se enrojecía. Bufó, mirándolos de una forma que pretendía ser ''furiosa'', pero eso logró que se rieran más.

-Son insoportables, un dúo de idiotas -dijo a ambos el mayor, rodando los ojos mientras se llevaba a la boca uno de sus cigarros. -Son tal para cuál.

Sunoo observó como el contrario prendía aquél cigarro. Iba a abrir la boca para regañarlo, pero su novio parecía realmente interesando en lo que estaba consumiendo.

-¿Puedo? -preguntó el castaño, señalando sugestivo lo que estaba fumando su mayor.

El susodicho lo ojeó con una ceja alzada, dubitativo. Pero finalmente se encogió de hombros y se lo tendió a SungHoon.

-Tu novio el otro día me regañó por andar drogándome -comentó divertido recordando la situación, notando como Park quedaba medio anonadado luego de soltar el humo por su boca. -No te convendría seguir, harás que se enoje y te dejará en abstinencia.

SungHoon asoma una sonrisa, como tratando de reírse, pero sabiendo que no puede. La pareja de éste los observa con el ceño fruncido.

-¡Oh, dame eso! -exclamó, arrebatando de sus manos el tonto cigarro.

Riki no pudo evitar reírse por el comportamiento infantil del peliblanco, quién le dio una buena calada. Terminó tosiendo apenas unos segundos después, ni siquiera había fumado un cigarrillo en toda su vida.

-¡Amor! ¿Estás bien? -le preguntó preocupado SungHoon, pero relajándose al comprobar que de a poco dejaba de toser y se calmaba.

-Nunca estuve mejor -contestó manteniendo su ceño fruncido y dándole otra calada al cigarro, lo que convertía aquella escena en algo demasiado cómico para el japones.

-Denme eso, no creo que estén preparados -Nishimura arrebató el objeto de las manos de Sunoo. -Tengo cigarrillos si quieren.

Ambos se encogieron de hombros y le dieron a entender que si querían los cigarrillos. El mayor de todos rodó los ojos nuevamente, aunque con una media sonrisa, y les tendió los mismos para que comenzaran a acostumbrarse de a poco.

-Entonces -comenzó a hablar el extranjero, con la atención de los otros presentes concentrada en él. -¿Qué es lo que debían decirme con tanta urgencia?

El par se miraron de reojo, parecía que estaban comunicándose con miradas, decidiendo quien comenzaría a hablar. SungHoon puso una de sus manos en el hombro del contrario, y optó por la opción de decirle él mismo.

-Estuvimos hablando con Sunnie, y nos dimos cuenta que todo estuvo demasiado extraño desde nuestro ''encuentro'' -hizo comillas con los dedos, sabiendo muy bien a qué se refería. -Después de hablarlo un rato, notamos que nos hacías falta, y queríamos saber si te gustaría volver a tener un trío con nosotros.

El menor de los tres asintió enérgicamente con la cabeza, apoyando las palabras de su novio. Le tomó la mano por lo nervioso que se encontraba, temiendo que el extranjero rechazara la oferta.

Riki no lo podía creer. Después de tanto sufrir porque sentía que le hacían falta, descubrió que la pareja pensaba de la misma forma. Estaba en una especie de trance, pensando en qué responder, no estando seguro de cómo reaccionar. Tal vez, si tenía algunos encuentros con ellos, luego se aburriría como con todos y fin de la historia.

-¿Tanto me extrañaban? -contestó el rubio a su propuesta, con su típico tono de desdén, trataba de disimular nuevamente su felicidad. -Parece que no me pueden olvidar, y desgraciadamente, yo tampoco. Así que no me queda otra que aceptar.

Los dos menores lo miraron entusiasmados, y sin pensarlo dos veces se abalanzaron al contrario, con la intención de abrazarlo fuertemente. Riki sintió como el pánico lo volvía a controlar, ese abrazo lo tomó por sorpresa.

-¿Qué hacen? -exclamó exaltado, tratando de sacarlos a ambos de encima, pero era inútil. -Abrazarme de esa forma me parece muy gay de su parte.

-Pero si nosotros... Olvídalo -Sunoo rodó los ojos.

-Me parece que nos saltaremos la primera clase, después de todo -dijo SungHoon sin separarse del extranjero, quién se rindió en tratar de despegarlos de su cuerpo.

Esa hora que se saltaron la clase se la pasaron conversando de todo un poco, riendo, jugando a cosas como verdad o reto. En resúmen: haciendo tonterías de adolescentes.

Riki sentía como volvía a estar completo gracias a la presencia de ellos.

*°• ᴘᴜᴢᴢʟᴇ ᴘɪᴇᴄᴇ - ꜱᴜɴꜱᴜɴᴋɪ •°* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora