Wendigo

CAPÍTULO 2: Día en el trabajo.

¿Qué harías si lo único que definiera si eres humano o un monstruo es tu capacidad de aguantar el hambre?

NOTA: ESTE CAPÍTULO ESTA NARRADO POR LA NOVIA DE BLACK.

Trabajo. Muchos consideran esta actividad como algo monótono, yo solo pienso que "las cosas funcionan porqué amas hacerlas".

Mi vida es un guion que no cambia mucho realmente: Entre semanas me levantó temprano para preparar el desayuno a mí y a Black, luego tengo que bañarme para luego vestirme con mi uniforme, maquillarme, ir a trabajar (personalmente lo que más me gusta del día) y pasar allí hasta la noche donde llego, cenó junto a Black y me duermo. Por supuesto los fines de semana son los mejores, ya que Black y yo la pasamos juntos.

- Señorita ya llegamos.

El viejo Sr. Thomas es "mi chofer personal" o algo parecido, un viejo conocido de cuándo era niña, me hace el favor de llevarme a trabajar ya que mi trabajo queda cerca del hospital donde está su esposa.

- Muchas gracias Sr. Thomas, espero que Olivia se recupere.

Y con un breve apretón de manos, me baje del vehículo y ambos continuamos nuestros caminos.

Yo trabajo como vendedora de electro domésticos en una importante tienda de la ciudad, "Benjamín" es el nombre. Y yo por supuesto que era la mejor de todas y todos de allí, tengo el record de 3 años consecutivos de empleada del mes y lucho por un ascenso a la zona de administración.

- ¡Buenos días "White"!

Fue lo que me dijo un compañero de trabajo llamado Matías al verme entrar, yo por supuesto lo ignoré. No es que sea una arrogante o algo así, conozco al tipo y bueno, no quiero insultar así que diré es un "metiche".

- ¡Oye, no me ignores!

No dejaba de gritarme Matías, yo simplemente me fui a mi ubicación para esperar a la orden de abrir la tienda.

- Enserio White, deja de ser tan misántropa. Solo quiero hablar con "mi mejor amiga de todo el mundo".

"¿enserio, desde cuándo somos amigos?" fue lo primero que se me vino a la cabeza. Para mi desgracia ambos éramos compañeros de ubicación. Tal vez era molesto, pero sabía convencer a los clientes, varias veces estuve en peligro de perder mi puesto de mejor empleada por su culpa.

- ¡OYE!

Me grito. Sinceramente me harte y con una mirada agresiva le pregunte que quería.

- Bueno, ¿no puedo simplemente querer hablar con mi mejor amiga?, ya sabes...contarnos cosas.

"Qué sutil"

Pensé inmediatamente. Al menos ya sabía lo que buscaba Matías, solo le sonreí falsamente y le pregunte a que se refería.

- Oh nada, solo me preguntaba si tu novio ya encontró trabajo.

Matías dijo acercándose a mí, después me agarro del brazo con un movimiento suave y me dijo:

- Pobre de ti, mantienes a un inútil que apenas hace algo para recompensarte. Si yo fuera tú me buscaba algo mejor.

Estoy segura que Matías quiere conmigo, pero yo ni aunque terminará con Black saldría con él, aparte la situación de él es más complicada de lo que este tipo cree.

Retire su mano de mi brazo y le respondí:

- Gracias por el consejo, pero mi situación actual es bastante buena. En vez de hablar de eso cambiemos de tema, ¿recuerdas cuándo aquel hombre te confundió con una prostitu...

Matías fue salvado por la campana que significaba que la tienda estaba oficialmente abierta, por supuesto que se notaba a Matías le desagrado mi último comentario que no logre acabar para des fortunio.

En fin, fue un día bastante activo en la tienda pero nada fuera de lo común. Llegó la noche y para mi suerte no volví a hablar con Matías en todo el día.

- Cariño, estoy en casa.

Grite antes de abrir la puerta. Venía bastante cansada, casi me duermo y no pido parada a tiempo al autobús.

Sin embargo una vez abierta la puerta vi la sala totalmente desordenada y rastros de carne que se dirigían hasta nuestro cuarto.

Tome un bate que estaba en el suelo, y acercándome lentamente hacia nuestra habitación. Me sorprendí con lo que vi.