CAPÍTULO 3: HAMBRE TOTAL.

235 20 2
                                    

¿Qué harías si lo único que definiera si eres humano o un monstruo es tu capacidad de aguantar el hambre?

NOTA: ESTE CAPÍTULO ESTÁ NARRADO POR BLACK.

"Mi cabeza me duele"

Fue mi 1er pensamiento tras despertar de una larga siesta. Para mi sorpresa, abro los ojos y me encuentro acostado en mi cama, con ropa interior, carnes frías esparcidas por toda mi habitación y a mi novia observándome con un bate en sus manos.

- ¿Es algún tipo de fantasía sexual?

—DESPUÉS—-

White y yo estábamos en la sala, ella me había golpeado tantas veces con el bate que juro lo oía coquetearme. En fin, estaba muy mareado y confuso, por lo que cuándo ella me interrogaba sobre lo sucedido yo no podía darle una respuesta clara.

- No lo sé, solo recuerdo que tenía hambre y todo se vuelve confuso después.

Ella no dejaba de observarme con una mirada de extrañeza, no era para menos, incluso yo mismo pienso que tal vez había consumido una droga y no lo recordaba.

Entonces ella dijo que se iba a ir a quitar el uniforme y cambiarse y que mientras arreglara mi desorden.

Aunque con mala gana me levante del sillón y me dirigí a una pequeña puerta, la abrí y tome la escoba para empezar a limpiar mi desastre.

"Pero que carajos me habrá pasado"

No podía quitarme el jodido pensamiento de la cabeza, tenía que saberlo, es decir, te imaginas no poder quitarte un pensamiento por toda la eternidad, ¡que tortura!

Entonces cuándo iba a entrar a mí habitación recordé que White estaba allí, no pude evitarlo y por la cerradura eche un vistazo. Ella estaba cambiándose, siempre me ha gustado ver su piel, lástima que ella es de taparse mucho. Fue entonces cuando paso, estoy seguro no era lujuria, se reconocer esas reacciones de mi cuerpo, era una sensación como de ¿hambre?

"Ciertamente quiero probar esas carnes, pero no de ese modo"

¡Joder!, ya tenía bastante con dudar sobre si me volví drogadicto o no, como para que mi mente se ponga a ver a mi novia como una deliciosa hamburguesa.

- Black sé que estás espiándome, puedes pasar.

En otras circunstancias me daría vergüenza el solo hecho de pensar que he salido con una mujer por 7 años y que tenga que espiarla. Pero mi cerebro estaba en el limbo, no escuche su orden y me quede con la vista al picaporte.

Ella abrió la puerta con suma fuerza y yo caí, aunque el golpe fue bastante fuerte y ella me gritaba si estaba bien, no lograba reaccionar.

"No lo puedo creer, tengo mucha hambre"

Entonces sin estar consciente aproveche que ella me abrazo para ayudarme a levantar, y acercando mi boca a su mejilla la mordí.

- ¡ESO DUELE!

Me grito y me golpeo tan fuerte que logre salir de mi trance, pero a cambio recordé el horrible dolor de la situación, el cuál empeoro cuándo me golpeo en el estómago, por lo que inevitablemente caí al suelo en agonía.

- Puedes explicarme que significo eso.

Ella se le veía enojada, y tenía muchas razones para estarlo, no todos los días tu novio te muerde como si intentará comerte. Pero su ira paso a preocupación cuando empecé a llorar.

- ¡WHITE ME DUELE!

No dejaba de presionar mi estómago, sentía como si no hubiera comido en varios días y un ácido empezará a corroerme por dentro. Realmente sentía un gran vacío, quería comer algo, pero no podía dejar de pensar en lo sabroso que se sintió morder a White. No dejaba de llorar, entonces levante una mano, ella la tomó y me abrazo.

- Tengo hambre.

Fue lo que le susurré antes de caer inconsciente una vez más. Algo que me dolió mucho más que mi propio sufrimiento físico, fue ver a White llorar de la desesperación de no poder ayudarme.

—¡HAMBRE TOTAL!—

Días después me encontraba en un hospital; nadie sabía que tenía, solo me alimentaba de carne y esta no duraba lo suficiente, a la hora ya tenía hambre de nuevo.

"¿Qué carajos me está pasando?"

WendigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora