Wendigo

CAPÍTULO 12: DETRÁS DE CÁMARAS (PARTE 1).

NOTA: ESTE CAPÍTULO ESTA NARRADO POR WHITE Y UN VIEJO CONOCIDO.

WHITE:

Después de dejar a Black en lo que yo llamé la zona de reunión me dirigí a esperar afuera del edificio la hora que supuestamente iba a durar este evento (por supuesto, traía carne cruda en una bolsa de plástico por si Black tenía hambre antes).

No tarde en llegar afuera de la entrada del manicomio abandonado (me parece el peor lugar para juntas), hasta que un hombre vestido de negro y con un afro se me acerco.

- Sígueme, el Sr. Fish me mando a buscarte – Me susurró el hombre cuando estuvo lo más cerca de mi oído.

Yo asentí después de pensarlo un momento y lo seguí hasta la parte trasera del edificio, donde una vieja puerta de metal nos esperaba.

- Por aquí – Dijo el hombre de negro y acto seguido me abrió la puerta, para dejarme entrar antes que él.

- Si sigue este pasillo llegará a donde el Sr. Fish le espera, es un poco largo así que no desespere – Y con estas palabras de despedida, cerró la puerta detrás de mí.

Mientras me caminaba por el viejo pasillo, no dejaba de pensar en mi conversación de hoy con el Sr. Thomas.

Espero no haber sido muy dura.

Me repetí constantemente, sinceramente por más que haya querido sacarle el tema a mi viejo amigo, no pude.

Necesito saber más sobre los wendigos... ¡debo proteger a Black!

De pronto recordé como durante la conversación con Thomas me puse muy melosa.

- Espero no haya pensado nada raro – Susurré para mí misma, para luego soltar un suspiro.

Toda esta situación me ha hecho darme cuenta de que no quiero perder mi situación actual con Black, es decir, la apreciaba y todo; pero supongo ahora en los momentos difíciles es cuando realmente se siente la necesidad de proteger lo que se ama.

Una vez llegué al final del pasillo estaba Golden Fish esperándome con una sonrisa, aunque por alguna razón llevaba puesto un esmoquin blanco.

- ¡Saludos Sra. Novia! – Dijo sonriente el hombre de cabello de fuego, y a continuación abrió la puerta de madera a sus espaldas y se hizo a un lado para dejarme entrar.

- Hola Golden – Le saludé lo más serena posible (aún estaba un poco resentida por su actitud en nuestro anterior encuentro).

Y tras esto, yo entre a la habitación.

- ¡White! – Un grito salió de la nada pronunciado mi nombre, lo que provoco que por acto reflejo volteará la cabeza hacia esa ubicación.

¡No lo puedo creer!

Fue mi primer pensamiento tras ver quién era....esa larga cabellera oscura, esa sonrisa de imbécil y sobre todo esta terrible sensación de querer huir.

- Hola Matías – Pronuncié con la sonrisa más forzada del mundo.

MATÍAS:

Esa piel blanca combinado con esos ojos cafés combinan siempre perfectamente a la hora de hacer esa fría mirada.

- Qué sorpresa verte por aquí – Y acto seguido sonreí lo más amablemente posible ante White.

- Definitivamente lo era – Respondió White mirándome profundamente a los ojos.

Sinceramente si lo era, me pregunto qué hacía aquí...¡Espera!, me retracto de mi pregunta; creo es bastante obvio por lo que estamos aquí.

- ¿Es Black? – Fui directo al grano sin tartamudear.