CAPÍTULO 16: EL ASESINO DE NOMBRE WENDIGO.

98 5 2
                                    


NAOMI AKA:

Silver estaba sentando en uno de los sofás de la sala, con los ojos cerrados y sin hacer nada de ruido (aunque era bastante obvio que no estaba dormido). En cuanto a mí, estaba en la cocina preparando un poco de té para mi invitado mientras lo observaba desde una pequeña ventana que conecta a la sala con la cocina.

- Aquí está el té – Interrumpí con su meditación mientras entraba a la sala para dejar la jarra y 2 vasos en la mesa.

- Que amable es usted Sra. Aka – Respondió el hombre mientras tomaba la jarra y servía en ambos vasos.

- ¡No es necesario!, usted es mi invitado así que yo lo haré – Intente interrumpir, pero Silver no me lo permitió y termino de servirlo el solo.

- De verdad que es una linda morada – Comentó el sombrerero mientras se llevaba la bebida a la boca para tomarla. – Y un excelente té verde.

- Gracias, de verdad es muy diferente a su molesto hermano – Pasé a comentarle al gemelo de Fish.

- No lo creo, ambos podemos ser igual de molestos – Contesto dejando el té en la mesa con una sonrisa. – Todo depende del contexto Sra. Aka.

- Si usted lo dice

Ambos pasamos unos momentos en silencio, donde solo se oía nuestros constantes sorbos en los vasos para ingerir el líquido, y una vez ambos acabamos el silencio se rompió:

- Entonces, ¿a qué se refiere con el asunto de Kong? – Le pregunté lo más seria posible.

- A eso mismo – Guardo silencio el sombrerero un momento. - ¿Por casualidad su hijo ha salido mucho en las noches?

- No – respondí sin vacilar. - ¿A qué se deben estas preguntas Silver?

- Espere, en un momento le respondo, usted solo considere esto un intercambio de información – Sonrío el sombrerero de mejilla a mejilla. - ¿Dónde estuvo las pasadas horas?

- Ayer usted debería saber dónde estuvo – Me sinceré, tratando de recordarle que Kong estuvo toda la noche durmiendo por culpa de la cantidad de somnífero que le ingresaron.

- Cierto, pero no sabíamos exactamente cuánto tiempo durmieron Purple y su nieto – Señalo el pelirrojo. – De hecho, ¿está seguro que su nieto no salió sin que se diera cuenta?

- Es imposible – Afirmé segura de mi decisión.

Silver se me quedo viendo en silencio un rato, no estoy segura de la razón, pero en estos momentos me sentía insegura de tan solo ver esos oscuros ojos observarme. Lo mismo me paso cuando lo conocí, definitivamente es muy diferente de su hermano.

- Bueno, le daré el beneficio de la duda – Sonrío Silver mientras se servía más té.

- Bien, ¿algo más? – Pregunté ya más tranquila.

- En realidad solo para confirmar – Bebió el té Silver. - ¿Su nieto salió a la consulta con mi gemelo, no?

- Si, aunque dijo que antes iba a pasar a ver a una amiga – Le respondí con total sinceridad.

- Entonces ya tenemos siguiente víctima, ¿eh? – dijo burlón el gemelo, por lo que le lancé una mirada fulminante.

- Disculpe – Comenzó a reírse el joven. – Le dije que podía llegar a ser igual de molesto, no pude evitarlo.

- Esta bien, me arrepiento de mis palabras entonces – Suspiré intranquila.

- Bueno, sugiero le marqué a Kong para que venga – Dijo Silver mientras señalaba al teléfono de la sala con su índice.

WendigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora