i'm inlove but... [Kevin Álvarez]

9. i see the light

(...)

Cailin terminó de hablar, un nudo se formo en mi garganta y me quedé en silencio.
No podía creer lo que estaba escuchando, había removido cada centímetro de mi ser, verla contar la peor experiencia de su vida me había roto el alma, ver en sus ojos todo el dolor que cargaba, el miedo, la angustia, era algo que ni yo mismo me podía explicar.

—Se que tienes muchas preguntas.— rompió el silencio aún con la voz entrecortada.—Y voy a responder cada una de ellas.

La miré, un par de lagrimas salían de sus ojos mientras miraba sus dedos.

—Pero por el momento, ha sido suficiente para mí recordar sólo el principio del infierno que comencé a vivir, me agotó emocionalmente.

Soltó un suspiro.

—Es la primera vez que lo cuento.

—¿Nadie más lo sabe?

Negó con la cabeza.

—Siento mucho que tuvieras que recordar todo eso, Cai.

—No es como que no lo recuerde, en mi sueños siempre está. Cuando estoy distraída o contigo, lo olvido un poco.—sonrió a medias.

—¿Confías en mi?

—Lo hago y es extraño, me costo mucho trabajo volver a confiar en las personas, sobre todo en los hombres. Por eso quise contártelo.

Me miró a los ojos, las lagrimas aún salían de ellos.

—Fui ingenua, lo sé. Tonta, creí en su palabra, creí que me quería, caí y eso hace que casi me maten.

—Oye Cai, no.... No es tu culpa, ese imbecil abuso de tu buen corazón, se aprovecho de eso, eras una niña. Tienes que grabarte bien en tu cabeza que tú eres una víctima de todo esto y no es justo que hayas tenido que pasar por todo esto tú sola.

Cerro los ojos y dejó escapar un ligero sollozo.

—Y no estás sola, no mas. Gracias por contármelo, porque ahora más que nunca voy a estar a tu lado, apoyándote, cuidándote, no te alejes.

—No lo haré, se que tu eres diferente. Lo siento dentro de mí y por eso estoy aquí.

—Nadie volverá a hacerte daño.

Limpie sus lagrimas con mis pulgares y tome sus rostro, bese sus labios de una manera dulce y suave, quería que sintiera que mis palabras eran verdaderas.

—Hijo el desayuno ya está lis....

Mi mamá entró a la habitación.
Ambos nos separamos, Cailin limpio su rostro y arreglo un poco su cabello.

—Perdón, perdón no quise interrumpir.—se ruborizó.

—Mami, nunca tocas.— sonríe y enarque una ceja.

—Lo siento, lo siento creí que estabas solo mi niño.—sonrió pícara.—Tu debes ser Cailin, claro que lo eres.

—S...sí, soy yo, hola mucho gusto.— estiro su mano.