1. the nigth we met

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Desperté de golpe, mi respiración estaba agitada y tenía un poco de sudor en la frente.

Otra vez, pesadillas.

La persona a mi lado en el autobús salto sobre su asiento al verme asustada, me miro con confusión y un poco de preocupación.

—¿Estás bien?—dijo en un tono suave.

—Sí, lo siento, no quise molestarla.—me removí incomoda en mi asiento tratando de tranquilizarme.

—Tranquila, todos tenemos sueños malos.—Tomo mi mano y dio unas palmaditas.­— Oh, por cierto, ya llegamos a la Ciudad de México.— Recorrí la cortina de la ventana, abrí los ojos y preste atención.

Mi estomago se revolvió, una enorme ciudad desconocida estaba presente ante mis ojos.

Solté un suspiro pesado y cerré los ojos, mi vida comenzaba desde cero hoy.

Trataba de pensar cosas mas agradables, de no atormentarme por el motivo que me había arrastrado hasta aquí.

Sentí que el autobús frenó, abrí los ojos y habíamos llegado, coloqué mi mochila sobre mis hombros y tomé las dos maletas medianas con las que apenas había podido llegar aquí, baje del autobús y comencé a caminar a la terminal.

Miraba todo a mi alrededor, las náuseas habían vuelto, el sudor frío en mis manos hacía que las maletas resbalaran un poco, trague saliva y respire profundo, una voz femenina conocida me hizo voltear.

—¡Cai! — Isabella, mi hermana mayor.

Isa era la mediana de tres hermanos, se había mudado a la ciudad hace algunos años, tenía un trabajo estable y económicamente le iba muy bien.

—Hey, que bueno que te encuentro.—suspire con alivio.—Mírate que bonita estás Isa, te he extrañado muchísimo.— La abrace fuerte, estaba contenta de tenerla como apoyo.

—Ya estoy aquí, Cai. ¿Cómo estuvo el viaje?— me ayudó con una maleta y caminamos al estacionamiento.

—Muchas horas, tenía que.... Pasar desapercibida.—asintió mirándome triste.

—Se que ya me dijiste el porque estás aquí, pero, ¿Quieres hablarlo?

—No, no Isa.— negué con la cabeza.—No es el momento.

—Entiendo, pero sabes que cuando quieras hacerlo, aquí estoy.—me dio una mirada llena de apoyo y ternura con su grandes ojos color avellana.— Sube Cai, conmigo estas a salvo.

Subí al auto, escuchar esas palabras me hacían sentir en serio, a salvo.

Sabía que me podía cuidar sola, pero sentir el calor y el apoyo de la gente que me quería me hacía feliz.

Subí al auto, Isabella manejó un buen rato, mis ojos observan cada parte de la ciudad donde ahora era mi nuevo hogar, un monumento gigante se presentó frente a mi, lo miré y abrí los labios, era hermoso de pies a cabeza.

—Es el ángel de la independencia.— sonrió con ternura al verme observándolo, le devolví la sonrisa.— Ya estamos por llegar, Cai.

Cinco minutos después llegamos a un complejo de apartamentos, Isabella estaciono el auto y bajamos para dirigirnos al elevador. Isa presionó el botón con el número "23".

—Ven, pasa. Espero que te sientas cómoda Cai.— sonrió.

Camine hacia el ventanal de la sala, toda la ciudad se veía desde aquí, era lindo.

—Vamos, te llevaré a tu recámara para que te ínstales.—tomo mi mano y nos dirigimos hacia el final del pasillo donde estaba mi recámara, abrió la puerta.

i'm inlove but... [Kevin Álvarez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora