06. haz algo.

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jeongin se encontraba sentado en la mesa del comedor principal, frente a él se encontraba una taza de té, unas tostadas recién hechas y su laptop abierta en su último trabajo de la universidad, observaba la pantalla sin poder concentrarse, su cabeza daba vueltas en la boda de su hermano, específicamente en changbin, en los últimos meses no había escuchado ni la más mínima opinión del chico de cabello negro y, ciertamente, lo inquietaba. sabía que seungmin mas temprano que tarde iba a casarse, pero en su mente no cabía que changbin fuera ese candidato.

el timbre de la casa sonó y eso lo hizo darse cuenta de cuánto tiempo había pasado y que el número de palabras en su texto seguía igual. se levantó de la silla y fue hasta la puerta principal, allí estaba su hermano mayor notablemente inquieto.

— lo siento, no damos limosna.

— ¿changbin pasó por aquí? — preguntó pasando de alto el comentario del menor.

— ¿por qué? — se hizo a un lado, dejando que su hermano pasara.

pasó al hogar de sus padres, buscándolos con la mirada. — no lo sé, quizá pasó a almorzar con mamá.

— mamá no está.

— ¿no está? — volteó a su hermano.

— ¿y tú de dónde vienes? — cruzó sus brazos y arrugó un poco su nariz.

— de mi casa.

— ¿la que aún no está lista?

— sí, jeongin, esa, — respondió ya molesto de la conversación. — ¿sabes dónde está changbin?

frunció su ceño, su cabeza parecía doler, no comprendía qué quería su hermano. — no.

el mayor resopló y se sentó en una de las sillas del comedor, robando una de las tostadas de jeongin para luego darle un mordisco con furia, el menor se sentó a un lado, con la vista puesta en su ordenador, algo se sentía pesado en el aire.

— changbin nunca me responde las llamadas.

— seguro está trabajando.

— no, no lo entiendes.

— ¿qué no entiendo?

— si tu novia no responde a tus llamadas, ¿qué pensarías? — dio otro mordisco a la tostada y sin darse tiempo para masticar bien, volvió a hablar; — que te es infiel, obvio.

hizo una mueca. — claro que no.

— ¿no?

— lo hablaría con ella. — se encogió de hombros. — changbin literalmente está trabajando.

hundió su rostro en las palmas de sus manos. — maldita sea...

— quiero decir, ¿por qué te engañaría?

asomó sus ojos. — ¿y por qué no?

soltó una ligera risa. — que tontería.

— ojalá nunca estés por casarte.

— oye.

— lo digo en serio, no te deseo este estrés.

sin decir nada, acomodó la pantalla del portátil frente a él, subió entre las páginas y leyó un poco antes de borrar, corregir y volver a escribir. las teclas sonaban más fuerte de lo habitual, también estaba escribiendo un poco más rápido que de costumbre, necesitaba mantener ocupada su cabeza para no decir algo de lo cual se pudiera arrepentir más tarde.
sabía dónde estaba changbin, sabía dónde estaba seungmin, entonces, ¿por qué ninguno de los dos respondían sus llamadas mutuas? alguien le estaba mintiendo.
jeongin continuó escribiendo en su laptop, tratando de concentrarse en su trabajo universitario para distraerse de la preocupación que sentía, pero su mente seguía divagando hacia la situación con changbin y seungmin, haciéndose notar a medida que escribía, su frustración e inquietud se reflejaban en la forma en que pulsaba las teclas con más intensidad.
seungmin lo observaba de reojo, notando la tensión en la postura de su hermano y en el ambiente, aunque había ido allí para hablar sobre changbin, tenía muy en cuenta que había algo que su hermano no le estaba diciendo. el chico de cabello gris ahora estaba inquieto, sin saber como continuar con la conversación.

— ¿por qué vas a casarte con changbin? — el castaño rompió el silencio, aún sin levantar la vista.

seungmin cambió su gesto a uno de confusión, no esperaba escuchar alguna pregunta de esas por parte de jeongin, estaba desprevenido.

alzó su mirada hacia su hermano y al ver su rostro, se explicó. — o sea, ¿por qué changbin? desde que empezaron a salir pensé que terminarían a la semana, y... ¿cuánto llevan?

— cinco años.

— ¡cinco años! — exclamó junto a una risa sin gracia. — no puedo creerlo, cinco años, ¿por qué?

— bueno, lo amo.

— ajá, pero siempre estás diciendo que él no te demuestra cariño, y ahora que es infiel, ¿por qué vas a casarte si piensas en esas cosas?

frunció su ceño, comenzaba a enojarse. — no entiendo que estás preguntando, tengo una relación perfecta.

— mhm, la tienes, — pasó las yemas de sus dedos por las teclas. — pero piensas que te sería infiel.

— jeongin, ya no importa, no necesito esta conversación... otra vez.

— conozco a changbin, no lo haría.

— ¿y si lo hace? — resopló.

— no te cases con alguien en el que no confías, seung.

el silencio volvió a invadirlos, la tensión, esta vez por parte de seungmin, volvió a hacerse presente, ahora ambos estaban incómodos.

— ¿changbin no trabaja en casa?

— ajá.

levantó su vista de la pantalla, mirando a seungmin con esos ojos de obviedad que tanto le gustaba poner. — ve a buscarlo, si no está, ya tienes algo para reclamarle.

el mayor se encogió de hombros, aunque no fue muy difícil acceder a esa idea, simplemente se levantó, se despidió y se fue. 
la casa volvía a estar sola, en ese silencio que lo ensordecía. inquieto tomó el mouse y, de forma temblorosa, guardó su archivo, ¿por qué su cabeza no le dejaba de dar vueltas? luego, tomó su celular y buscó el número de changbin, llamando a su cuñado sin poder pensarlo demasiado.
el tono sonó tres veces antes de obtener respuesta.

— ¿innie?

— dios, chang, pensé que no me responderías. — cerró la laptop frente a él, se levantó y se dirigió a su habitación. — ¿dónde estás?

— trabajando.

contuvo su aire para no soltar un bufido. — ¿en dónde? ¿en casa?

guardó silencio por unos segundos, confundido con el interrogatorio. — ¿qué pasa?

— seungmin está yendo al departamento, y si no estás... — hizo una pausa, casi saltando a su cama. — va a enojarse.

— ¿qué? — se escuchó un leve carraspeo al otro lado de la línea, changbin estaba confundido.

— no lo sé, bin, haz algo con él.

sin decir nada más colgó la llamada, aún inquieto por sus propios pensamientos. se tomó un momento para cuestionarse qué se suponía que había hecho, terminando por borrar su historial de llamadas.

la boda de mis sueños. (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora