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— tengo demasiado papeleo... deberías ser más considerado conmigo. — se quejó el castaño, soltando un bufido.

— has tu trabajo.

— comencé a hablar con hyunjin. — comentó con una sonrisa.

— ah, muy bien, con el dinero que ganes cuando termines tu trabajo pueden salir a comer algo. — rodó sus ojos.

— oh, vamos, podría estar hablando con él ahora mismo... so seas así. — hizo un puchero, intentando convencer al menor.

— jisung...

— bien, bien, lo siento... — hizo una pequeña mueca.

desde que su amigo había dejado de verse con aquel rubio estaba más estresado que de costumbre, quería aconsejarlo pero seungmin nunca escuchaba sus palabras, animarlo o hablar con él era su única opción pero no daba resultado.

— agh... — soltó un quejido. — ... ¿qué crees que esté haciendo Bin?

— no lo sé, supongo que está trabajando.

— ah... él es tan seco... a veces me hace pensar que no quiere casarse conmigo. — dejó su celular a un costado, haciendo una mueca. estaba preocupado por su novio.

— ¿te arrepientes?

— claro que no. — arrugó su nariz. — quiero casarme con él... pero es estresante.

— quizá él no quiere casarse contigo. — comentó, sin levantar la vista de sus papeles.

— ¡han! se supone que debes apoyarme. — exclamó, rodando sus ojos por la respuesta de su amigo.

— sabes que soy el primero en estar en desacuerdo con tu boda. — se encogió de hombros. — las bodas son una pérdida de tiempo.

— uh, cállate... sabes que siempre quise la boda perfecta, es adorable, ¿no lo crees? — su amigo negó.

— luego ocurren cosas como la de chris...

— olvida ese tema. — dijo, cortante, no quería volver a hablarlo.

— lo siento, olvidé que no puedo nombrarlo. — soltó un suspiro, acomodando los papeles en una pequeña pila.

— por favor, olvídalo.

el castaño solo se levantó de su asiento, acercándose a la puerta principal de la oficina, quedándose unos segundos en la misma. — seungmin... yo también estoy cansado. — bufó, acomodando los papeles bajo su brazo. — cansado de tu boda, de tu supuesto amor por changbin y de tu vida perfecta, ¿esto es lo que quieres? el resto de tu tiempo jungo a él será una basura. — sin esperar alguna respuesta del chico contrario se retiró de la habitación.

el menor soltó un bufido, recargando su codo sobre el escritorio para posteriormente recargar su mentón en la palma de su mano, mordió un poco sus labios. estaba cansado de esa situación, pero estaba decidido a seguir adelante con su plan principal, no podía arruinarlo en ese momento. aún quería su vida perfecta junto a changbin.

no iba a prestarle atención a jisung, no era como él; su mejor amigo, tan impulsivo como en su infancia, aún no podía comprender como tomaba todo tan a la ligera, arriesgándose demasiado, le sorprendía que aún siguieran siendo amigos.

estaba esperando a que su jornada laboral se terminara, se encontraba completamente agotado, tanto física como mentalmente. quería llegar a su casa y recostarse hasta el día siguiente, ni siquiera se preocuparía por pasar a la casa de sus padres antes.
observó su reloj, soltando un bufido pesado por el estado en el cual se encontraba, sin tardar demasiado se levantó de su asiento y acomodó algunas cosas sobre su escritorio antes de tomar su pequeño bolso e irse hacia la oficina de su mejor amigo, no sin antes cerrar la puerta de su propia oficina al salir de la misma. se recargó un poco en el marco de la puerta, observando como el castaño aún ordenaba algunos papeles.

la boda de mis sueños. (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora