los días habían pasado pero el recuerdo de christopher seguía dando vueltas por su mente, ¿a quién se le ocurrió darle esa apariencia? le recordaba a la imagen típica de un ángel, quizá esa era la señal para poder decir que dios sí existía, pero se sentía mal, sabía que lo estaba; ambos estaban en una relación y no era correcto pensar en ese chico de esa forma, no lo habían educado de esa forma. ese sentimiento en su pecho no le permitía hacerle caso a la razón, odiaba admitirlo pero era sincero consigo mismo, nunca había sentido algo así con changbin y era lo que más le molestaba de esa situación.
hacía garabatos en su libreta, perdido en sus propios pensamientos y en los ojos del australiano, esos ojos llenos de brillo que, por un momento, sintió que lo protegían. soltó un suspiro pesado por no poder olvidar la manera tan perfecta en la cual encajaban sus manos, ¿por qué?— hey, minnie. — jisung entró a su oficina sin aviso, provocando un susto en el menor. — ¿te asusté?
— sí, estaba pensando.
— oh, ¿pensando? ¿en qué piensas? — se sentó en el asiento frente el escritorio, acomodándose en el mismo y recargó sus codos sobre la superficie, entrelazando sus propios dedos para apoyar su mentón en los mismos.
— ¿no tienes trabajo para hacer? — preguntó, alzando una de sus cejas.
— de hecho, no, venía a preguntarte si necesitabas algo más. — sonrió de lado al saber que su amigo no tenía otra opción.
— pensaba en bin.
el mayor soltó una risa. — no me mientas.
mordisqueó el interior de sus mejillas. — no lo hago.
— sí lo haces, — negó con su cabeza. — no te pones así cuando piensas en él, ¿o acaso hizo algo por ti?
— ¿"así"? ¿"así" cómo?
— no lo sé... te veías diferente.
si jisung lo decía debía ser cierto, no había persona en el mundo que lo conociera más que su mejor amigo. ¿tan diferente se veía al pensar en otra persona? su estómago estaba revuelto.
— en fin, — jisung volvió a hablar al no tener respuesta. — quería hablarte de ti.
— ¿de mí? — soltó una pequeña risa.
— bueno, de tu relación.
seungmin hizo una mueca, sabía que el contrario no estaba del todo conforme con la relación que tenía con el azabache y odiaba por completo esas charlas, no necesitaba que alguien más lo cuestionara.
— tú...
— sí, jisung, estoy seguro de querer casarme.
— que aburrido, ¿changbin te ama? — bromeó, estirandose un poco.
— cierra tu boca.
— hey, cálmate. — se acomodó en el asiento. — simplemente no veo que seas feliz, quiero lo mejor para ti.
— ¡tengo la vida perfecta! ¿bien? — se levantó de su asiento, golpeando el escritorio con ambas palmas de sus manos. — no necesito que tú, mi madre o quien sea me den lecciones, estoy feliz.
el castaño observó a su mejor amigo, aún sentado donde estaba; su ceño estaba fruncido y cuestionando totalmente la vida perfecta del menor, haciendo una mueca por lo mismo.
alejó un poco el asiento de esa superficie, bufando mientras negaba con su cabeza. — te conozco...
— no, no lo haces.
— seungmin, escúchame, no te ves feliz con él. — se levantó y se acercó un poco al peligris, el mismo se alejó de él.
— jódete, jisung.
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la boda de mis sueños. (en edición)
Fanfic𝙘𝙝𝙖𝙣𝙢𝙞𝙣. en vez de estar jugando con sus coches de juguete, seungmin soñaba con estar dando el "sí" delante de la persona de sus sueños. changbin parecía ser esa persona. los últimos detalles se estaban concretando, su familia estaba totalme...