jisung iba de un lado a otro junto a una pequeña libreta en sus manos; ayudaba a su mejor amigo como era habitual, pero esta vez ambos se encontraban planeando la boda perfecta. era una tarea realmente difícil, seungmin era una persona demasiado exigente y perfeccionista en cuanto a sus gustos y lo era incluso más respecto a su boda; el chico de cabellos grises quería casarse desde que tenía memoria, quería que su día especial fuera perfecto de arriba hasta abajo y de izquierda a derecha, tenía los ahorros suficientes como para permitírselo y su tan amado prometido también tenía dinero ahorrado, aunque changbin no se había presentado a ninguna reunión para preparar el mejor día de su vida.
— ¿changbin vendrá a verte hoy? — preguntó el pelicastaño, provocando que su mejor amigo levantara la vista de algunos papeles que tenía en su escritorio.
— eso creo. — se encogió de hombros, en realidad no lo sabía. — estas semanas está teniendo mucho trabajo, espero que pueda venir...
— ah, de todas formas lo tienes en tu casa, puedes preguntarle más tarde. — el mayor se sentó en una de las sillas frente al contrario, pudiendo notar que tenía algunas paletas de colores.
— ¿qué tipo de beige crees que quede mejor en los manteles?
— ¿hay tipos de beige? — alzó sus cejas, claramente, no le daba importancia a los colores.
seungmin rodó sus ojos, algo molesto por la respuesta que había obtenido. nuevamente se centró en las dos paletas que eran sus favoritas, colocándolas una a un lado del otro para compararlas mejor, bufando por la poca ayuda que obtenía de jisung.
— ¿qué? — habló el mayor nuevamente, fingiendo molestia. — todos son iguales... — carraspeó. — como los hombres.
— creo que un tono más oscuro quedaría mejor... — murmuró, ignorando por completo la pequeña broma de su mejor amigo.
el menor levantó su vista cuando escuchó que la puerta principal se abría.
— bien, tu principe azul llegó. — alejó la silla del escritorio y se levantó de la misma, dirigiéndose fuera de la oficina de su amigo.
observó como el novio del chico de cabellos grisáceos estaba a punto de entrar al lugar de trabajo del mismo, hizo una reverencia ante él luego de abrir la puerta de cristal.
— buenos días, señor seo.
seungmin se asomó por sobre el hombro del más bajo, dirigiendo su mirada a su futuro esposo. hizo una mueca ante el apodo que su amigo le había dado al recién llegado, odiaba aquellos comentarios llenos de falsa formalidad por parte jisung hacia su novio solo porque este último tenía una personalidad un tanto distante hacia cualquier persona que se le acercara, incluso, algunas veces, hacia seungmin.
— hola, binnie. — saludó luego de soltar un suspiro. — estaba viendo detalles de la boda, ¿quieres...
— oh, no. — interrumpió. — tengo mucho trabajo, solo pasaba para ver como estabas.
— bien... estoy bien. — se acercó un poco más a él, bajando un poco su mirada. — entonces... ¿te veré en casa hoy?
— como siempre.
hubo un pequeño silencio que jisung se encargó de interrumpir con una risa, casi carcajada, provocando que ambos chicos presentes voltearan a verlo.
— como sea, iré a trabajar, nos vemos luego. — habló con una sonrisa burlona para luego dirigirse a su oficina.
el menor soltó un bufido a la vez que fruncía su ceño. — nos vemos más tarde, bin. — se despidió con un corto besos en los labios de su novio, siguiendo los pasos de su mejor amigo.
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la boda de mis sueños. (en edición)
Fanfiction𝙘𝙝𝙖𝙣𝙢𝙞𝙣. en vez de estar jugando con sus coches de juguete, seungmin soñaba con estar dando el "sí" delante de la persona de sus sueños. changbin parecía ser esa persona. los últimos detalles se estaban concretando, su familia estaba totalme...