DETALLE 2

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DETALLE 2

Seto Kaiba había pasado días reflexionando sobre el siguiente detalle que planeaba regalar a Atem. Había considerado varias opciones, pero finalmente se decidió por un reloj de pulsera. Era un regalo que combinaba elegancia y utilidad, algo que sabía que Atem valoraría. Además, el simbolismo del tiempo y la perseverancia encajaba perfectamente con la personalidad y el espíritu de Atem.

Un día soleado en la ciudad, Seto se dirigió a una joyería de lujo que había elegido meticulosamente. Buscaba algo especial, algo que reflejara la importancia de su gesto. Al llegar, recorrió las vitrinas llenas de relojes de alta gama hasta que encontró uno que capturó su atención. Era un reloj de pulsera elegante y moderno, con detalles en acero inoxidable, unos detalles en el borde con rubíes incrustados y una esfera negra que le daba un toque de sofisticación. Seto sabía que era el adecuado.

Después de hacer la compra, Seto se aseguró de que la parte trasera del reloj pudiera ser grabada. Quería que Atem supiera exactamente quién era el remitente de este regalo. Eligió cuidadosamente las palabras y escribió con elegancia: "Admiro cómo enfrentas los desafíos con valentía". Para él, estas palabras transmitían su profundo respeto por el faraón y su espíritu intrépido.

Una vez que el reloj estuvo grabado y empaquetado con esmero, Seto lo entregó a su hermano, Mokuba. Conocía la importancia de la entrega personal en un gesto como este y confiaba en Mokuba para que lo hiciera de manera impecable.

De vuelta en su mansión, Seto se reunió con Mokuba en su oficina, donde le entregó el paquete con el reloj.

"Mokuba, asegúrate de que entregas esto personalmente a Atem y que no lo pierdas en el camino", le advirtió Seto con seriedad. Sabía que su hermano menor era diligente, pero no estaba dispuesto a correr ningún riesgo.

"No te preocupes, Seto. Sabes que siempre soy cuidadoso con las cosas importantes", respondió Mokuba con una sonrisa, tomando el paquete con reverencia.

Seto asintió, satisfecho con la respuesta de su hermano. Sabía que podía confiar en él para llevar a cabo esta tarea con precisión. Le dio unas palmaditas en el hombro a Mokuba y le sonrió.

"Bien, ahora escucha atentamente. Cuando entregues el paquete, dile a Atem que es un regalo mío y que no hay necesidad de que me dé las gracias. También dile que lo apreciaré si lo usa en su próximo duelo. ¿Entendido?", le indicó Seto, enfatizando la importancia de transmitir el mensaje correctamente.

"Sí, hermano. Lo haré tal y como me lo has dicho", asintió Mokuba determinado en cumplir la misión que su querido hermano mayor le había encomendado personalmente.

Con todas las instrucciones claras y el paquete elegante en manos de Mokuba, Seto se sintió aliviado. Ahora solo tenía que esperar a que Atem recibiera su regalo y descifrara el significado detrás de esta serie de detalles.

Mientras tanto, en la tienda del abuelo, Mokuba buscaba a Atem. Cuando finalmente lo encontró, se acercó con una sonrisa radiante.

"Hola, Atem. Tengo un paquete para ti", anunció Mokuba, extendiendo el paquete cuidadosamente envuelto, se notaba que todo lo tenía fríamente calculado 

Atem, curioso por la procedencia del regalo, lo tomó con interés. "¿De quién es esto?", preguntó mientras examinaba el paquete.

Mokuba, con un brillo de emoción en los ojos, respondió: "Es de parte de Seto. Dijo que no hay necesidad de que le des las gracias. También dijo que le gustaría si lo usas en tu próximo duelo".Intrigado, Atem abrió el paquete con cuidado y reveló el elegante reloj de pulsera en su interior. Sus ojos se posaron en la parte trasera, donde estaba grabada la nota de Seto.

"Admiro cómo enfrentas los desafíos con valentía", leyó Atem en voz alta, mientras una sonrisa curvaba sus labios, pasando las yemas de sus dedos por el grabado sin evitar suspirar haciendo que un ligero rubor cubriera sus mejillas. Luego; tratando de mantener la compostura frente a Mokuba y con auténtica curiosidad le hizo la siguiente pregunta mirándolo directo a los ojos, esperando con añoranza desifrar mas sobre lo que el joven empresario traía entre manos.

"Mokuba, ¿tienes idea de por qué tu hermano está haciendo esto?"

Mokuba, encogiéndose de hombros, admitió: "En realidad no tengo idea, no me ha dicho más allá de lo que tu y yo sabemos de mi hermano,  pero si me lo preguntas nunca había visto a mi hermano hacer esto por nadie antes de ti, Atem. No me ha dado muchos detalles al respecto, pero puedo decirte que ha estado trabajando en esto durante algún tiempo".

Atem continuó sosteniendo el reloj en sus manos, reflexionando sobre el gesto de Seto. Aunque era conocido por su frialdad y su fachada imperturbable, había algo en su actitud que iba más allá de la simple generosidad.

"Gracias, Mokuba", dijo Atem finalmente, su sonrisa ahora más evidente. "Dile a tu hermano que aprecio mucho esto, aunque todavía no entiendo completamente su significado".

Mokuba asintió con sinceridad. "Lo haré, Atem. Estoy seguro de que a él le alegrará saberlo".

Atem miró el reloj nuevamente y sintió una mezcla de gratitud y curiosidad. No sabía a dónde los llevaría este gesto, pero estaba dispuesto a descubrirlo. Por ahora, estaba agradecido y conmovido por la atención y el cariño que Seto estaba demostrando de una manera tan singular, su mente no pudo evitar divagar si habría un motivo oculto detrás de esos detalles en particular.

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