11 DETALLES

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11 DETALLES

Los días se habían convertido en semanas desde que Seto Kaiba había comenzado a planear su próximo regalo para Atem. En su mente, este regalo sería el más significativo de todos. Había estado esperando pacientemente el momento adecuado para entregárselo, y finalmente había llegado.

El mensaje que Seto quería transmitir a Atem era profundo y sincero: "Me encanta cómo piensas". Durante su tiempo juntos, Seto había llegado a apreciar y admirar la forma en que Atem abordaba los desafíos, resolvía problemas y exploraba ideas con una mente brillante y curiosa. Quería que Atem supiera cuánto valoraba su inteligencia y su capacidad para ver el mundo desde ángulos que otros pasaban por alto.

Para este regalo, Seto había decidido llevar a Atem a un lugar especial: el observatorio astronómico de la ciudad. Sabía que Atem tenía un profundo interés por el universo y las estrellas, y había planeado esta visita con esmero. Había reservado una cita privada para que pudieran disfrutar del observatorio sin distracciones ni multitudes.

El día de la visita, Seto esperó a Atem frente al observatorio, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Sabía que este regalo sería un paso importante en su relación, y esperaba que Atem comprendiera la profundidad de su mensaje.

Cuando Atem llegó, lucía un brillo de anticipación en los ojos. "Seto, ¿en dónde estamos?"

Seto le ofreció una sonrisa intrigante y lo llevó hacia la entrada del observatorio. "Es una sorpresa, Atem. Te aseguro que te encantará."

Una vez dentro, fueron recibidos por un astrónomo que los guió a través del observatorio. Atem estaba asombrado por la cantidad de telescopios y equipos astronómicos que veía a su alrededor.

"Seto, esto es inmenso, es enorme en verdad", murmuró Atem mientras miraba alrededor.

Seto asintió y lo llevó a una de las cúpulas, donde se encontraba un telescopio especialmente preparado para su visita. "Esta noche, vamos a explorar el cielo juntos, Atem."

Durante horas, los dos estuvieron absortos en la belleza del cosmos. Seto había investigado previamente los objetos celestes que Atem encontraría más interesantes y había planeado la visita de acuerdo a eso. Miraron estrellas, planetas y galaxias, y Atem no podía dejar de hacer preguntas y compartir sus pensamientos sobre el universo.

Seto observaba a Atem con admiración mientras hablaba apasionadamente sobre la astronomía. Sus ojos brillaban con entusiasmo, y su mente trabajaba incansablemente para comprender los misterios del espacio exterior. Era un recordatorio constante de por qué Seto se había enamorado de él en primer lugar.

Finalmente, llegó el momento que Seto había estado esperando. Se dirigieron a una plataforma de observación al aire libre, donde las estrellas brillaban intensamente en el cielo nocturno. Seto había asegurado que estuvieran solos y que no hubiera interrupciones.

"Atem", comenzó Seto con voz suave, "quiero que sepas cuánto admiro la forma en que piensas. Tu mente es un lugar fascinante, y cada vez que compartes tus pensamientos y conocimientos conmigo, me siento profundamente afortunado."

Atem lo miró, sus ojos reflejando gratitud y sorpresa. "Seto, eso significa mucho para mí. Siempre me he sentido libre de ser yo mismo contigo, y eso es algo que valoro profundamente."

Seto asintió y sacó un pequeño paquete que había estado escondido en su bolsillo. Lo colocó en las manos de Atem, quien lo miró con curiosidad antes de abrirlo cuidadosamente. Dentro encontró un colgante, uno que representaba un pequeño telescopio. El telescopio estaba cuidadosamente detallado, con una lente pequeña que estaba hecha de zafiros para imitar la mirada hacia las estrellas.

"Atem, este colgante es un símbolo de tu pasión por la astronomía y tu forma única de ver el mundo", explicó Seto.

Atem sostuvo el colgante en sus manos con una expresión conmovida en el rostro. "Seto, es hermoso. No sé qué decir."

Seto sonrió y tomó el colgante, colocándolo alrededor del cuello de Atem. "No necesitas decir nada, Atem. Quiero que tengas esto como un recordatorio constante de que te amo por la persona increíble que eres, por la forma en que piensas y la pasión que tienes por la vida."

Atem tocó el colgante con gratitud antes de mirar a Seto con ojos llenos de emoción. "Seto, eres increíble. Nunca dejaste de sorprenderme."

Seto se inclinó hacia adelante y capturó los labios de Atem en un beso tierno pero apasionado. Fue un beso que selló su amor y aprecio el uno al otro, un beso que hablaba de un futuro juntos y de aventuras compartidas.

Pasaron el resto de la noche observando el cielo estrellado, pero esta vez sus manos estaban entrelazadas mientras compartían el colgante que simbolizaba su amor. 

En ese momento, bajo la inmensidad del universo, Atem y Seto se dieron cuenta de que su conexión era más profunda que nunca. Era un amor basado en la admiración mutua, el respeto y la aceptación incondicional.

Mientras observaban las estrellas juntos, sabían que este era solo el comienzo de su viaje juntos, un viaje lleno de pasión, amor y un profundo aprecio el uno al otro. Habían encontrado su lugar especial en el mundo, y lo protegerían y nutrirían con cada latido de sus corazones apasionados.

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