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27 DETALLES

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El mensaje de Seto a Atem, "Amo tu corazón noble", era una expresión de admiración profunda. Seto sabía que Atem poseía una bondad innata que lo hacía destacar entre las personas que conocía. Había llegado el momento de transmitir sus sentimientos más profundos en un gesto que reflejara la nobleza de Atem.

Seto había estado trabajando en secreto en este regalo durante meses. Era una obra maestra de amor y creatividad que esperaba que mostrara a Atem cuán profundos eran sus sentimientos. Había comenzado por escribir un libro, un libro que no se parecía a ninguno que Atem hubiera visto antes.

El libro tenía un título largo y significativo: "Un Millón de Razones por las Cuales Amo a Atem con Todo mi Corazón". Seto había ilustrado personalmente cada página del libro, utilizando una variedad de técnicas artísticas, desde acuarelas hasta grabados en madera. Cada página presentaba una razón diferente por la que Seto amaba a Atem, y cada razón estaba acompañada de una ilustración hermosa y detallada.

El día que Seto planeaba entregar el libro había llegado. Había organizado una cena íntima en su mansión, con velas encendidas y música suave de fondo. La mesa estaba decorada con rosas rojas y blancas, las flores favoritas de Atem.

Cuando Atem llegó a la mansión, fue recibido por un mayordomo que lo condujo a la mesa. Seto estaba de pie junto a la mesa, vestido con un elegante traje, y su mirada se iluminó cuando vio a Atem.

"Atem, estás radiante esta noche", dijo Seto, ofreciéndole una copa de champán.

Atem sonrió y aceptó la copa. "Tú también te ves increíble, Seto."

La cena transcurrió en medio de conversaciones animadas y miradas significativas. Atem notó que Seto estaba un poco nervioso, pero no podía imaginar por qué.

Después de la cena, Seto se puso de pie y se dirigió a una mesa cercana donde un objeto cubierto con un paño blanco llamaba la atención.

"Atem, hay algo que quiero mostrarte", dijo Seto, su voz ligeramente temblorosa.

Atem asintió con curiosidad mientras Seto retiraba el paño blanco, revelando el libro que había estado esperando mostrarle.

El libro era simplemente impresionante. La portada estaba decorada con un intrincado diseño en oro y azul marino, y las páginas estaban encuadernadas en cuero suave y blanco. Atem apenas podía creer lo que veía.

"Seto, ¿lo hiciste todo tu? Es precioso", murmuró Atem, tocando el libro con reverencia.

Seto sonrió con gratitud. "Por favor, siéntate y observa. Quiero que veas cada página."

Atem obedeció y abrió el libro con cuidado. En la primera página, vio una ilustración detallada de una puesta de sol sobre el océano, con la razón número uno escrita a mano: "Amo cómo tus ojos reflejan la belleza del mundo".

Con cada página que pasaba, Atem se sumergía más en el mundo de Seto. Cada razón era única y personal, desde la forma en que Atem sonreía hasta su pasión por el Duelo de Monstruos.

Seto se acercó a Atem y señaló una página en particular. "Esta es una de mis razones favoritas", dijo, mientras Atem miraba la ilustración de ellos dos bailando bajo las estrellas. "Razón número 365: Amo cómo haces que cada día sea una celebración".

Atem sintió un nudo en la garganta mientras continuaba hojeando el libro. Las razones eran divertidas, tiernas, apasionadas y a veces incluso graciosas. Cada una de ellas estaba acompañada de una ilustración que reflejaba la esencia de su relación.

Finalmente, llegaron a la última página del libro. Atem leyó la razón número un millón con asombro: "Amo cada latido de tu corazón noble".

Seto se arrodilló frente a Atem y tomó su mano con ternura. "Atem, tú eres el amor de mi vida, y nunca dejaré de admirar la nobleza de tu corazón. Quiero pasar el resto de mi vida contigo, compartiendo cada día, cada celebración y cada latido de nuestros corazones."

Atem estaba abrumado por la emoción. "Seto, yo..."

Seto sacó un pequeño estuche de terciopelo de su bolsillo y lo abrió para revelar un anillo de compromiso deslumbrante.

"Atem, ¿te casarías conmigo?", preguntó Seto, sus ojos llenos de amor y ansiedad.

Las lágrimas llenaron los ojos de Atem mientras asentía con vehemencia. "Sí, Seto, sí."

Seto deslizó el anillo en el dedo de Atem y luego lo abrazó con fuerza. Esa noche, mientras observaban las estrellas desde la terraza de la mansión, Atem sostenía el libro en su regazo, recordando cada razón por la que Seto lo amaba. Sabía que su amor era eterno y que su corazón noble los llevaría a un futuro lleno de alegría y amor.

El libro se convirtió en un tesoro inestimable para Atem, una prueba tangible del amor de Seto. Cada página ilustraba su relación en todas sus facetas, y Atem lo guardó con cuidado junto a su corazón noble.