24 DETALLES

4 1 0
                                    

24 DETALLES

La relación entre Seto y Atem había recorrido un largo, firme y aventurero camino desde su primer encuentro en aquel torneo de Duelo de Monstruos.

A lo largo de los años, habían enfrentado desafíos, superado obstáculos y celebrado triunfos juntos. Pero lo que más valoraban era la estabilidad que habían construido y el amor que compartían.

El mensaje de Seto a Atem, "Amo que lo nuestro sea estable, correspondido y nos encontremos muy felices", resonaba profundamente en sus corazones. Seto sabía que, en muchos sentidos, habían encontrado su lugar en el mundo juntos, y eso era algo que quería celebrar de una manera especial.

Habían acordado pasar un tranquilo fin de semana en la casa de campo que Seto tenía en las afueras de la ciudad. Era un lugar alejado del ajetreo y el bullicio, donde podían disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la naturaleza. Seto había estado ocupado preparando todo para su escapada, y tenía una sorpresa especial planeada para Atem.

El viernes por la tarde, ambos emprendieron el viaje hacia la casa de campo en el lujoso automóvil de Seto. Durante el trayecto, disfrutaron de la música suave y charlaron sobre sus planes para el fin de semana. Había una sensación de serenidad en el aire mientras se alejaban de la ciudad.

Al llegar a la casa de campo, Atem quedó impresionado por la belleza del lugar. La casa estaba rodeada de jardines exuberantes y tenía una vista panorámica de las colinas y el lago cercano. Seto había cuidado de cada detalle, desde las flores frescas en el interior hasta la cálida chimenea lista para encenderse en las noches frescas.

"Seto, esto es en verdad entrañable, me siento tan feliz de estar a tu lado", dijo Atem mientras exploraban la casa. "No puedo creer que hayas planeado todo esto."

Seto le dedicó una sonrisa cariñosa. "Quería que tuviéramos un fin de semana especial para celebrar lo lejos que hemos llegado juntos, Atem."

Esa noche, disfrutaron de una cena casera preparada por el propio Seto, quien había perfeccionado sus habilidades culinarias a lo largo de los años. Mientras compartían la comida y el vino, charlaban y se reían de anécdotas de su vida juntos.

Después de la cena, Seto lo llevó al porche trasero, donde habían colocado una hamaca doble bajo las estrellas. Era el lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad de la noche y el cálido abrazo del otro. Se acurrucaron juntos, mirando al cielo estrellado.

"Amo que lo nuestro sea estable, correspondido y nos encontremos muy felices", dijo Seto suavemente, repitiendo las palabras de su mensaje.

Atem asintió con cariño. "Yo también, Seto. No puedo imaginar mi vida sin ti."

Seto sacó un pequeño paquete de su bolsillo y lo colocó en las manos de Atem. "Y para recordarte siempre lo felices que somos juntos, tengo un regalo para ti."

Atem abrió el paquete con curiosidad y encontró una pequeña caja de cristal. Dentro, había una mariposa de colores vibrantes, hecha de cristal de Murano. La mariposa estaba posada en una rama de cristal, con sus alas extendidas como si estuviera a punto de volar.

"Es muy hermosa", murmuró Atem, admirando la obra de arte en sus manos.

Seto explicó: "Esta mariposa representa nuestra relación. Delicada, hermosa y llena de colores. Y, al igual que una mariposa, nuestra relación es libre y siempre lista para emprender nuevos vuelos."

Atem sintió un nudo en la garganta mientras observaba la mariposa de cristal. Era un regalo que expresaba su amor y su deseo de que su relación siguiera creciendo y floreciendo.

Seto continuó: "Cada vez que mires esta mariposa, quiero que recuerdes lo afortunado que me siento de tenerte en mi vida, y de que soy tuyo, completamente y para siempre."

Las palabras de Seto eran profundas y sinceras, y Atem pudo sentir el amor que las respaldaba. Abrazó a Seto con fuerza, sabiendo que no había palabras suficientes para expresar lo que sentía.

Esa noche, durmieron juntos bajo las estrellas en la hamaca doble, sus cuerpos entrelazados y sus corazones en perfecta armonía. La pasión y la estabilidad que compartían eran la base de su amor, y estaban agradecidos por cada momento que pasaban juntos.

El fin de semana continuó con risas, paseos por el campo y momentos de intimidad compartida. Era un recordatorio constante de lo afortunados que eran de tenerse el uno al otro. En su corazón, sabían que su amor seguiría siendo estable, correspondido y lleno de felicidad, incluso mientras avanzaban juntos en la vida.

33 DetallesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora