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25 DETALLES

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La relación entre Seto Kaiba y Atem había recorrido un largo camino desde el momento en que se conocieron en el mundo del Duelo de Monstruos.

Se habían enfrentado en innumerables duelos, habían compartido desafíos y habían superado obstáculos juntos. Pero lo que los unía no era solo su pasión por el juego, sino algo mucho más profundo: un amor que había crecido con el tiempo de forma exponencial y se había convertido en una fuerza indestructible.

El mensaje de Seto para este capítulo era simple pero lleno de significado: "Amo nuestra intimidad".

Quería expresar lo que sentía por Atem de una manera que nunca antes lo había hecho. La intimidad que compartían, no solo en el sentido físico, sino también emocional, era algo que valoraba más allá de las palabras.

Seto había decidido que la mejor manera de expresar sus sentimientos era a través de la música. Sabía que la música tenía un poder único para transmitir emociones y pensamientos que a veces eran difíciles de expresar con palabras. Así que había trabajado en secreto durante meses en una composición especial que reflejara la profunda conexión que tenía con Atem.

La noche que había elegido para revelar su regalo especial era una noche tranquila y estrellada. Había invitado a Atem a su lujosa mansión en las afueras de la ciudad, donde la música y la intimidad podrían fluir sin interrupciones.

Cuando Atem llegó, Seto lo recibió con una sonrisa cálida y un beso suave en los labios. Luego lo condujo a la sala de música, donde un piano de cola negro dominaba el espacio.

"Atem, he preparado algo para ti", dijo Seto con voz suave.

Atem asintió, curioso y emocionado. "¿Qué es, Seto?"

Seto se sentó frente al piano y comenzó a tocar una melodía suave y emotiva. Cada nota fluía con gracia y pasión, como si estuviera hablando directamente desde el corazón de Seto.

A medida que la música llenaba la habitación, Atem cerró los ojos y se dejó llevar por la belleza de la melodía. Era como si Seto estuviera hablando a través de la música, expresando sus sentimientos más profundos de una manera que las palabras no podían igualar.

La canción continuó durante varios minutos, llevando a Atem en un viaje emocional. Podía sentir la intensidad de los sentimientos de Seto en cada nota, y eso lo conmovía profundamente.

Cuando la última nota se desvaneció en el aire, Seto se levantó del piano y se acercó a Atem. Lo tomó en sus brazos con ternura y susurró al oído: "Esa canción es para ti, Atem. Es mi forma de decirte cuánto amo nuestra intimidad, cuánto valoro cada momento que compartimos juntos."

Atem sintió un nudo en la garganta, abrumado por la emoción. "Seto, no sé qué decir. Ha sido sublime, realmente no puedo creer que te tomaras el tiempo y el esfuerzo de escribir música psra mi, eres sumamente talentoso."

Seto acarició la mejilla de Atem con el pulgar y lo miró a los ojos con una intensidad que lo dejó sin aliento. "No necesitas decir nada, Atem. Solo quiero que sepas cuánto significas para mí."

Atem lo besó lenta y suavemente, expresando con sus labios lo que las palabras no podían. Sabía que Seto entendía su respuesta.

Pasaron el resto de la noche juntos, compartiendo risas y conversaciones íntimas. Seto había preparado una cena exquisita, y luego se retiraron a su habitación, donde la intimidad que compartían se volvió aún más profunda y significativa.

En un momento de descanso, Atem miró a Seto y dijo con una sonrisa traviesa: "Sabes, Seto, esta noche ha sido increíble, pero estoy ansioso por ver qué otros regalos tienes planeados para el futuro."

Seto rió entre dientes y acarició el cabello de Atem. "Todavía tengo muchos mensajes que compartir contigo, Atem. Pero lo más importante es que quiero seguir compartiendo mi vida contigo, momento a momento, día tras día."

Atem asintió con gratitud y amor en sus ojos. "Y yo quiero lo mismo, Seto. Nuestra intimidad es un regalo precioso que valoro profundamente."

Seto lo besó con pasión, sellando su amor con un gesto que hablaba más fuerte que cualquier palabra. En esa noche mágica y estrellada, los dos hombres compartieron una intimidad que iba más allá de lo físico, una intimidad que se basaba en el amor, la confianza y la conexión profunda que habían construido juntos a lo largo de los años.

Y mientras la noche avanzaba, Seto y Atem se perdieron en el abrazo apasionado de su amor, sabiendo que su intimidad era un regalo que seguirían atesorando por el resto de sus vidas.