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19 DETALLES

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El sol se ocultaba en el horizonte con tonos diluidos, tiñendo el cielo de tonos naranjas y morados mientras Seto y Atem caminaban juntos por el parque. Sus manos estaban entrelazadas, y el aire estaba cargado de una tranquilidad que solo podía encontrarse en esos momentos de intimidad.

Seto Kaiba, conocido por su seriedad y racionalidad, se sentía afortunado de haber encontrado en Atem una persona que le había mostrado un lado diferente de la vida.

Desde que habían empezado su relación, Seto había descubierto que Atem tenía la capacidad de hacerlo reír como nadie más.

Era por eso que había decidido que su próximo regalo debía reflejar esa faceta de su relación: el humor y la diversión que compartían juntos.

Había planeado cuidadosamente una cita en la que pudieran reír, relajarse y disfrutar de su mutua compañía.

A medida que caminaban por el parque, Seto habló con cariño.

"Atem, yo quiero que sepas cuánto valoro tu forma de ser. Tu alegría, tu sentido del humor, la luz que traes a mi vida... son invaluables."

Atem sonrió, sus ojos brillando con amor.

"Seto, tú también has traído mucha luz a mi vida. Eres mi roca, mi apoyo, y me haces ser una mejor persona."

Seto asintió, agradecido por las palabras de Atem. Continuaron caminando hasta que llegaron a un pequeño café al aire libre que Seto había reservado previamente. Se sentaron en una mesa con vista al lago, donde los patos nadaban perezosamente.

La camarera se acercó y les entregó los menús antes de retirarse. Seto miró a Atem con una sonrisa traviesa. "Tengo algo especial planeado para esta noche."

Atem arqueó una ceja con curiosidad. "¿Algo especial? ¿Qué tienes en mente, Seto?"

Seto hizo un gesto hacia el escenario donde se estaban preparando para un espectáculo de comedia. "Una noche de risas, Atem. Quiero que nos relajemos y disfrutemos juntos de un espectáculo de comedia."

Atem rió ante la sorpresa. "¡Eso suena genial, Seto! No sabía que te gustaba la comedia."

Seto asintió. "Nunca es tarde para descubrir nuevos placeres. Además, me encanta verte reír, y qué mejor manera de hacerlo que con comedia en vivo."

Durante el espectáculo, Atem y Seto se rieron a carcajadas, disfrutando de los chistes y las ocurrencias de los comediantes.

Seto había planeado todo con antelación, incluso había coordinado con uno de los comediantes para hacer una broma personalizada para Atem.

Después del espectáculo, salieron del café, aún riendo por las ocurrencias de la noche. Atem se apoyó en el hombro de Seto mientras caminaban de regreso al parque.

"Seto, esto ha sido realmente inolvidable", dijo Atem. "No puedo recordar la última vez que me reí tanto."

Seto sonrió, sintiéndose satisfecho por el éxito de la cita. "Me alegra que te haya gustado, Atem. Quería que esta noche fuera especial y que recordaras cuánto amo tu forma de ser."

Atem se detuvo y tomó el rostro de Seto entre sus manos, mirándolo a los ojos con ternura. "Seto, nunca dejaré de admirar la persona increíble que eres. Eres el hombre más serio y enfocado que conozco, pero también tienes este lado suave y cariñoso que solo yo tengo el privilegio de conocer."

Seto se inclinó y selló sus palabras con un beso suave pero apasionado. Cuando se separaron, Atem susurró, "Amo tu forma de ser, Seto. Eres el amor de mi vida."

Seto sonrió, su corazón lleno de amor por el hombre frente a él. "Y tú eres el mío, Atem."

La pareja continuó su camino por el parque, tomados de la mano, sabiendo que su amor y su complicidad solo crecerían con el tiempo. La noche estaba llena de estrellas, y en ese momento, el mundo parecía perfecto. Habían aprendido a amar y apreciar cada aspecto el uno del otro, incluso los más inesperados, como el sentido del humor y la alegría que habían compartido esa noche.

Así, bajo el manto de las estrellas, Seto y Atem se perdieron en su amor y su complicidad, fortaleciendo su relación con risas y cariño y promesas de amor eterno y perpetuo