03

1.5K 115 27
                                    

Quien iba a pensar que el líder de la mafia, al cual miles de personas temían, ahora estaba amarrado a una silla, frente a un "empresario de quinta" como éste mismo le llamó.

Louis tenía su ceño fruncido, estaba furioso por la situación tan humillante que estaba teniendo. Observaba como Harry tomaba algo de vino, fijando su vista de vez en cuando en la copa y agitando suavemente el líquido color escarlata.

— Y dime, Louis Tomlinson. ¿No planeas hablar?

— No seas idiota, Styles. No lo mereces, alguien como yo no está a tu nivel.

El castaño se puso de pie, caminando en silencio hacia Louis, posicionando uno de sus pies en la silla, justo en medio de las piernas de Louis, provocando un pequeño roce en la entrepierna del pecoso que provocó que se exaltara un poco. Se inclinó para estar a la altura del pelinegro, dejando su rostro cerca del mencionado.

— Te recuerdo que el que está atado eres tú, no yo, Louis. Y que en cualquier momento puedo sacar mi jodida arma y dispararte.

— Hazlo, no planeo humillarme frente a ti.

— Oh, Louis, Louis. Eres igual a todos. Escoges el camino más fácil. Eres solo uno más del montón.

Louis apretó su mandíbula, haciendo puño sus manos. — Que te importa. — Escupió con odio.

— Oh... ¿El niño de papi está enojado?

— ¡Déjame en paz, maldito! ¿Por qué yo?

— No te hagas el especial, Louis. No eres el primer mafioso de cuarta que arruinó por completo.

— Y tú no te hagas el inteligente conmigo.

— ¿Yo? Mira, Louis, hay un tipo de inteligencia descomunal, punzante, salida de lo normal, que en lugar de beneficiarnos lo que hace es hundirnos en un pozo de confusión general, hastío y resentimiento. Ese tipo de inteligencia no es un privilegio, si no un castigo. ¿Y sabes quién la tiene? Exacto, tú.

— ¿A qué quieres llegar? ¿Estás tratando de decir que soy un tonto?

— No lo creía antes, pero ahora que no has entendido lo que te dije estoy dudando sobre tu inteligencia.

— Dejemos de hablar de mierdas, Styles. Dime qué es lo que quieres.

— Ya te lo dije, quiero que hables.

— No hablo de eso, ¿cuánto dinero quieres para que me dejes en paz? Te daré lo que me pidas.

— Me temo que yo no funciono como el jodido gobierno corrupto, Louis. Yo no me dejo comprar por una jodida cantidad de dinero que no me beneficia, porque al final de cuentas voy a morir algún día y que además, yo puedo conseguir en menos de 30 minutos.

— Me estás hartando.

— ¿Enserio? — Mencionó en un susurro. Sonriendo de lado y quitando lentamente un mechón de cabello que tenía el pecoso en su rostro.

— No hagas eso.

— ¿Hacer qué?

— No quiero que me toques.

Louis se sentía estremecer con el minino tacto de la persona que tenía frente, algo que le causaba angustia, raro para una clase de persona como él.

Harry aún sonriendo, se separó del pecoso, caminando hacia la salida de la habitación.

— ¡Oye! ¿Me vas a dejar ir o no? — Gritó Louis al ver que Harry tenía intenciones de irse.

El castaño giró levemente su cabeza, observando de reojo al pelinegro. — No quieres hablar, Louis. Me temo que no puedo dejarte ir aún. O bueno, no planeo dejarte ir nunca.

ᴍɪsɪᴏ́ɴ: A̶s̶e̶s̶i̶n̶a̶r̶ sᴇʀ ғᴏʟʟᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ʜᴀʀʀʏ sᴛʏʟᴇs (𝕃. 𝕊.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora