ᴍɪsɪᴏ́ɴ: A̶s̶e̶s̶i̶n̶a̶r̶ sᴇʀ ғᴏʟʟᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ʜᴀʀʀʏ sᴛʏʟᴇs (𝕃. 𝕊.)

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Harry está sentado tranquilamente frente a una vieja televisión que pidió para cuidar a Louis y no aburrirse mucho. La noche estaba fría, entonces por inercia le dió incluso su sábana al pecoso, así que en esos momentos estaba tiritando de frío, pero eso le importaba poco.

Estaba tan aburrido observando el viejo programa que estaban dando, que pronto logró escuchar un pequeño quejido que lo alarmó de inmediato, poniéndose de pie y caminando hasta la camilla dónde observaba al pecoso removerse.

— ¿Louis? — Llamó suavemente, observando como éste abría sus ojos.

Tomó la mano del más bajo, acariciándola y esperando pacientemente a que éste se acostumbrara a la luz del lugar.

— ¿Harry? ¿D-de verdad eres tú...?

— Si, lindo. Soy yo, estoy aquí contigo.

— H-Harry, el bebé...

Harry se acercó un poco más, acariciando el cabello de éste y negando con la cabeza.

— Están bien, LouLou. Cuidaste muy bien de ellos.

Louis lo observó con algo de confusión, apretando un poco más el agarre de la mano de Harry.

— ¿Ellos? — Susurró.

Harry asintió, sonriendo feliz al recordar todo. — Si, Will, son dos bebés.

De repente, algunas lágrimas comenzaron a bajar por las pecosas mejillas, Harry se alarmó ante esto secando de inmediato las saladas gotas.

— ¿Por qué lloras?

— Soy un padre horrible.

Harry frunció el ceño, dejando un pequeño beso sobre la nariz de éste. — No lo eres, Louis. Eres el mejor padre que he visto, los protegiste muy bien, Lou.

— Pero casi los pierdo y y-yo los rechacé en un principio.

— Mi amor, no los perdiste, ellos están bien y eso es lo que importa. Y sobre lo otro no te preocupes, no te culpes por eso... Estabas agobiado ante esa noticia, es normal que actuaras así.

— Pero yo...

— Lou, detente. Deja de culparte por algo como eso. No hiciste nada malo.

Un silencio los invadió, Louis cerro sus ojos al sentir como las lágrimas se hacían cada vez más presentes. Sintió su labio temblar y desvió su mirada.

— Harry, él me...

— No lo digas.

— Yo lo siento, pero estaba tan cansado al intentar detener ese aborto que no tenía energías para alejarlo de mí, yo de verdad no quería eso, perdón por lo que pasó yo-

— LouLou, detente por favor. No digas eso, tú no tienes la culpa y yo jamás me enojaría contigo por lo que sucedió. No fue tu culpa, lindo.

Louis subió lentamente su mano hasta el cuello de Harry, tocando donde estaba la venda que cubría su herida.

— Pero por mi culpa casi mueres, si yo hubiera ido contigo desde un principio ellos no te hubieran disparado. Además, con todo lo que ha sucedido, ¿cómo puedes seguir aquí? Me siento sucio ahora... Y estoy seguro de que a ti-

— William, ya te lo dije. No estoy enojado contigo por algo como eso, no puedo separarme de ti, no lo puedo hacer, Louis. No me importa nada más que tú ¿Sabes por qué? Porque yo de verdad te amo. Y nada va a impedir que siempre, hasta el fin de los tiempos, te ame.