ᴍɪsɪᴏ́ɴ: A̶s̶e̶s̶i̶n̶a̶r̶ sᴇʀ ғᴏʟʟᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ʜᴀʀʀʏ sᴛʏʟᴇs (𝕃. 𝕊.)

13

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De alguna manera extraña, el día había estado con un ambiente pesado para Louis. Los domingos siempre son así para él, aburridos, extraños y con un sentimiento bastante nostálgico.

Hoy Harry no trabajaba, así que no era necesario estar como su "mascota". Estaba acostado en la cama del castaño, despeinado, con pijama y mirada perezosa mientras observaba una extraña película.

Eran las 4:00 de la tarde, y en todo el día Louis no había hecho absolutamente nada. Harry, en cambio, había tenido que ir con Liam por una pequeña reunión que tenían entre socios, algo rápido le había dicho Harry a Louis. Pero desde la mañana no volvía.

Suspiró con pereza, bastante para ser normal. Se estiró en la cama como un gatito y entonces, se incorporó. Sintió un mareo recorrer su cuerpo, pero era por haberse levantado tan rápido de la cama estando todo el día acostado. Se dispuso a caminar hasta la cocina, donde bebió algo de agua y después se fue a duchar.

Decidió tomarse una ducha rápida por el frío, después se dirigió a la habitación nuevamente y se puso una camisa holgada, manga larga y color blanco que pertenecía a Harry, sin nada más por debajo que su ropa interior. Organizó su cabello y después caminó otra vez hacia la cocina, dónde encontró algunas fresas. Sonrió para después remojarlas y servirlas en un plato hondo. Encontró algo de chocolate así que decidió derretirlo. Cuando terminó con su merienda totalmente dulce, se dirigió a la cama con una bandeja y se sentó en ese lugar, dispuesto a comer sus fresas y seguir viendo televisión por lo que resta del día. Pero el sonido en la puerta principal lo alarmó.

Se puso de pie otra vez, caminando sigilosamente hasta la puerta, observando de reojo por una esquina.

Harry, por su lado, sonrió al ver el pelinegro y desordenado cabello de Louis asomarse. Se quitó el incomodo suéter y después sus zapatos. Caminando con pasos largos y seguros hasta donde estaba el menor, tomando la mano de este y arrastrándolo hasta que su cuerpo estuvo pegado al suyo.

— Creí que nunca llegarías. — Susurró bajito Louis, rodeando la cintura de Harry y acurrucándose en su pecho, inhalando el aroma.

— Estás muy cariñoso hoy, Lou.

Louis soltó algún tipo de quejido cuando sintió como Harry bajaba su mano hasta su culo, estrujando éste.

— ¡Sin mano, Harry!

Se separó del mayor, con bastante indignación en su rostro y cruzándose de brazos.

— No seas aguafiestas~

— Apestas a perfume de mujer. Eww

Estaba mintiendo, solo podía oler el perfume natural de Harry, pero quería molestar. Así que fingiendo enojo, caminó hasta la habitación ignorando el llamado de Harry.

Se sentó en la cama y se dispuso a tomar una fresa y llevársela a su boca, con enfado fingido.

Harry llegó, se sentó en la cama junto a Louis y estuvo a punto de tomar una fresa, pero el pelinegro apartó su mano de un golpe. Harry acarició la parte adolorida observando ahora él, con indignación a Louis.

— Son mías, imbécil.

— ¡Pero yo las compré!

— ¿Y a mí qué?

— Eres un odioso. Me gustaba más tu faceta cariñosa.

Louis observó de reojo a Harry, mientras se llevaba una fresa a su boca. Entonces algo iluminó su mente.

— Mmm ¿Seguro?

Harry lo observó con confusión, sin saber que quería decir. — ¿Seguro de qué?