ᴍɪsɪᴏ́ɴ: A̶s̶e̶s̶i̶n̶a̶r̶ sᴇʀ ғᴏʟʟᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ʜᴀʀʀʏ sᴛʏʟᴇs (𝕃. 𝕊.)

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-eterelou Ahuevo_Leidita_2825 AriStylinson91
😦

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— Fóllame, Harry, por favor... Hazlo.

Bueno, tal vez el plan de Louis no había salido como quería. Se suponía que debía dejar con ganas a Harry por lo que le dijo ayer, pero todo esto se fue a la mierda cuando él tomó el control en todo. Y ahora tenía a un Louis, desnudo, con las piernas completamente abiertas, mejillas sonrojadas, lágrimas en sus ojos por la excitación y su lindo cuerpo lleno de sudor.

Louis se incorporó al ver que Harry no planeaba moverse, como pudo gateó hacia el mencionado quitándole la estorbosa camisa y pantalón, dejándolo sólo en ropa interior.

Harry por su parte, disfrutaba de la necesidad de Louis, así que se dejaba ser, sin impedir lo que tanto añoraba el menor.

Las pequeñas manos de Louis bajaron al gran bulto que ya se asomaba, dando un pequeño apretón en ese lugar, provocando un gruñido en Harry.

— Por favor, Harry. Por favor...

— Móntame, LouLou.

Entonces, el pecoso no se negó, tomó de inmediato de los hombros a Harry y con algo de esfuerzo lo tumbó en la cama, quitó el bóxer de su mayor y de inmediato la polla erecta de Harry provocó que sin importar si estaba preparado o no, se acomodara en su regazo, tomando la punta y acomodándola en su entrada.

— Dios, William. Te harás daño.

Louis se inmutó ante esto, comenzando a bajar lentamente y sintiendo como sus paredes se abrían bruscamente por la intromisión. Era doloroso, si, pero algo que podía soportar y mucho más con la excitación que sentía en ese momento.

Segundos después, al acostumbrase al tamaño, comenzó con saltos que poco a poco iban aumentando de profundidad y velocidad. Entonces, los dos se encontraban hechos un mar de gemidos, sus pieles chocando y el sonido acuoso.

— Maldita sea, William.

— H-Harry...

Las manos del pecoso se aferraron a los hombros de Harry, dónde el castaño las sentía temblar. Harry, observó el rostro de Louis nuevamente, el cómo tenía su boca abierta dejando escapar palabras obscenas y maldiciones.

— Si, Will, lo estás haciendo tan bien. Fóllate como el niño sucio que eres.

La voz ronca de Harry, llena de jadeos y pequeños gemidos mencionando eso provocaron que segundos después, Louis se corriera por completo, manchando parte del abdomen de Harry.

El castaño sonrió, frunciendo su entrecejo cuando sintió su orgasmo llegar, entonces, giró a Louis y siguió con su trabajo. Prolongando mucho más el orgasmo del pecoso, que se retorcía debajo de éste. Estimulándolo y llevándolo a su máximo.

— Me perteneces sólo a mí, William. Yo soy tu dueño, sólo yo puedo tenerte de esta forma. Eres mío, jodidamente mío. ¿Entiendes, pecosito? —Con cada palabra, era una estocada profunda y fuerte que daba justo en la próstata de Louis. Llevándolo a su segundo orgasmo en poco tiempo.

— S-si... ¡Sí!

Gritó el pecoso, sus ojos se tornaron blancos y segundos después, sintió el gruñido fuerte y áspero de Harry, junto a su semen llenarlo por completo fue suficiente para que los dos, se detuvieran, completamente exhaustos.