Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18 TERMINADA

⤿❀Capítulo 33

En un arrebato tomó la mano de Jimin y la llevó apresuradamente hasta su entrepierna. El pelicastaño deslizó su vista hacia abajo, aquel bulto siendo cubierto por la tela negra. Tragó con dificultad y dio un largo respiro, llenándose de fuerza y valentía.

Apretó con su mano la entrepierna del pelinegro provocándole un jadeo. Elevó su vista sonriendo al ver el ceño marcado en la frente de Jungkook.

—Bien.— la voz de Jimin se escucho temblorosa.— Desnúdame.

Los ojos de Jungkook brillaron con antelación. Sus manos viajaron hasta la camisa de Jimin y con delicadeza se deshizo de ella. El pecho blanquecino y su hermosa cintura quedaron al descubierto. El pelicastaño cayó sobre su espalda en el colchón, exponiendose aún más, fue él mismo quien desabotonó su pantalón; elevó sus cejas y apuntó con su barbilla, dándole a entender a su chico que podía quitarle los pantalones.

Jungkook no se hizo del rogar, inmediatamente deslizó la ropa, incluyendo la interior, descubriendo la piel a su paso; su propio cuerpo se tensó al ver la delicadeza en las líneas perfectas de Jimin. Realmente era magnífico.

Jimin se sintió avergonzado por el par de ojos que se cernían sobre él, tener tanta atención era bastante bochornoso. Sentía su rostro caliente. La valentía que había adquirido en los últimos minutos se esfumó por la ventana de la habitación.

—Park Jimin, esta noche haré poesía con tu cuerpo.

Se inclinó sobre la cama capturando la dulce piel de Jimin, su lengua jugueteo sobre el cuello y clavícula del pelicastaño, y poco a poco fue bajando sus toques, pasando por en medio de los dos pezones erguidos. Jimin contrajo su estómago al sentir la tibia lengua deslizarse por su viente antes de llegar a su ombligo, llevó su mano hasta el cabello azabache y lo acarició mientras aquel jugaba con su piel. Estaba a su merced y no había vuelta atrás.

De repente se sintió como una pluma. Una pluma que se mecía en el aire, levitando genuinamente entre la fresca brisa matutina.

Jimin llevó su otra mano hasta sus labios, mordisqueo su muñeca al sentir la tibia lengua resbalarse al rededor de su ombligo hasta que la punta se introdujo levemente en la abertura. Como un acto reflejo tironeo de los cabellos azabaches pero no evitó que aquel siguiera jugando con su cuerpo.

—El sabor de tu piel es tan exquisita.— Jungkook delineo con su nariz lentamente hasta la entrepierna de Jimin, sintió un fuerte tirón en su cabello y miró interrogante al castaño, el cual seguía mordiendo con insistencia su pobre muñeca.— No hagas eso.— dijo apartando la mano de los labios de Jimin, no se preocupó por retirar aquella que jalaba dolorosamente sus hebras.

—Los juegos previos me ponen muy mal.— confesó con una voz temblorosa.

—¿No te gusta? Porque yo soy más de juegos previos.— le dijo llevando sus manos hasta los muslos de Jimin para acariciarlos con lentitud.— Me gusta recorrer con mis labios y mi lengua toda tu piel, inundar mis fosas nasales con tu olor dulce.— volvió a besar el estómago de Jimin, subiendo lentamente hasta atrapar uno de los pezones que permanecían erguidos, a la espera de ser estimulados. Su lengua jugó al rededor, dibujando círculos hasta que al fin succionó uno de ellos con sus labios.

Jimin había empezado a jadear moviendo su cabeza con desespero, apretando con fuerza la sábana bajo su palma y jalonenado los cabellos de Jungkook con la otra. El pelinegro había empezado a realizar movimientos pelvicos que provocaban un roce entre sus miembros, la tela del bóxer friccionaba la piel descubierta de Jimin, la sensación era extraña, pero no dejaba de ser placentera.

Los labios de Jungkook llegaron hasta el cuello de Jimin, su lengua creo un camino hasta llegar a los labios besándolos con hambre, era increíble como aquellos rechonchos labios encajaban a la perfección con los finos de Jungkook.  Sus lenguas habían tomado protagonismo encontrándose como viejas conocidas, resbaldando una sobre la otra, mezclándose y soboreandose en íntimos movimientos.