9 : Pena de muerte

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Capítulo 9







—¡Yuyu! ¡Yuyu!



El grito penetrante de Stewart hace que regrese a la realidad y que deje de perderme en mis pensamientos, o más bien en una situación demasiado vergonzosa para mí.


—Qué pasa Stewart, decías algo.

—Te decía que Elliot está mejorando muy bien y que tengo que volver ahora mismo a casa, sabes que el hospital no puede pasar mucho tiempo solo y los pacientes me necesitan además tú... —guarda silencio justo en ese momento y se a donde quiere llegar.

—Sé lo que vas a decir, pero justo ahora no puedo irme y dejar a Elliot solo. No quiero que tenga una recaída, quiero quedarme otra semana más y asegurarme de que él va a estar bien, solo te pido una semana más Stewart.



Mi petición surge efecto ya que Stewart asiente con la cabeza y lleva sus manos hacia las mías que se encuentran en la mesa.



—Puedes quedarte el tiempo que quieras, se que me hiciste una promesa de irte conmigo pero también quiero que estés bien y si crees que una semana será suficiente, entonces quédate una semana más pero por favor hazme un favor.

—Claro, dime.

—No te encariñes con los reos, no quiero que te lastimen y por favor cuídate mucho, cualquier cosa llame y... —mete su mano en el bolsillo de su saco y saca un celular el cual me lo extiende— Es para que estemos comunicados, contesta a mis llamadas sin importar que y también llámale a Dani que está muy preocupada por tí. No estés más incomunicada.

—Ok —es lo único que digo y guardo el celular en mi bolsillo.

—Ahora es hora de irme, pero antes iré a despedirme y ver cómo sigue Elliot. —se levanta y yo hago lo mismo— Yuyu no importa lo que pasé, tú siempre contarás conmigo y... Compré nuevamente tu medicación, lo deje en tu oficina. Cuídate y nos vemos dentro de una semana, te quiero mucho aunque casi no lo diga.

—Lo sé Stewart y...


No sabía cómo decirle o más bien no sabía cómo pedirle perdón por todo lo que le había dicho el día anterior, había actuado como una niña resentida cuando Stewart siempre me ayudaba en todo y encima no podía disculparme.


—Yo... —no pude terminar la frase o más bien ninguna palabra salió de mi boca.

—Lo sé Yuyu, se lo que quieres decir y no te preocupes porque sufro de amnesia ¿Lo recuerdas?.



Sonrío con su respuesta y asiento con un movimiento de cabeza, Stewart dice nuevamente adiós y yo no soy capaz de darle un abrazo de despedida o simplemente un gesto afectuoso. Lo cual me lleva a pensar si realmente soy como un témpano de hielo, si soy como un objeto de plástico que no siente nada, ya que él rechazo de Ryu también me confirmó eso. Cosa que me dolió mucho más.

Cada vez que lo recuerdo me duele el orgullo y maldigo haberlo hecho.
¿Por qué tuve que besarlo? ¿Por qué él me correspondió y luego me rechazó? ¿Por qué tuve que llevarlo a la oficina del capitán mientras nos besábamos? ¿Por qué me hizo sentir como el témpano de hielo que Gerónimo había dicho?...



Aún no puedo creer que fuí capaz de eso, no solo nos habíamos besado sino que yo lo había guiado a la oficina del capitán y encima me había quitado la blusa porque estaba decidida a estar con él y todo por culpa de las palabras de Gerónimo. Había estado dispuesta a comprobar que no era témpano de hielo, hasta que él nos detuvo y en pocas palabras me rechazó. Lo que hirió demasiado mi orgullo y me hizo odiarlo mucho más de lo que ya lo odiaba.



HopelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora