Hopeless

8 : Primer beso

Capítulo 8

Elliot...

Mi corazón palpitaba muy de prisa, sentía que en cualquier momento podría explotar de tanta desesperación.

Elliot... Era lo único que había en mi mente.

Elliot... Era el motivo por el cual mi corazón se estaba partiendo en millones de pedacitos.

—¡Mas rápido! —exclamo mientras corro de prisa empujando la camilla en la que se encuentra mi chico de los ojos bonitos.

Los guardias obedecen mis órdenes y empujan más rápido la camilla, una parte de mí siente que él no va a resistir, pero la otra se aferra a mantenerlo vivo. Ah qué mi chico de los ojos bonitos viva.

—Vas a estar bien, lo juro. ¡Vas estar bien Elliot, lo juro pero tan solo resiste!

Corremos más de prisa y entonces entramos al pasillo de la enfermería, en pocos segundos nos encontramos adentro y ellos dejan a Elliot en la otra camilla. Me dispongo a quitarle el uniforme para ver su estado y entonces veo que en el costado derecho tiene la herida de las dos puñaladas y dicha herida no se ve nada bien.

Trato de detener el sangrado pero me resulta casi imposible, la sangre no se detiene y si sigue así Elliot no podía resistir.

Todos los guardias salen de la enfermería y solo se queda el sargento Doult, el sargento me ayuda a tratar de frenar el sangrado mientras yo le inyecto los medicamentos.

La puerta se abre de un solo golpe y Ryu entra, avanzando desesperado hacia nosotros.

—¿¡Cómo está Elliot!? —exclama Ryu poniéndose a mi lado— ¡Él va a estar bien verdad! ¡Elliot va a estar bien!

Ninguna palabra sale de mi boca, no puedo responder y él en cambio me agarra de los hombros y me apuñala con su mirada.

—Santiago dime; Elliot va a estar bien. ¿Él va a estar bien verdad?

—Yo... —trato de responder pero no puedo.

—¡Doctora el sangrado no se detiene, Elliot está sangrando demasiado!

Las palabras del sargento me sacan del shock en el que me encuentro, regreso con Elliot y en efecto el sangrado no se detiene y cada vez se pone peor.

—¿Santiago que sucede?... —pregunta Ryu.

—¿Doctora que hacemos? —dice el sargento mientras hace presión en la herida.

Me alejo de ellos y me llevo las manos a la cabeza mientras los miedos me invaden por completo ; «Yuyu no puedes hacerme esto» «Yuyu no puedes fallarme está vez» «Yuyu concéntrate» «¡Yuyu maldita sea concéntrate que la vida de Elliot depende de ti!» «¡Concéntrate maldita sea!».

—Doctora, doctora, doctora...

—¡Santiago reacciona!

—Doctora Santiago, que le sucede.

Cierro mis ojos con más fuerza y a lo lejos escucho aquellas voces que comienzan a atormentarme. No quiero escucharlos más, no quiero oírlos pero unas manos en mis hombros hacen que regrese a la realidad y abra los ojos.

Se trata de la teniente Loriell, ella se encuentra frente a mi y para mí sorpresa ella está agacha al igual que yo. ¿En qué momento llegamos a esta situación?...

—¿Doctora Santiago está bien?... —ante su pregunta yo solo asiento— Ok tranquila, solo tiene que estar tranquila para resolver esto ok.