Destinos entrelazados (omegaverse) [FINALIZADA]

❥ ; 13 - No huyas del destino

Alhaitham tomó asiento en uno de los bancos del parque y suspiró. Era un buen lugar para tener vigilados a los niños mientras jugaban a pocos metros de ellos.

—No os alejéis— dijo en voz alta.

—¡Vale papá!— dijo Kamran mientras iba con su hermano a jugar con un pequeño parque de diversiones hecho para los cachorros más pequeños. Había otros niños allí y los gemelos siempre socializaban bastante bien, sobre todo Kamran.

Kaveh observaba a los pequeños también. Les tenía cariño, al fin y al cabo los había visto crecer debido al tiempo que había pasado yendo a la casa de Alhaitham. Miró a este y no pudo evitar tomar su mano con delicadeza.

—¿Estás bien?— cuestionó. —Sé lo mucho que quieres a Nari...

—No... No estoy bien— admitió y apretó con suavidad la mano de Kaveh. —No es fácil saber que tu marido va a pasar su celo con otro, pero tarde o temprano tenía que llegar este momento.

—Bueno... Quizá, si quieres, p-puedes pasar mi próximo celo conmigo— le dijo con las mejillas algo sonrojadas. —Sé que no soy un omega dulce y pequeñito como Nari, pero...

Alhaitham alzó las orejas y dirigió su mirada hacia Kaveh. Aquello le había tomado por sorpresa, pero la idea estaba lejos de disgustarle y sin duda había logrado captar su atención.

—Me gustas mucho, Kaveh... no necesitas ser como Nari. Eres precioso— dijo el alfa y esbozó una pequeña sonrisa. Si no le besaba en ese momento era simplemente para no confundir más a los niños. —Supongo que ya no necesitamos ignorar nuestros deseos... en realidad me encantaría poder estar contigo.

—Bien, porque estoy harto de pasarlo solo, encerrado en una habitación— pronunció con una sonrisa y se acercó para dejar un beso en su mejilla, bastante cerca de sus labios. —Pero no creas que vas a marcarme, si lo haces te degollaré con mis propias manos.

El alfa soltó una pequeña risita y entrelazó sus dedos con los del menor antes de acercarse un poco más a él.

—No dudo que lo hagas y prefiero conservar mi cuello...— respondió el alfa con un toque bromista y suspiró. —Gracias por estar aquí, creo que me volvería loco si tuviera que pasar por esto solo.

—Estoy aquí contigo ¿hm? No me he tragado todos tus gemidos para nada— bromeó y apoyó la cabeza en su hombro. —Me ha costado alejarme de ti, incluso estando casado, con hijos... El destino es cruel a veces, Tighnari y tú erais la pareja perfecta. Pero ahora eres mío— esto último lo dijo en un tono un poco más posesivo.

Alhaitham sonrió y pasó su brazo por la cintura de Kaveh. Puede que aún le doliera tener que romper su relación, pero se sentía bien estando con su destinado y sabía que aquello era lo correcto.

—Aunque me tendrás que compartir con tres pequeños revoltosos— comentó y dirigió la mirada hacia sus cachorros que jugaban tranquilos.

En ese momento, un extraño aroma llegó a la nariz del alfa. Era un aroma familiar, aunque no pudo reconocerlo, solo supo que era de un alfa, uno bastante fuerte. Sus dudas se despejaron cuando vio aparecer una alta figura desde un camino cerca de ellos y por instinto Alhaitham se tensó.

—Vaya... ¿Así que esto es eso tan importante que nuestro jefe tenía que hacer? Ya veo lo que Faruzan quería decir con que tenías una vida privada...

Kaveh se levantó de inmediato y se colocó en posición defensiva. No quería lidiar con Blade delante de los niños y menos aún delante de Alhaitham.

—No es lo que estás pensando, estamos en asuntos importantes sobre nuestras manadas— dijo tan seguro como se lo permitía el cuerpo. —Tenía que cuidar de sus cachorros y no me pareció mala idea hablar aquí...