Te Quiero.

207 7 1
                                    


Salí del apartamento esperando encontrar algo o hacer algo y me dirigí a la central, a el gran edificio que se asomaba por la ventana donde podrían darme algo que hacer.

—Buenos días.

—Buenos días ¿que desea?
Me atendió una mujer con gafas rojas

—Soy amiga de el señor Bruderlin y me aconsejó venir aquí para saber a que puedo contribuir, no estaré mucho solo unos días.
Me extendió un papel.

—Rellenelo y me lo da.
Tenía una cara amargada.

Suspiré y lo rellené, decía cosas básicas como; cuál era mi nombre, que hacía antes de él apocalipsis y que sé hacer mejor. Se lo entregué y se tiró como 5 minutos tecleando, volví a suspirar y me contestó.

—La asignaremos un trabajo en 2 días.

—¿2 días? Pero lo necesito para ahora.

—Ya y esas personas detrás de usted también.
Salí de allí y en mitad de la calle encontré a Josh, mi amigo.

—Jen ¿que hacías?

—Echando solicitud para hacer algo, aunque creo que volveré a mi cueva, ya sabes, esto no es para mi.

—Entiendo, bueno siempre puedes volver, eres bienvenida.
Sonreí.

—Iré a despedirme del otro Josh.
Asintió.

—Suerte.

Llegué a su despacho y después de casi un hora me dejó entrar su asistenta.

—¿Que te trae por aquí?

—Es un lugar muy tranquilo pero no creo que este sitio sea lo mío, está genial pero tengo que seguir haciendo mi vida.

—¿Así que no te quieres quedar, no?
Asentí.

—Entiendo, pero... Aún así me gustaría que vinieses de vez en cuando por aquí, sabes luchar muy bien con esa espada que tienes y me gustaría que enseñases a los más pequeños.
Reí mirando a otro lado y volví mi cara a él, que con brazos cruzados me miraba.

—Conozco estos lugares ¿a cambio de que?

—Te daremos agua, comida, un lugar donde dormir y protección.

—No me hace falta nada de eso y lo sabéis así que porque no me das la verdadera razón de por qué quieres que me quede aquí.
Sonrió.

—Me gustan tus ovarios, no necesitas ayuda pero yo estoy seguro de que en algún momento la necesitarás y te maldeciras por no hacer ese pequeño favor.
Sonreí sarcasticamente.

—Que tenga buen día.
Salí de allí

Me despedí y esas cosas, volví a la casa y comí una lata que encontré con suerte, suspiré y me acosté pensando en lo que pasaría si me quedase en esa comunidad y lo que no, al rato alguien llamó a la puerta, asustada agarré mi arma y me acerqué pero solo era Negan

—¿Quieres pasar?

—Claro.
Entró y se sentó en el sofá.

—¿Qué haces aquí?

—Te echaba de menos

—No puedes irte de allí solo porque me eches de menos.

—Jenn... Hoy...

—¿Hoy que?

—Lo he hecho con Alpha.

—¿Qué? No hacia falta Negan, siento...

𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒕𝒐𝒓𝒆 (𝑁𝑒𝑔𝑎𝑛 𝑆𝑚𝑖𝑡𝒉) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora