El rostro de Dorian tenía sangre, él fue golpeado, aun así, me pidió que saltara, para salvarme antes que él ¿Acaso estaba loco? Fue un milagro que las rocas o la altura no me hicieran papilla.
El agua salada entró en mis fosas nasales y boca provocando ardor, mis pulmones clamaban por algo de oxígeno, las olas me atraparon, pataleé y moví los brazos. Mi espalda se golpeó contra algo, fue doloroso, pero también era una salvación, una especie de milagro que no golpeara ninguna de las rocas al caer, y ahora estas eran lo que me ayudaba a salir a la superficie, abracé la roca y saqué mi cabeza logrando tomar aire.
Los hombres vestidos de verde y la institutriz me miraban desde la cima del acantilado, lejos, muy lejos de mí. La anciana les hizo una señal, no sabía que significaba hasta que ellos comenzaron a dispararme ¡Por Dios! Me apoyé en la roca para impulsarme lejos de ellos, el peso del vestido no me permitía moverme con libertad, al contrario, jalaba hacia las olas ¡Era como si tuviera vida propia y quisiera matarme! Utilicé mis manos para romper la falda de la cintura y salir de él, la falda grande y pesada se hundió en el mar, me sentí más ligera en cuanto abandonó mi cuerpo, tomé impulso de nuevo con otra roca y me alejé nadando de las rocas, del acantilado, de los guardias que me disparaban, de la horrible institutriz y de Dorian... me estaba alejando de él.
Moví los brazos y pataleé todo lo que pude, lo primero era alejarme del acantilado, lo demás sería fácil. Las balas pasaban rozándome, hasta que ya no escuché más las detonaciones. Me detuve cuando ya no se escuchaba nada.
La muralla se veía muy lejana.
El sol resplandecía, el agua estaba tibia y mis piernas y brazos ya no querían moverse más.
Me recosté sobre el agua, dejando que mi cuerpo flotara y se relajara. Era lo mejor que podía hacer ya que no encontraba tierra por ninguna parte.
¿Saldrían a buscarme? ¿O pensarían que estaba muerta? Dorian... ¿Me habría visto salir a la superficie?
"Brillan las estrellas
En el grande cielo...
Ellas fueron alguien...
Y nos vigilan en sueños...
Saben que hay guerra,
En la tierra de sus hijos...
Brillan las estrellas
En el grande cielo...
Si miras fijamente...
Sabrás que también lloran..."
A pesar de que mi garganta estaba seca, seguí tarareando la canción una y otra vez. Beatriz me la enseñó.
El sol ya no era tan intenso, al parecer estaba atardeciendo.
El dolor en los brazos y piernas se calmó, pero estaba uno persistente en el cuello y la espalda.
Decidí dejar de flotar y mover todo el cuerpo de nuevo.
Me sumergí por completo provocando que el agua salada lavara mi cara. El ardor que esto provocó fue horrible, había estado mucho tiempo en contacto con el sol y mi piel estaba quemada.
Nadé hasta que el sol se ocultó por completo.
Mi boca fue incapaz de seguir moviéndose para cantar la cancioncilla.
Floté sobre la superficie de nuevo. Las estrellas lucían muy hermosas en el cielo.
¿Sería verdad lo que dice la canción? ¿Ellas nos observan? ¿Habría alguien allá arriba cuidando de mí?
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Del otro lado del muro
AdventureMi nombre es Dorian. Simplemente Dorian. Vivo en un internado de hombres. Del otro lado de la muralla hay mujeres. No tengo familia, tengo dos amigos, un cocinero y una... persona. Lo único que me hacía sentir vivo eran los libros. Hasta que ella ap...